Sábado por la noche en los Túmulos Funerarios

Parte 4

No está claro cuánto tiempo ha pasado cuando la puerta se abre y Lan Zhan escucha el suave roce de las botas piratas en la alfombra. Siente a Wei Ying cerca, y luego hay un clic, y la oscuridad se ve aliviada por el cálido resplandor de una lámpara de escritorio. Lan Zhan está aturdido por su siesta y el alcohol inesperado. Descubre que está sentado en una silla de oficina en ruinas frente a un escritorio en peligro de ser abrumado por montones de papeles al azar. Entorna los ojos, pero el contenido de estas avalanchas en espera sigue siendo esquivo.

Una canasta de filetes fritos aparece de repente frente a él, espolvoreada de rojo con una sustancia misteriosa, y él retrocede, sobresaltado. "¡Ups, lo siento, no quise asustarte! Te traje las papas fritas que te prometí, Lan Zhan. Consumamos algunos carbohidratos para absorber esa bebida, ¿de acuerdo?

Lan Zhan se asoma a las papas fritas, mirando sospechosamente las gotas rojas. No recuerda lo que decía el menú sobre el polvo de cadáver, pero no se fía de él. Él mira a Wei Ying y Lan Zhan puede sentir que su labio inferior comienza a hincharse en un puchero. No intenta revertir este hecho.

"¡No, Lan Zhan! ¡No puedes lucir más lindo! Es malo para mi salud". Wei Ying saca un filete de la canasta y se lo tiende a Lan Zhan como si tratara de convencer a un animal salvaje para que lo coma de su mano. "No te preocupes, es solo zumaque molido. Usé el poder del cadáver suave porque Jin Ling dijo que tú y Lan Yuan no usan picante."

Lan Zhan se inclina hacia adelante y mordisquea con cuidado los alevines en el agarre de Wei Ying, lamiendo el polvo que cubre el grueso trozo de papa. El condimento es salado y amargo y decide que le gusta. Se lleva toda la fritura a la boca, sin detenerse hasta que sus labios rozan los dedos de Wei Ying. La mano de Wei Ying se contrae y él se ríe con una tos abrupta y entrecortada.

"¡Whoo! Creo que los dos necesitamos calmarnos. No voy a tener sexo por primera vez en este escritorio, Lan Zhan. Creo que sería en la tercera cita como mínimo". La cara de Wei Ying se ha puesto muy roja, destapa una botella de agua, tomando tragos profundos y abanicándose con el sombrero.

Lan Zhan se congela, paralizado por la idea de sexo y Wei Ying ocupando el mismo espacio cerebral. Es demasiado para procesar de una vez. Tendrá que considerarlo más tarde, por etapas, para no abrumarse.

Tardíamente, Lan Zhan se da cuenta de que el comentario de Wei Ying se inspiró en el hecho de que había estado comiendo un filete frito. No había tenido la intención de convertir los alevines en una insinuación sexual, pero puede ver por qué Wei Ying lo tomó como tal. Se mete un puñado de patatas fritas en la boca, intentando no hacerlo de forma seductora. No quiere que Wei Ying se sienta incómodo, ni quiere mostrar entusiasmo por algo en lo que todavía está recalculando rápidamente su interés. Mira a Wei Ying como disculpándose y toma otro puñado de papas fritas.

Wei Ying resopla e intercepta la mano de Lan Zhan, animando suavemente a sus dedos a enroscarse alrededor de otra botella de agua. Se asegura de que no se le caiga el agua antes de apoyarse en el escritorio. La botella está fría, la condensación está mojada en la palma de su mano. "Sé un buen chico y bebe tu agua ahora, Lan Zhan."

Lan Zhan asiente obedientemente, disfrutando de la manera gentil en que Wei Ying lo maneja, la nueva experiencia de alguien que lo cuida y lo llama buen chico. Lan Zhan siempre ha sido el pragmático, el responsable, el que hace las cosas. Ser algo tan simple como el buen chico de Wei Ying lo inunda con una sensación de satisfacción tan profunda que se marea momentáneamente, como si el eje de su mundo se hubiera movido. Se siente muy caliente y succiona el agua con tanto entusiasmo que la botella se derrumba en su agarre. Wei Ying se ríe, arrancándolo del laxo agarre de Lan Zhan y vertiendo el resto del agua en una taza vacía que desenterraron de debajo de una pila de papeles.