♤Protect♤ NCT Harem

♤6♤

Dos meses habían pasado desde que los chicos estaban aislados con aquellas chicas. Los chicos habían mejorado considerablemente hasta el punto de darle guerra a Elionor en las peleas cuerpo a cuerpo. Rebeca había innovado con ejercicios varios, haciendo algunos entrenamientos hasta divertidos. Aunque eso no descartaba que acabasen siempre molidos. Los domingos aprovechaban para caminar por el bosque e ir conociendo a las chicas, quienes poco a poco se iban abriendo a ellos. Habían descubierto que no eran tan malas como las solían pintar en las noticias cuando pasó aquel incidente.

Elionor fue desde el primer segundo muy linda y amable con ellos. Siempre intentaba ayudarles en lo que pudiese y nunca se negaba a volver a repetir los pasos cinco veces. Lena era más estricta y fría, pero tampoco tenía problema en volver a repetir algo que ya hubiese dicho. Era como una madre, ya que se preocupaba si habían comido a tiempo y lo adecuado. Rebeca era más salvaje. Aunque al principio fuese desafiante, ahora era más juguetona con los chicos. Se había encariñado especialmente con Haechan al tener personalidades similares. Alba, por su parte, era la que más reservada y callada se mantenía. Se había abierto mínimamente a los chicos y se comportaba siempre como una tutora aunque no estuviesen en horario de entrenamiento. Con quien era más confiada era con Jungwoo. Desde que le ayudó, habían estado entrenando juntos cuando el chico se lo pedía.

Hoy era un domingo soleado en el que los chicos podían descansar. Algunos salían a pasear, otros jugar a la play, otros a ver series y otros seguían entrenando un poco. Alba pasó por un pasillo y se paró al lado de la ventana, observando cómo Kun y Taeyong hablaban entre ellos dando un paseo alrededor de la mansión. Inmediatamente se acordó de sus amigos y familiares. Les echaba de menos, pero en su situación no podía volver. Suspiró apartando la mirada y siguió su camino. Caminó por dos pasillos más y entró a una habitación, la cual las paredes eran estanterías llenas de miles de libros de todo tipo.

Alba se paseó por aquella sala mirando las estanterías que contenían los libros de fantasía. Adoraba leer aquellas historias llenas de magia y criaturas. Agarró uno de los libros y empezó su lectura mientras iba paseando de aquí por allá. Tanto se había sumergido en la historia que ni cuenta se había dado de que alguien la observaba.

El joven Huang Renjun estaba desde bien pronto en aquella inmensa biblioteca leyendo información sobre técnicas de lucha y control de armas. Se estaba acostumbrando a aquel entrenamiento y, aunque la lucha cuerpo a cuerpo aún le seguía costando, el tema de armas se le daba bien. En uno de sus parones para descansar la vista, vio una silueta moverse por las estanterías. Extrañado, pensó que Haechan quería gastarle una broma, pero lo descartó al ver aparecer a Alba. Lucía bonita, con ropa casual, el pelo recogido en una coleta con algunos mechones sueltos que tapaban su ojo izquierdo, y unas gafas que la hacían ver más intelectual de lo que ya era.

Sin saber el motivo, sonrió al verla. No se esperaba encontrarla tan casualmente, ya que de costumbre solía encerrarse en una sala a la cual no tenían permitido entrar aún, según sus compañeras. Dejó el libro que sostenía en la mesa y se dedicó a observar los movimientos de la castaña. Alba sentía una mirada, lo sabía, pero no quería despegar la vista del libro. Quería seguir leyendo aquel libro e imaginarse que ella era la valiente protagonista que encontraba el amor y luchaba por lo que quería. Por suerte, justo acabó uno de los capítulos y se dio el lujo de alzar la vista, encontrándose al chico observarla.

Se quedaron mirando durante unos segundos que parecieron eternos. Parecía como si el tiempo se hubiese parado por ellos. Alba estaba sorprendida de que alguien, a parte de Eli, Lena y ella, estuviese allí pasando su tiempo libre. Renjun amplió levemente su sonrisa al ver el rostro sorprendido de su mentora. La chica se acercó donde estaba él.

—No pensé que alguien querría pasar su tiempo libre en la biblioteca. —Comentó ella sentándose a su lado.

—Quería estudiar un poco más sobre las técnicas de lucha y buscar alguna información sobre armas. —Explicó Renjun dándole una mirada rápida a los libros que tenía escampados en la mesa.— ¿Y tú?