-Capítulo 4-

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Hoy he logrado tener algo de privacidad, mis hermanos se han repartido las tiendas y yo estoy solo. He colgado una linterna con una cuerda y estoy mirando los mapas y haciendo cálculos.

Escucho un ruido fuera y cuando veo que abren la cremallera, cojo el cuchillo y me preparo.

-Hola ¿Puedo pasar?

-¿Michelle?- Lo guardo -¿Que demonios haces levantada?

-¿Y tu?- Entra y cierra -¿Estas calculando la ruta?

-Para los próximos días- Doblo el mapa -¿Que haces aquí?

-He pensado que podríamos hablar- Estamos un poco estrechos, porque todo esta lleno de papeles. Se da cuenta de que se ha sentado sobre algo, y se mueve para sacarlo -Perdona, es... ¿Importante?- Estamos muy cerca.

Ella se inclina un poco y nos besamos. Todo se vuelve demasiado intenso, no se porque le quito la camiseta y nos tumbamos, no puedo.

-Mejor no seguimos con esto- Le doy su ropa, pero ella la deja a un lado.

-A los dos nos vendría bien relajarnos un poco ¿Que tiene de malo? Somos adultos- Vuelve a acercarse.

Me fijo en como me esta mirando los labios, va subiendo y cuando me mira directamente a los ojos olvido todo en lo que estaba pensando. La abrazo a mi y nos besamos, esta vez de verdad. La ayudo a quitarme la ropa y nos deshacemos del resto de la suya, nos tumbamos sobre los papeles sin importar si se rompen, le aparto el pelo a un lado para besarle el cuello. Huele tan bien.

Hace realmente mucho tiempo que no estoy con una chica, demasiado centrado en la misión y tengo que decir que estar piel con piel es una sensación muy agradable, Michelle es muy guapa.

Ella aun esta encima, así que la sujeto a mí haciéndonos girar, coloca las piernas a la altura de mis caderas y nos dejamos llevar. En algún momento nos quedamos dormidos, pero una pesadilla la despertó sobre las cuatro de la mañana. Volvemos a vestirnos y me asomo para ver como entra en su tienda, antes de cerrar la cremallera me lanza un beso. Cuando entro recojo todos los papeles, que ahora están desordenados.

Abro los ojos y veo como algunos rallos de sol traspasan la tela de la tienda. Mi cabeza vuelve a estar centrada y ahora me preocupa que lo que pasó a noche nos afecte de alguna manera. De lo que utilizo de almohada saco ropa limpia y me cambio antes de salir.

-Buenos días, parece que a alguien se le han pegado las sabanas- Dice Chenco. Ellos están acabando de desayunar.

Me doy prisa en lavarme los dientes y luego uno de mis hermanos me pasa una taza de café. Hoy soy el último en recoger mi tienda.

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⏰ Última actualización: Nov 20, 2020 ⏰

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