Felix no decidió tener un hijo, es más, ni lo había planeado; sin embargo, la vida da vueltas como un carrusel con problemas y terminó en estado de embarazo. Hablando de vida, esa cosa que crecía en su interior aún no la tenía, era en ese momento o nunca.
Un extra era que después de ello podía comerse un emparedado de feto junto con María, la chica más proaborto que había conocido. No obstante, no se confundan apuesto que si él le comentaba que quería tener al bebé ella lo iba a apoyar, hasta le organizaría el baby shower, al igual que estaría allí a su lado en la clínica de abortos.
Pero ¿qué había de MinHo?, ¿cómo reaccionaría él?, ¿él quería ser padre? De todos modos, primero lo consultaría con la mejor chica, María, quien realizaba un papel similar a la de una hermana mayor; sí, podría decirse que María era su mejor amiga.
—¡María! —Gritó desde su habitación, aplanado en su cama mientras se sofocaba en sus pensamientos y miedos.
La chica a los cortos segundos abrió la puerta asustada, pues se notaba que en realidad le preocupaba bastante ese pequeño chico pecoso sin preparación alguna para un embarazo.
—¿Qué necesitas, mi rey?
—¿Qué opinas de... que aborte? —Interrogó con una voz sumamente baja, la cual la chica con costo llegó a captar. A Felix se le oía con pánico, tal si fuese un pecado capital y el Padre lo estuviese oyendo.
—Así que has elegido el camino de ser un asesino.
—¿¡Qué!?
—Es broma, corazón, ese saco de células ni ha desarrollado el sistema nervioso. Pero, Felix, esa es tu decisión, por lo tanto, no le tienes que preguntar a nadie sobre qué es lo que deberías hacer con la bendición. Piénsalo, yo estaré aquí para apoyarte.
Lo envolvió entre sus brazos en amago de reconfortarlo. Al fin y al cabo, ellos dos eran como hermanos, se apoyaron como los dos extranjeros que eran en un país un poco conocido.
—¡Hola! —Exclamó un eufórico MinHo en la entrada de la habitación.
Sí, porque para MinHo ver a Felix era una razón por la cual estar alegre, o sea, por más que el día hubiese sido nefasto, eso pasaba a segundo plano cuando estaba junto al chico bonito con pecas. MinHo, de verdad amaba al Lee menor con su ser completo.
No obstante, al observarlo abrazar a María con esa expresión de terror y preocupación, sollozando a la vez, su mundo se le vino abajo, al igual que sus ánimos.
Así que se acercó donde estaban con el propósito de fundirse con ellos en la calidez de sus cuerpos. Aunque no comprendía el motivo, pero era más importante que su pareja estuviese estable. Ya después tendría tiempo de indagar.
María al ver esto se enterneció —al punto de querer golpearlos— para después separarse de ellos, pues primero chismosa que mal tercio. Así, dedicándole una mirada cargada de valor hacia Felix, abandonó el cuarto rogándole internamente a su amigo Chan, el del piso de abajo, que todo saliese con éxitos.
Del otro lado de la pared, Felix intentaba obtener la valentía que la chica le había transmitido y tambien se convencía así mismo que quizá decirle era la mejor opción, después de todo Lino tenía que estar enterado, pues un espermatozoide suyo había sido el causante de todo ese embrollo.
—Lino... ocupo confesarte algo.
—¿¡Tienes piojos púbicos!? Dicen que con champú de perro se quitan.
—¡No!, ¿¡qué!? ¿Por qué de pronto mencionas eso!? —Preguntó exaltado con sus mejillas coloradas y en punto de ebullición, según él mismo.
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mata bebitos ⸼ MINLIX
Fanfic⸼ ───── "¡Noo, Felix, eres un mata bebitos!". Sí, Felix está embarazado y quiere abortar; sin embargo, su novio, MinHo es provida y escritor de wattpad, pero eso no tiene nada que ver, ¿o sí? No, no, la verdad no...