Lara se quedó dormida, una manta cubría su pequeño cuerpo, era delgada, su piel pálida por la poca exposición al sol y de estatura algo reducida.
Un ligero toque en su nariz hizo que se despertara y abriera los ojos muy asustada, él pálido rostro de un chico que ya había visto antes varias veces la observaba, eso si que logró asustarla.
Se sentó y retrocedió en su cama, mientras observaba con curiosidad a la persona frente a ella, era él; Lare.
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—¿Que estas haciendo aquí, pronunció asustada, cubrió su cara con la sábana, creyendo que eso le brindaría protección.Lare, él chico que por cierto se encontraba sentado en la orilla de la cama estuvo observándola dormir con aparente curiosidad en su rostro pero ahora ella se encontraba viéndolo por debajo de la sabana con los ojos muy abiertos; por el susto.
Ella estaba nerviosa y tal vez un poco asustada, la respiración de ambos se escuchaba en el silencio del cubo, se quedaron así un rato hasta que ella se descubrió la cabeza y habló.
—Respondeme, es peligroso que estés tan cerca.
—Yo...no lo se, es ese aroma.
Se acercó olfateándo hasta que llegó a su brazo, su nariz estaba muy cerca del brazo de ella mientras lo sujetaba con delicadeza.
Lara lo empujó del pecho con una expresión de asombro y miedo, el miedo recorrió su cuerpo numca antes interactuo con un "aquello" y aunque lucía de la misma manera temblaba de miedo.
—Por favor solo alejate, habló por tercera vez, nerviosa.
El chico no se movió y un segundo pero después como un impulso, se avalanzó sobre ella, quería llegar a su cabello.
Lara se paró de la cama, empujandolo con fuerza por segunda vez, sentía nervios, no sabía exactamente el porqué, estaba experimentado una profunda confusión.
Sintió frío, solo estaba en bragas y el clima se sentía frío sin su mantita.
Sabía que para salir tenía que usar ropa, los rayos del sol solían ser peligrosos, pero su cubo casi siempre estaba a una temperatura agradable así que prefería no usar ropa.
Él se acercó solo que ella esta vez no se movió, un dedo del chico le tocó la mejilla, una sensación parecida a la electricidad se extendió desde su mejilla, eso lo experimentaron ambos porque que se apartaron el uno del otro en un movimiento brusco, su cara dudaba entre susto y curiosidad por las sensaciones tan repentinas que estaban sintiendo.
Lara rindiendose dobló las rodillas y respiró hondo sentandose en el piso, él chico imitó los movimientos quedando sentado junto con ella.
—Esto es peligroso, susurró ella más como si quisiera convencerse a si misma.
Lo observó él tenía cabello cafe oscuro, su piel era palida y unas pequitas recorrian sus mejillas y su nariz respingada, sus dedos viajaron a la nariz del chico hasta que la recorrió desde el tabique hasta llegar a la parte más alta.
Su piel era suave y le recordaba a su manta calentita.
Movió su mano acariciando su cabello, se parecía al de ella, solo que era un poco más áspero.
El chico también acercó su mano a la nariz de ella esta vez se quedó quietecita no se asustó, ahora se encontraba esperimentando una poderosa curiosidad, le gustaba esa electricidad que los dedos del chico le transmitían al tocar su piel.
Ella apartó la mano de la cara del chico, volteó a ver sus piernas, un vello delgado las cubría, sus dedos curiosos se acercaron, un escalofrío recorrió al chico.
Una alarma comenzó a sonar, había robots cerca.
De un brinco ella se levantó del suelo.
—Vete...tienes que irte, es peligroso, le dijo tomadolo de la mano; para que se fuera, cuando estuvo conciente de que su piel estaba junto a la de él le soltó mano disimuladamente.
El chico salió del perímetro del cuarto y siguió caminando hasta llegar a la puerta, Lara lo siguió, asomó su cabeza fuera del cubo, pero no vió a nadie.
Entonces lo empujó afuera con delicadeza volviéndo a sujetarle la mano aunque esta vez desafortunadamente tuvo que soltarlo porque alcanzó a escuchar los pasos cada vez más fuertes.
Lo vió correr a su cubo, estaba cerca, cuatro cubos luego del de ella.
Pensó en el chico, en su piel suave y su cabello aspero.
Noemí M
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UNTERSCHIED ©√
Ciencia FicciónUn mundo en donde eres solo un par de semillas más para próximos bebes que ni siquiera te dejaran conocer. Una fuerte atracción... Un mundo donde el contacto físico es un delito.