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Capítulo 5

Desperté.
Me había quedado dormida viendo un papeleo en la oficina.
Desperté cuando oía a Dami tocar la puerta diciendo que venía con Hyuna, que tenía algo que decirme.
Me paré rápidamente y me vi al espejo que tenía a un costado mío, me arreglé y les dije que pasarán.

— ¿Que sucede Dami?
— ¿Sabés? Krystal dijo que Hyuna tiene Tdp, no es verdad.
— ¿Cómo podemos estar seguras?
— Hyuna acaba de decírmelo. ¿Verdad, Hyuna?
— Ajá, yo-o, lo siento mucho, porfavor perdónenme.

Ella se tiró sobre mí y comenzó a llorar demaciado, pero ¿Por qué?

— ¿Por qué quieres que te perdonemos?
— Yo... Yo, mi papá me forzó a quedarme con el a pesar de que el maltrataba y pegaba constantemente, y yo ya no aguantaba eso. Cuando tenía cerca de catorce años mi papá me mandó a una escuela católica ya que le había dicho que era lesbiana, y tenía novia, me reprimieron a casarme con Eric, y el era gay.
— me estoy cansando de ésto, dejá de hacer maquinar mi cabeza, estás diciendo la verdad?
— sí, esta vez juro que si lo estoy diciendo enserio.

Dami se fue de adentro de mi oficina, ella estuvo sin decir nada, solo anotando lo que Hyuna decía.

— ¿Que sucede, Hyo?- la dulce voz de Hyuna me hizo sentir débil por unos segundos, a tal punto de sentir que ella estaba realmente quebrada, y que nada de esto estaba siendo actuado.
— Por eso... La autopsia... El apuro... La preocupación... Todo...

Me paré bruscamente, estaba muy nerviosa y un poco más. Agarré el teléfono que permanecía pegado a la pared y rápidamente marqué un número.

Corrí hacia donde estaba Hyuna y no me salió más que darle un abrazo y un pequeño beso en la frente.
Ella comenzó llorar más, sabía la carga que tenía en la espalda, lo sentía, y no quería que nada malo le pasará, era completamente inocente, y también adusta, merecía algo mejor.

— Cariño, todo pasará. Juro que trataré de sacarte de esto, te merecés algo mejor...
— Gracias... Hyo.
— ¿Cuantos años tienes? Es algo que no me había tomado el tiempo de preguntarte.
— 19.
— Eres... Muy pequeña. Haré algo para que te calmes, pero primero vámonos. Hoy te quedarás a dormir conmigo.