¿Sofia Potter? ¿La hermana melliza del famoso Harry Potter...?
¿Ella sobrevivió a Voldemort? ¿Es solo un chisme entre magos?
Ella crece sabiendo la verdad, aunque debe de mantenerlo en secreto para no atraer el riesgo.
Él crece sin tener la menor...
Después de unas agradables vacaciones y muy necesitadas vacaciones, todos fueron de regreso a Hogwarts.
Todos se reencontraban con sus amigos en los patios de Hogwarts. Harry y Cho platicaban y reían juntos, mientras iban en dirección al castillo.
Sofia caminaba junto a sus amigas Pansy y Astoria, mientras se contaban acerca de la Navidad con sus familias.
Astoria: No ha estado mucho en casa, mi padre. Siempre está preocupado y distante. Mi madre no quiere hablar al respecto y prácticamente cené con un elfo doméstico a un lado. Gran Navidad, ¿no?
Pansy: Lo entiendo. Mis padres han estado prácticamente fuera de casa todo el tiempo. Solo mi madre asistió a la cena. ¡Una cena de dos!Fue algo incómodo, para ser sincera.
Sofia: Bueno, yo no tengo padres. No sabría qué opinar.
Las tres chicas rieron. En ese momento, el platinado se acercó a ellas.
Draco: Buenas tardes, señoritas. ¿Qué tal las vacaciones?
Las tres chicas se voltearon a ver entre ellas y rieron.
"Genial" –dijeron las tres al mismo tiempo.
Draco: Okey... –dijo sin entenderlas– Me alegro, supongo. Ahora, se las robaré unos minutos.
El chico jaló a Sofia del brazo, llevándola detrás de una columna de los patios del castillo.
Sofia: Hola, Draco –le sonrió inocente– ¿Cómo estuvieron tus vacaciones?
Draco: Bueno... pudieron haber estado mejor.
Sofia: Lamento eso –la chica pensó que quizá Malfoy ya sabía acerca de lo de su padre, pero no se atrevió a mencionarlo.
Draco: No tiene importancia. Venía a hablarte de otra cosa.
Sofia: ¿Mhm? Interesante.
El chico metió la mano dentro de su túnica. Dejó ver una pequeña caja de terciopelo sobre la palma de su mano. Sofia arrugó sus cejas, algo divertida.
Sofia: ¿Me vas a pedir que me case contigo? ¿No piensas que es un poco rápido? Digo, ni siquiera tenemos una relación formal –bromeó.
Draco: Ja, Ja. Chistosa.
El chico abrió la cajita, dejando ver un hermoso anillo de oro con pequeños diamantes blancos a los lados y una gran piedra de esmeralda en el medio.
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Sofia: ¿Qué es...? –la chica estaba en shock.
Draco: Lo compré para ti. Feliz Navidad.
Sofia: Pero, Draco... No puedo aceptar eso. Se ve extremadamente caro.
Draco: ¿Qué importa el precio? Lo mandé a hacer especialmente para ti. ¿Te gusta?
La chica pelirroja asintió, con una gran sonrisa en sus labios.
