Lo jodido de tener una "cita" con un hombre es que no se a donde llevarlo, después de salir de la escuela y asegurarme de que nadie nos viera subimos a mi auto, me puse en marcha hacia ningún lado ya que Jeffrey no se decidía por un lugar para comer.
- ¿Comida china?.
- Asquerosa.
- Pizza.
- No se me antoja.
- ¿Entonces que co...se te antoja?.
- Lo que sea, solo escoge tu, tu me invitaste.- estaba seguro de que no había sido así, ni de cerca pero no dije nada.
- Vale.- conduje hasta el centro comercial que frecuentaba con los chicos, había un buen lugar que vendía hamburguesas, las mejores que había probado en mucho tiempo, aparqué el auto en el estacionamiento y salí, Jeffrey por su parte seguía dentro, me acerque para ver porque no bajaba.
- ¿Sucede algo?.
- La puerta.
- ¿La puerta? ¿que sucede con ella?.
- No la has abierto, si no lo haces ¿como pretendes que baje?.- estaba seguro de que tenía una expresión de incredulidad y asombro, ¿que era el? ¿una chica? ¿pretendía que lo tratará como una? ¡No!, no, no, ni siquiera a una chica en mi vida la había abierto la puerta ni una miserable vez.- ¿y bien? ¿traeras la comida aquí o abrirás la puerta?.- deje salir un suspiro exasperado, “lo estas haciendo por tu orgullo y por cien dólares" me recordé a mi mismo, sin más opción abrí la puerta y este salio.
- Gracias.- me dijo sonriendo.
- De nada.- respondí molesto.
- ¿Que comeremos?.- pregunta mientras se agarra a mi brazo, era peor que una chica.
- Hamburguesas.- respondí tratando de soltarme de su agarre, cosa imposible ya que solo se aferró más.
- No suena mal.- una vez dentro del centro comercial Jeffrey se soltó de mi brazo y fue directo a una librería, agradecí que me soltara.
Una rubia de minifalda llamo mi atención, comenzamos a intercambiar miradas y una que otra sonrisa, observe hacia donde había visto a Jeffrey y este había desaparecido, quizás había entrado a comprar algo, tenia la oportunidad perfecta para conseguir el número de la sexy rubia, estaba por dar el primer paso pero Jeffrey salio de la nada abrazándose a mi cintura.
- Mira, vamos a ver.- la sexy rubia soltó una risa y se fue, me aparte de el.- ¿sucede algo?.- su mirada inocente me hizo sentir un escalofrío, sin duda el sabia lo que estaba haciendo, dos podían jugar su juego.
- ¿Que quieres ver cariño?.- dije tomando su mano y entrelazandola con la mía, por un momento me miró incomodo.
- Ah...eh si, un libro.- caminamos al interior de la tienda, olía a libros viejos, aunque no estaba del todo seguro si así olían los libros viejos.
- Es este.- dijo tomando con mucho cuidado el libro, lo tomo como si fuese la cosa más frágil del mundo.- es perfecto.
- ¿y....de que es?.
- una copia original de...
- ¿De verdad es taaaan importante?.
- Si.- me dio una mala mirada.- apuesto a que nunca has tenido uno de estos en las manos.- solté una leve carcajada.
- Lamento desilusionar te pero si los conozco, me he leído varios.
- Quien lo diría, siempre creí que eras un jugador descerebrado.
- Vaya que eres grosero.- comenzó a reír de una manera demasiado contagiosa que me hizo terminar riendo también.
- Vamos.- dijo poniendo el libro de vuelta con el mismo cuidado con el que lo había tomado.
- ¿No lo comprarás?.
- Mi presupuesto es de apenas un cuarto del costo.
- Ah.
Salimos de la tienda y fuimos directo a comer, Jeffrey se encargó de conseguir una mesa y yo la comida, gracias a mi buena suerte no había mucha gente así que no había tardado mucho esperando nuestra orden.
- Una hamburguesa doble queso, una orden de papas fritas y un refresco chico de naranja ¿cierto?.
- Tu memoria no es mala.- dijo tomando la bandeja con su orden, observó mi bandeja y después a mi.
- Como por dos.
- Lo note.- dijo sonriendo, su sonrisa era...era...bueno era suya...supongo.- así que...¿porque te llaman Duff?.
- La mamá de Slash me puso así.
- ¿Su mamá?.
- Si, Slash y yo somos vecinos desde siempre, así que regularmente me la pasaba en su casa, nunca entendí porque pero comenzó a llamarme así - Entonces, ¿son como una especie de mejores amigos?.
- Se podría decir que si, aunque no siempre fue así.****flasback*****
- Largo.- grite al niño que había tomado una de las cajas de la mudanza.
- Que pesado eres, yo solo venia a ayudarte.- me respondió.
- No te lo pedí así que deja ahí.
- Sabes, creo que eres divertido, ¿como te llamas? Yo soy Saul, tengo 6 años y tres meses con dos días casi siete, y vivo justo ahí.- señaló la casa justo alado de la mía.- podremos ser amigos, tengo televisión en casa pero no puedo verla todos los días, solo los jueves después de las tres, eres bienvenido a verla y también podemos jugar el resto de la semana, tengo juguetes y si tu no tienes yo te presto lo míos y...
- ¡Callate! ¡eres molesto!.
- Y tu muy enojon, me agrada, desde hoy seremos buenos...no, serás mi mejor amigo.****Fin del flasback****
- ¿Enserio?, no lo parece.
- Es un buen tipo.
- No lo dudo, pero si me hace preguntarme, porque son amigos, ambos son abismalmente diferentes.- siempre había escuchado eso y siempre me molestaba pero con el fue diferente, su tono no sugería nada.
- Supongo que por eso somos buenos amigos.
- Si, supongo que si.
- Entonces...¿desde cuando te van los tíos?.- pregunte tratando de cambiar el tema.
- Desde siempre.- cogió una papa y me apunto con ella.- no es como si de la nada decidiera que me gustan los hombres, aunque bueno supongo que lo sabes.
- Si...claro, entiendo eso perfectamente.- estaba seguro de que el sabia que estaba mintiendo.
- Si...eso...hmm...
- Así que...hace calor...
- Aja...- está era la conversación más estúpida de todo el siglo, estaba seguro de que no teníamos nada en común.
- Y...
- Si...las papas están geniales.
- Lo son...
- ¿Quieres pa...- un ruido extraño lo interrumpió, era su móvil.- lo siento, debo contestar.
- Adelante.- me sonrió a formar de disculpa y contesto.
- ¿papá?, ah, si, si, en diez minutos.- sin decir más colgó el teléfono.- lo siento, tengo que irme.
- ¿Sucedió algo?.- no era que me importara pero tenia que preguntar.
- No, sólo tengo que volver.
- ¿Te llevo?.
- No es necesario, puedo tomar un taxi.- miro al rededor del lugar y se inclinó sobre la mesa, jalo mi corbata del uniforme y medio un corto beso.- te veo mañana, ah si, creo que es oficial, estamos saliendo.- tomo sus cosas y se fue del lugar dejándome todo atontado, no sabia como me sentía, ¿incomodo? ¿molesto? No lo se.......