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Narrador Omnisciente:

Besos, suspiros entre cortados y caricias subidas de tono mantenían ocupada a cierta pareja dentro del vestidor. No se separaban ni un milímetro y pronto dentro del reducido espacio comenzó a hacer calor, mucho calor

Nuestra protagonista no pudo contener un gemido envuelto en placer, dejó caer su cabeza hacia atrás y apretó el cabello de aquel Inglés que la mantenía presa entre sus brazos, presa de la pasión

Amber baja su mano derecha hasta la entrepierna de él, dando una juguetona y sutil caricia ahí, enloqueciendo a su amante

Las palabras quedaron atoradas, la cordura se fue de vacaciones y la lujuria tomó el mando. Al momento que Ben llevó sus dedos al centro de ella, a punto de perder el control una persona los tomó desprevenidos, apagando cualquier intento de ir más allá

Habían olvidado que estaban en un lugar público y que los trabajadores rondaban los vestidores cada cierto tiempo para asegurarse de que todo estuviera en orden

Por ello, cuando un chico de unos veintiún años que llevaba cinco días trabajando ahí aseguraba la zona, giró extrañado al ver un sofá con una bolsa, unos botines de mujer muy pequeños a su vista y un saco largo, parecía  de propiedad masculina

Busca alrededor por si alguien volvía ahí, pero todas las personas estaban muy lejos, en otros vestidores y al tanto de sus pertenencias

Hasta que decidió preguntar en el vestidor que daba justo en frente.
Se sonrojo al escuchar un gemido, parece de una mujer y no cree que sea por lo que se probaba. Tomando valor y lamiendo sus labios nervioso se acercó hasta ahí y vio danzar apasionadamente una pareja

- Perdonen - dos pares de ojos se abren como omóplatos hacia él, avergonzados y sorprendidos - es inapropiado que hagan algo así en los vestidores

La escena era chusca y daba vergüenza ajena, así que el chico tomó distancia y dejó caer la cortina para darles privacidad, sin poder seguir viendolos a los ojos - Será mejor que, d-decidan salir y, y  abandonen el establecimiento o... llamaré a seguridad - infla inútilmente su flacucho pecho y cruza sus brazos, deseando que la tierra lo trague

Sin decir una sola palabra un rubio bastante acalorado sale de ahí arreglandose el cabello y camisa, a los cinco minutos la joven castaña abandona el probador con la cara más roja que la del chico que los pilló. No para de alisarse la falda negra y su chaqueta de pana

- Lo lamentamos en verdad, esl nunca debió pasar, sólo... - se rinde Benjamin pojiendo los brazos en jarras - lo sentimos

El joven asiente nervioso aún y se acerca cauteloso

- ¿Compraran algo, al menos? - Amber asiente y camina a él

- Si este vestido, por favor

La acompaña a la caja para comprarlo, Jones toma las cosas que estaban ahí botadas y la alcanza antes de que siquiera saque dinero para pagar

Se adelanta sacando su billetera y extiende una tarjeta de crédito - Cobrelo aquí por favor

Amber se gira a él, apenada - ¡Ben no! No es necesario

- Quiero hacerlo

- Si pero....-

- Amber - la cajera no sabe que hacer, se siente abrumada y especialmente por la presencia de uno de ellos - quiero hacer esto, déjame por favor regalarte este vestido

Lo mira rindiéndose y cayendo ante la verdosa mirada que le ruega su aceptación - Gracias, en serio muchas gracias

Sonríe de lado y la cajera acepta la tarjeta, dobla prolijamente el vestido y lo mete en una bolsa con el logo de la boutique

》》COMPASS《《Ben Hardy. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora