26

14.5K 1.2K 470
                                    

Narra _____

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Narra _____

Hasta entonces me encontraba en mi habitación, lo único que podía acompañarme en estos momentos eran mis pensamientos.
¿Podría llegar a pesar en algo que no sea aquello?, no lo creo.
Karin entró con una taza de té llamando mi atención.

- Esto te calmará un poco - dijo alzando un poco en utensilio entre sus manos.

- Si, gracias - fue lo único que pude responder cuando ella se acercó a mi lado.
Tomé un sorbo del mismo y sentí como ella me observaba fijamente.

- Ante todo esto, ¿Qué sucedió con Deidara? - preguntó haciendo que la preocupación por mi embarazo sea aún más fuerte.

- Terminó conmigo - respondí algo perdida.

- Espera... - dijo Karin algo asombrada - Pero, ¿Qué sucederá con el bebé?, no puedes criarlo tu sola, a penas tienes diecinueve - dijo la pelirroja algo preocupada - A demás, tu embarazo requiere de mucho cuidado, no creí que los genes de Deidara fueran tan potentes, quiero decir, tu embarazo es como el de las Uchihas, siempre necesitan de mucho crakra, ya sabes, por el tema de sus ojos y demás - dijo rápidamente tal cual máquina programada.
Pero entonces caí en cuenta de sus palabras, los genes de Deidara, no eran los más poderosos, y el que mi cuerpo reclame crakra con tan solo una caminata lo explica todo.

- Karin - dije llamando la atención de la pelirroja, quien se encontraba muy pensativa.

- _____... - dijo ella interrumpiéndome - El bebé... Si es de Deidara, ¿Verdad? - preguntó dejándome anonadada.
Mierda, ella lo sospechó desde un principio y uso la elocuencia conmigo.

- Realmente logró calmarme - dije hablando del té que ella había preparado para poder cambiar el tema - ¿Sabes?, creo que iré a cocinar algo - me levanté de mi cama y Karin imitó mi acción.

- Te ayudo, pero no podrás evitar mi pregunta por mucho tiempo - respondió soltando una risa - Tampoco lo podrás ocultar, quiero decir, tu estomago en algún momento comenzará a crecer - susurró una vez fuera de la habitación.

- ¿Estás bien? - dijo Suigetsu preocupado acercándose a mí, en la punta de la mesa se encontraba Itachi junto a Sasuke esperando una respuesta.

- Soy una persona ataraxia pero de cierta forma tu actitud me inquietó - dijo Jūgo llegando al lado del pelo blanco.

- Oh... - mi pánico se hizo presente al no saber como responder.

- Ella está bien - dijo Karin rápidamente.

- Si, quiero decir... - la mirada de todos en mí literalmente me intimidaba - Solo discutí con Deidara, eso es todo - sonreí fingidamente.

- ¿Fue tan malo? - preguntó Itachi en un tono serio, como si el fuera algún tipo de hermano mayor.

- Terminamos - luego de mi respuesta, el comedor había quedado en completo silencio.
Aún seguían mirándome fijamente y fue Itachi quién decidió romper el mismo hielo que el formó con su pregunta.

- Está bien, luego hablaremos sobre eso - respondió dándome paso libre a mis actividades.
Entré a la cocina con Karin detrás.

- ¿Qué cocinarás? - preguntó la pelirroja intrigada.

- Realmente no lo sé, algo simple y que no tome mucho tiempo - respondí buscando algunos ingredientes.

- Me parece bien, yo iré a tomar un baño, trata de no gastar tanta energía... No te presiones - dijo con haciendo una mueca, yo solo asentí en respuesta, y no pasó mucho tiempo para que ella se retirara del lugar.

Y con mi momento a solas, era tiempo de volver a mis preocupaciones.
¿Qué tengo que hacer?.
¿Que hago si el bebé es de Deidara?.
O peor aún.
¿Que hago si el bebé es de Sasuke?, el y yo no tenemos ninguna relación, solo fue una noche, una maldita noche.
Pero ahora que lo pienso, si el bebé es de Deidara me encuentro en una situación similar, él y yo no somos nada.
¿Cuanto tiempo más voy a poder ocultar mi mentira?.
Necesitaba ver a papá, a Hinata, a Sakura, inclusive necesito el estúpido apoyo de mi mejor amigo, Naruto.
Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, quería convencerme que era por estar cortando cebollas, pero fue inútil, fue tan inútil que me quebré cuando caí en cuenta de que estaba sola.
Me sentía mareada, eran muchas emociones, pero todas llegaban a complementarse en una sola cosa, "problemas".
Mi cuerpo cada vez perdía energía y sentí cuando mis pies perdieron fuerza.
Creí que caería de un golpe seco al suelo, pero algo lo impidió.

- ¿Quieres hablar?, no estás nada bien - aquella voz apagada, aquel tono arrogante, y al mirar ligeramente hacia arriba, aquella mirada penetrante se encontraba acechándome, me sentía indefensa, como un cordero en la boca del lobo.

- Solo quiero descansar... - dije con la voz cortada, nunca me había sentido tan mal desde la vez que Sasuke dejó la aldea.

- Está bien, te llevo a tu habitación - dijo para cargarme tal cual padre carga a su hija pequeña, pero me sentí segura, mis piernas enrolladas en su cintura y mis brazos aferrándose a su cuello me dejaba un sentimiento de total protección - Le diré a Itachi que termine de cocinar y cuando todo esté listo te despertaré - dijo dejándome más tranquila, con sus pasos lentos y su respiración tranquila, lo único que se podía escuchar eran mis sollozos.

- Lo siento... - dije un poco sensible.

- ¿Porqué lo sientes? - preguntó confundido llegando al lado de su hermano, pude ver como el azabache menor solo le hacía una seña.

- Por ser una molestia - respondí una vez que llegamos a mi habitación.

- No eres una molestia - dijo Sasuke para luego suspirar - Solo estás pasando por un mal momento y necesitas ayuda, lo entiendo - dijo sentándome en mi cama - Te llamaré cuando todo esté listo... - dijo dándome una última mirada dispuesto a salir del cuarto.

- No... - dije negando repetidas veces - ¿Puedes quedarte conmigo? - pregunté haciendo que el azabache me observara sorprendido.
El se acercó a mi lado.

- Si eso te hace sentir mejor, lo haré - dijo haciendo que una sonrisa se escape de mis labios.
Asentí rápidamente y me acosté dejando un espacio a mi lado.
El Uchiha se acostó y ambos quedamos observándonos frente a frente.

- Gracias - fue lo único que logré decir para luego acercarme más a él y apoyar mi cabeza en su pecho.
No obtuve respuesta de su parte, y no la necesitaba, con tan solo su respiración me mantenía tranquila.
El sueño me fue ganando rápidamente, pero antes de quedar completamente dormida pude oírlo.

- Lo hago porque te quiero...

- Lo hago porque te quiero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Venganza Cancelada - Sasuke Uchiha y tu - COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora