Parte 1 - Un Extraño Saber

Capítulo 1 - Una fría máquina de cosas que pensar

Esa mañana Teodoro despertó lleno de vida, y se dirigió a la psicóloga, quien estaba realizando sus labores hospitalarias un poco inquieta por instantes, pero tranquila y decidida como era ella a veces.

Ya en la sala de la sesión, Teodoro la saludo tranquilamente y titubeó en si debía decir algo o no, pero la psicóloga tomó la delantera. Sin inquietarse y fuertemente decidida a hacer el bien, la psicóloga le dijo a Teodoro, como tomando palabras prestadas, lo siguiente

-El tipo de magia que usa el chamán es una magia benéfica, y si bien su uso desproporcionado puede resultar en una mimada constante para escapar de la realidad, es usada por Teodoro para incentivar a las personas a vivir una vida fuerte y bella.

Teodoro entonces, fascinado y confundido le dijo

-Eso es magia benéfica, pero mis palabras esconden una revelación, una videncia, un flujo de cosas secretas que comunmente no se ven para ciertos sectores o masas de gente. Para llegar a este grado de videncia es requerido dejarse llevar por las palabras. 

Ya fuera de la sesión, Teodoro fue a una plaza, donde se encontraba reunidas un grupo de personas, y les habló así

-Creemos que el bien es una verdad suprema, y por este bien matamos. Que no se me malentienda, ya lo decía Charly García, la locura es poder ver más allá. Sed cultos. Descifren la mecánica de mis palabras (esto es entender los opuestos). La vida les será más fácil, o mejor aún, podrán entenderla. El chamán es quien con las palabras que dice crea, dice mentiras solo para aquellos que no están instruidos en la magia. El chamán cuenta una historia, y en cierto punto de su historia hace una pausa para redefinir lo que va a decir a continuación, el chamán crea estructuras y las manipula de acuerdo a su deseo más ferviente de amor por la libertad. El chamán es un artista, su arte habita en su don por manipular la naturaleza y sus leyes naturales, pero el chamán también es libre. El hombre común, al amar, se esclaviza. Mientras que el chamán deja espacio al respeto, deja espacio a la libertad, porque sabe que de eso depende que las tormentas del mundo, la ignorancia y la oscuridad no se ciernan sobre elle.-

Y hablando así Teodoro dejó inquietos a los presentes. Y Teodoro se dijo a si mismo internamente

-No me entienden, que me sucede que siento un monstruo que se cierne sobre mí. Será que mis palabras son demasiado ambiguas y no dejan espacio a la comprensión. Ya se, es mi fuerte determinación a expresarme la que...- 

Y pasando por la plaza, alguien que escuchaba a Teodoro y cortando sus pensamientos le gritó

-La tormenta es infinita sin la religión!-

Teodoro entonces resignado se preguntó que significaban aquellas palabras, y se adelantó a buscar un significado místico en ellas. Pero ya se estaba haciendo tarde y Teodoro decidió volver a su casa, él debía volver.

Para volver a su casa Teodoro se fue de la plaza, como quien se decide a imponer su frialdad a falta de otro sentimiento mejor.

Teodoro subió al autobus, le indicó su destino al conductor y se sentó. Mientras estaba sentado, Teodoro vió por la ventana, y vió pasar una lluvia de pelusas de diente de león. Era como ver una lluvia de perlas blancas, que pasaban volando en el aire por la avenida, empujadas por el viento. Y con un sentimiento de precisión, Teodoro vió así su situación, como si de pronto el viento le trajese la certeza, y se dijo internamente

-Será que la tarea del conocimiento me ha apartado de la gracia con mis congeneres.-

Un monstruo estaba encima suyo, de Teodoro, y él pensaba sin cesar en su fría máquina de cosas que pensar. Y sus preguntas aunque eran tontas, contenían una activa esperanza.