Abrí mis ojos. La habitación estaba hecha un desastre. Cosas por todos lados, libros, ropa y comida. Sin embargo, había algo que destacaba encima de las cajas.
Era una corbata. Para ser más exactos, una de patos. Qué ridículo, ¿Quién en su sano juicio usaría algo así? Pasé por encima de algunas cajas y me senté cerca de la ventana, tomé una taza de café y bebí.
Solo un hombre feliz usaría algo así. ¿Por qué? Bueno, no tendría mucha preocupación por lucir bien para conquistar, así que sospecho que seguramente está casado. Casado, uno de novio no se muestra como un desecho. Y, probablemente debía tener un buen trabajo, seguro. Esa corbata no es para alguien que necesite entrevistas ni mucho menos, sino para hombres con un puesto fijo.
Algo en el diseño me dice que seguramente fue comprada en compañía de un niño. Seguramente un sábado por la tarde comiendo helado, la compró porque a su hijo le gustó y le haría gracia a su esposa, ¿y qué no haría el para verlos feliz?
¿Qué hacía en mi apartamento algo así? A mí jamás podría pertenecerme.
La corbata estaba manchada, posiblemente de dulce, del desayuno. Tal vez, jugando con su hijo y su esposa, el dueño de la corbata debió decirles cuánto los amaba, cuán feliz era despertándose todos los días a su lado, debió haber jugado más al avioncito con su hijo y cargarlo hasta su cama cuando se quedaba dormido.
Pero una vez más, qué sabré yo de eso.
El hombre dejó la taza sobre la mesa, y sin arreglarse, y con la misma ropa que llevaba hacía semanas, salió del pequeño apartamento en el que vivía.
Una foto de cayó del portazo.
La corbata colgando felizmente del cuello de un hombre que nadie conocía y que no volvería a sonreír.
ESTÁS LEYENDO
Cuentos para no dormir.
General FictionRecopilación de cuentos cargados de desesperanza, desilusión, y dolor en cada uno de ellos... Una corbata perdida, un gato que quiere conocer el mundo pero que no puede salir de su casa, un amor imposible... Si te gusta leer cuentos para ir a dormi...