Destino;; 07

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Me levanto con la vista algo borrosa, no se cuanto tiempo estuve durmiendo solo se que ya amaneció. Rápidamente a mi lado aparece Hwasa, al parecer ya ha vuelto de su salida.

— Ehhy Niño. ¿Como estás?— Como siempre habla de esa forma tan informal que la caracteriza, la verdad es que la echaba de menos.

— Ohh Hwasa. ¡Ya has vuelto!— Me acercó a ella para abrazarla y ella corresponde de forma animada.

— Si que estas contento de verme.— Me separó un poco de ella y acaricia mi cabeza amigablemente.— ¿Qué quieres comer pequeño?— Me pregunta empezando a sacar la ropa del armario para vestirme con algo más que una camiseta y la ropa interior.

Sin embargo yo no estaba prestando atención, solo me levanto y me calzó.

— ¡Luego te veo!— Digo comenzando a correr en dirección al despacho de Hyung.

Tengo muchas ganas de verle, él ayer me salvó y me demostró que se preocupaba por mi. Llego y abro la puerta sin pensar, Hyung se encontraba en su escritorio firmando papeles aburridos.

Me acercó a él entusiasmado, en el proceso recuerdo lo todas las cosas incómodas que ocurrieron ayer. Trago saliva arrepentiendome de mi acción.

— ¡B-buenos días Hyung!— Estaba nervioso pero también ansioso por hablale.

Él levanta la cabeza de sus papeles dejando la pluma aún lado y juntando sus manos. Me mira de arriba abajo dejando ver una mueca de feliz en su rostro.

— Taehyung... ¿Por qué sigues en pijama?— Ríe un poco, él también está feliz de verme, lo noto en sus ojos.— Deberías ir a vestirte, hace frío.— Vuelve a tomar su pluma y comienza a escribir como si yo no estuviera.

Infló los mofletes fingiendo estar molesto porque me hubiera ignorado. Rápido me acercó aún más a él para sentarme en sus piernas. Creo que nunca hice esto. Es la manera perfecta de molestarlo y a la vez recibir su atención.

— ¡Taehyung oye!— Se echa hacia atrás mientras yo me acomodo. Suspira frotando su cabeza con la mano que no sostenía la pluma, empezaba a enfadarse.

Me hago pequeño en sus piernas pensando que me empujará pero no... Con sus brazos enrolla mi cuerpo de forma cómoda para poder escribir, también dándome calor para no pasar frío. Creo que nunca habíamos estado tan cerca uno del otro, excepto por lo que pasó ayer.

Alguien rompe el silencio establecido en la sala llamando a la puerta. Jungkook finge que no escuchó nada y la persona entra sin permiso. Miro en su dirección encontrando a Hyungsik, él camina hasta detenerse junto enfrente del escritorio.

No quiero verle, es un hombre malo que buscaba aprovecharse de mi, siento miedo por él.

— Buenos días parejita, ya veo porque estabas tan enfadado ayer.— Dice Hyungsik con un tono de superioridad moral que no comprendo, debería sentirse avergonzado.

Me escondo en los brazos de Jungkook buscando más protección, no quiero que me pase lo de ayer. Quien sabe si con su mirada puede hacer que me sienta de nuevo de esa forma tan extraña.

— Hyungsik te deje quedarte en el castillo como consejero del ejercito por la ayuda que le ofreciste a mi hermana en su momento pero... ¿Por qué piensas que te voy a perdonar esta?— El tono de Jungkook cambia completamente a uno de verdadero enfado. Creo que esta muy furioso.

— No se, quizás porque soy una de las pocas personas que saben lo que realmente le pasó a tu hermanita. Creo que si quieres que ese secreto se mantenga siendo así, deberías mantenerme cerca. ¿No?— Le miro y él me guiña un ojo, ahora sentándose en la mesa. Puedo ver cómo Hyung hace fuerza con sus manos en la pluma, parece que vaya a explotar en cualquier momento.— Además. ¿Qué tanto hice mal? Es decir, me he aprovechado de muchas personas en tu castillo. Siempre lo has sabido, pero en el momento en el que tocó algo que te gusta, sacas las uñas. ¿Tanto te importa si se la meto al niño?— Sus palabras me parecían vulgares pero tampoco entendía mucho, él estaba intentando ridiculizar a Hyung a través de mi.

Jungkook deja su pluma encima de la mesa y fuerza una sonrisa acercándose lentamente a Hyungsik intentando agarrarlo del cuello pero él se aleja con magia.

— Algún día, pagarás por esto, lo sabes. No me importa lo que hagas pero hay cosas que no se tocan. ¿Lo has entendido?— Se vuelve a incorporar visiblemente molesto, pero un poco más tranquilo al ver cómo Hyungsik sale de su despacho.

Me quedo aún en el sitio escondido en la ropa de Jungkook, no deseaba salir, él parecía muy furioso y eso seguro me caería a mi de alguna forma. Aunque eso tampoco era lo que más me disgustaba en este momento. Hyungsik tenía pensado aprovecharse de mi, usando la magia para ello pero ni siquiera recibirá un mínimo castigo. Me parece tan... Injusto.

— H-hyung~.— Sentía un nudo en mi pecho, creo que nunca me había pasado algo parecido.— T-tengo miedo.— Trago saliva escondiéndome cada vez más en su pecho.

Jungkook no dice nada, solo intenta mantener una pose cómoda para ambos, mientras él hace su trabajo.

Hyungsik se estaba riendo de mi

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Hyungsik se estaba riendo de mi. Si no le debiera nada simplemente acabaría con él aplastando su cabeza con mis propias manos o viéndolo arder en mis llamas.

— Taehyung, apartate.— Después de un rato le ordeno que se retire, no soy una puta almohada.

No lo miro, mantengo mis ojos en mi escritorio sin dejar de escribir en las notas del reino. Aun así Taehyung no se aparta de mi, sigue aferrado a mi abdomen como si su vida dependiera de ello. ¿Acaso no me entiende cuando hablo? Joder.

— ¡Taehyung te digo que gracias apartes!— Grito sorprendiendo al pequeño que no esperaba ese cambio de comportamiento tan grande.— No soy tu madre, ni tu puto amigo y menos tu novio así que apartate de mi.— Le ordenó de una forma más severa, esperando que al fin se aparte de mi.

Siento mi camiseta mojarse de algo cálido, después de escuchar unos pucheros. ¿Enserio está llorando? Los humanos son demasiado sensibles.

Me levanto de mi asiento sin importarme que se caiga de mi regazo, sus lágrimas aumentan y yo le empujo para que deje de mancharme con sus lágrimas de mierda.

— H-hyung~...— Su voz tiembla cuando llora poniendo las manos juntas en su pecho. Se comporta como un niño pero tiene ya una edad, debería comportarse como un adulto.

— ¡Deja de llorar!— Le digo cuando su llanto comienza a parecerme molesto. Su voz es tan irritante cuando llorar. Después de mi grito su llanto aumenta haciendo que sea aún más insoportable.— ¡Te he dicho que dejes de llorar! ¡Eunha!— Grito sin darme cuenta de que en lugar de decir su nombre dije el de mi hermana.

Abro los ojos sorprendido. ¿Qué he dicho?

Froto mis ojos saliendo del despacho, no se a donde ir solo quiero desaparecer de ahí.

𝑭𝒊𝒓𝒆 𝒌𝒊𝒏𝒈𝒅𝒐𝒎 « KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora