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Bajamos corriendo la colina y nos escondimos detrás de las calabazas, observando la conversación que habíamos tenido con Hagrid.

Hagrid: ¡Un gran hombre, Dumbledore!

Dumbledore, junto a sus acompañante, ya se acercaban a la cabaña de Hagrid.

Harry: Ahí vienen. Más vale que me apure –se intentó levantar para soltar al hipogrifo, pero Hermione lo sentó de nuevo.

Hermione: Fudge debe ver a Buckbeak antes de robárnoslo.

–Si no, pensará que Hagrid lo liberó.

Ron: ¡Scabbers! ¡Está viva!

Hagrid: Vigila mejor a tus mascotas.

Harry: Es Pettigrew –vi el enojo en su cara, quería ir por ella.

Hermione: Harry, no puedes.

Harry: Hermione, él traicionó a mis padres. ¡No me quedaré aquí sentado! –se levantó.

–¡Sí, tienes que quedarte! –lo jalé, sentándolo detrás de las calabazas.

Hermione: Harry, estás en la cabaña de Hagrid ahora. ¡Si entras, vas a creer que te volviste loco!

–Les pasan cosas espantosas a quienes alteran el tiempo.

Hermione: Ya viene Fudge –se asomó– Y no nos estamos yendo. ¿Por qué no nos estamos yendo?

Vi una piedra encima de la calabaza, la misma que habíamos recogido en la mañana. La tomé y la lancé adentro de la cabaña. El jarrón de la mesa se rompió a la mitad.

Harry: ¿Estás loca?

Hermione: No, es lista –tomó otra roca y la lanzó, le dió a Harry del pasado en la cabeza.

Harry: ¡Eso me dolió! –se quejó y sobó su cabeza.

Hermione: Perdón.

Dumbledore y sus acompañantes entrarían a la casa y nosotros del pasado saldríamos por la puerta trasera.

Hermione: ¡Estamos saliendo por atrás! ¡Corran!

Nos escondimos en el bosque, detrás de unos arboles. Nosotros del pasado se quedaron atrás de las calabazas.

Hermione: ¿Así se me ve el pelo de atrás? –se asomó un poco y pisó una rama, haciendo ruido.

Hermione y yo del pasado volteamos a la dirección de los arboles donde ahora nos escondíamos.

Ron: ¿Qué?

Hermione: Me pareció ver... olvídalo.

Ron: ¡Vámonos!

Los chicos del pasado iban subiendo la colina y nosotros pudimos salir de detrás de los arboles. Volvimos a escondernos detrás de las calabazas.

Hermione: Okey, ya vayan. ¡Vayan! 

Harry y yo nos acercamos cuidadosamente a donde estaba Buckbeak amarrado.

Hagrid: Señor Ministro, le vendría bien una taza de té.

Fudge: No, no quiero té.

Harry y yo le hicimos una reverencia a Buckbeak y este la devolvió rápidamente, pudimos acercarnos.

Fudge: El verdugo está actuando en nombre del comité.

Harry intentó desenredar la cadena a la que Buckbeak estaba amarrado, pero un cuervo lo mordió en el dedo.

𝐌𝐈 𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐀 𝐏𝐎𝐓𝐓𝐄𝐑 (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora