Sweet Omega 🍒 Treasure

Lemon🍋

Jaehyuk termino de organizar los chocolates en exhibición sintiendo ese delicioso y dulce aroma cítrico, si sus orejas estuvieran a la vista habría parecido un cachorrito emocionado.

Su abuelo tenia una pequeña tienda de convivencia y como el hombre ya era un poco mayor él iba a ayudarlo todas las tardes, recibiendo la mercancía y trasladando las cajas grandes que el mayor ya no podía cargar, llenaba los anaqueles, limpiaba y atendía la caja, además claro de admirar al lindo omega que pasaba todas las tardes luego de sus clases de pintura.

Realmente no sabia si este asistía a clases de pintura pero en su estuche sobresalían pinceles y casi siempre habían restos coloridos en sus manos así que deducía eran clases de pintura. El rubio omega solo daba una vuelta en busca de algo para picar y una lata de coca-cola, pagando por su compra y dejando a Jaehyuk con el corazón latiendo a mil luego de ver nuevamente al hermoso chico.

El castaño había visto todo tipo de omegas antes, altos, bajitos, delgados, voluptuosos, con aroma a cerezas y algodón de azúcar. Pero ninguno se comparaba con el rubio omega que iba todas las tardes. El chico era un poco más bajo que él, delgado, su piel era pálida y se veía tan suave que el alfa quería tomarlo entre sus brazos y acariciar sus mejillas mientras lo llenaba de muchos pequeños besitos y-

—Disculpa ¿Las de vainilla se terminaron?— Le pegunto el pequeño omega señalando una marca de galletas, sacándolo de sus ensoñaciones.

—Oh, esas son, este— Jaehyuk estaba nervioso, sentía sus mejillas calientes y probablemente había muerto en el momento que vio una tierna sonrisa en el rostro del rubio —Justo ahora las estoy reponiendo, puedo dártelas en la caja— Señaló el castaño tratando de controlar sus propias feromonas cuando sintió su aroma a vainilla, seguramente por los nervios de hablar con el lindo chico que lo dejaba en las nubes cada vez que pasaba a comprar cualquier cosa.

Caminaron hasta la caja donde el omega pago por sus galletas y una leche con chocolate, también tomo un paquete de papitas y Jaehyuk no pudo evitar perderse en la sonrisa del rubio.

—Me gustan todas estas galletas pero mis favoritas son las de vainilla— Señalo el bajito tomando las galletas para abrir el empaque y comer una, despidiéndose con un pequeño gesto como cada tarde.

«¿Cuándo piensas acercarte? Voy a volverme loco si no puedo tener más de cerca ese delicioso aroma a limón» Reprocho su lobo como cada tarde.

—No lo se, quizá cuando dejemos de liberar feromonas como locos— Reprocho esta vez Jaehyuk queriendo que la tierra se lo tragase.

En el aroma de Asahi había algo más, una leve esencia a canela que sin dudas pertenecía a algún alfa y Jaehyuk no podía evitar querer opacar el odioso aroma con el propio, por dios, se estaba comportando como un loco obsesivo y eso que ni siquiera conocía el nombre del chico.

—Hueles a vainilla— Comento Haruto recibiendo el paquete de papitas que su hermano le había comprado —Como cada tarde— Burlo el menor, sabia que el rubio siempre pasaba por una pequeña tienda luego de sus clases de pintura y podría asegurar que solo lo hacia para ver al chico que atendía el lugar.

—Tu come y déjame tranquilo— El omega solo paso de largo hasta su cuarto, estaba un poco irritado por todas las quejas de su lobo, si le hiciera caso estaría restregándose entre los brazos del castaño para impregnarse por completo de su aroma.

A él no solían gustarle los aromas demasiado dulces, prefería la esencia de los pinos o la madera, pero la fuerte fragancia a vainilla del guapo chico que atendía en la pequeña tienda lograba descolocarlo por completo. Asahi solo pasaba de camino para comprar algo de comer, casi siempre tenia hambre luego de sus clases de pintura pero no podía negar que el hecho de que comprara en esa tiendita en especifico era para tener un poco más de ese fuerte aroma a vainilla que lograba marearlo.