Junior
Yo quería una noche tranquila. Una noche disfrutando de la compañía de Emily, una buena película de terror y, con buena suerte, la oportunidad de... ¡no sé! En realidad, no sé bien de qué quiero tener la oportunidad, pero sé que no quería tener a todos mis hermanos y a mi cuñada Vic rondando por aquí, armando jaleo y haciendo de las suyas.
—Hazme una foto así, Ethan, en plan perra sexy. La voy a subir a Instagram para que se joda Shane.
—Claro que sí, y de paso alegras la vista a tus miles de seguidores —le dice Vic—. Hazme caso, no es buena idea usar las redes sociales para estas cosas. Te lo dice una experta.
—Vale, bien —dice mi hermana—. Entonces hazme una foto en plan perra sexy para mandársela directamente a Shane. Si él pudo mandarme una foto por error, yo puedo hacer lo mismo.
—Eso no es buena idea por muchas razones...
Mi hermano Ethan intenta, contra todo pronóstico, ser maduro y convencerla de lo mala idea que es, pero yo sigo aquí, clavado detrás de Emily, que se ha puesto tan tensa que, de tocarla, me recordaría al mármol. Se gira lentamente, como si intentara pensar una buena excusa a toda prisa. No la tiene. Ella lo sabe y yo también. Últimamente hace estas cosas. Tiene salidas extrañas. Un segundo es la dulce y cariñosa Emily y al siguiente se enfada porque no me pongo camiseta o porque no cierro bien los champús y geles de baño o porque... Bueno, por cualquier cosa. En realidad, no necesita mucho para estallar. Al principio no tenía mucha idea de qué iba el tema, pero poco a poco me he ido fijando en los detalles. No soy idiota. Le molesta, supuestamente, verme el torso, cuando antes le daba lo mismo. Se pone nerviosa si me acerco mucho. Se ríe tontamente cuando hago chistes malos, pero, si se da cuenta, se frena en seco. Algo está cambiando, pero no sé exactamente qué. Y lo más importante: no sé si quiero que cambie. Quiero decir, yo he cambiado, eso es innegable a estas alturas, pero ¿es buena idea que ella también lo haga? Porque ahora mismo solo puedo pensar en lo difícil que será esto si los dos tenemos que controlarnos continuamente para no hacer algo de lo que podamos arrepentirnos de por vida.
—En realidad, ellos querían informarte de lo que están organizando para Halloween y les dije que podían venir, pero no pensé que... —Mira en derredor y suspira—. No pensé que nos molestarían tanto, la verdad. Va a ser una noche larguísima y mañana no podremos ir a correr.
—Oh, sí, sí que podremos.
—Pero nos acostaremos tarde y...
—Eso, cielo, tenías que haberlo pensado antes de invitarlos.
—Oye, que son tu familia.
—Lo sé, y por eso precisamente te lo digo. Van a liarla muchísimo, pero bueno, no pasa nada. Mañana te haré madrugar tanto como para que la próxima vez te pienses mejor eso de invitarlos y cambiar una noche tranquila por... —Señalo a mi hermana Daniela, que ha obligado a Adam a hacerle una foto a cuatro patas en el borde del jacuzzi— eso.
Emily intenta buscar una excusa para llevarme la contraria, pero no la tiene. Y yo intento no enfadarme de verdad, pero es que me parece increíble que prefiera esta locura antes que tumbarse en el sofá conmigo.
No, en realidad, no es que me parezca increíble, es que me duele. Y eso es una mierda enorme, porque significa que me importa mucho más de lo que debería.
—Voy a ducharme —le digo a Emily.
—Oli...
Me giro cuando ya he abierto la puerta de la cocina. Sus ojos reflejan algo que no sé reconocer, pero imagino que se trata de un poco de orgullo mezclado con arrepentimiento. En sentimientos contradictorios, Emily Corleone León se está haciendo experta.
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Tú y yo, aunque arda el mundo
RomantikHistoria de amor de dos personajes secundarios de Serie Valientes (Editorial Penguin Random House). Junior es hijo de Oliver y Daniela Acosta, tiene tres hermanos, trabaja como cirujano en Los Ángeles y piensa que no le falta nada en la vida... has...