III. Preocupación.

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—Hola~—saludo a sus amigas mas dormida que despierta.


—Buenos días, Kemi. —saludan llenas de energía, lo cual cierta castaña de mechones rojos no tiene en estos momentos.

—¿Te dormiste tarde?—me pregunto Kai.

Etsuno y Kai la miraron esperando una respuesta de su parte.

—¡maldita sea, Ryu~!— gritaron al mismo tiempo, pero la chica ya se encontraba en dormimundo.(xd)

—Seguramente se quedó dormida en la tarde, despertó en la noche e hizo su tarea de carrera para volver a dormir.—explicaba Etsuno a Kai, la cual coincidía con su amiga.

 (◍•ᴗ•◍)

—Nos vemos—me despedí de mis amigas para ir a donde siempre.

—Hey—se escucho como alguien saludaba y como soy chismosa voltee un poco.

Vi que era Suna, el me miraba, así que supuse que me hablaba a mí.

—¿Me hablas a mí?—le pregunte para asegurarme, mientras volteaba a los lados.

El asintió.

—Ah, hola, ¿Qué pasa?—me acerque a él.

—¿Puedo comer contigo?—me pregunto sin  trabas y directamente.

Wow, que directo.

—Claro, ¿Estas huyendo de nuevo de los Miya?—le pregunte con una sonrisa burlona.

—Tal vez, pero también me parece algo tranquilo el ambiente contigo.—me miro.

Derrepente y sin avisar un intenso color rojo se instaló en todo mi rostro.

Apesar de que estuvimos —después de lo sucedido de su Miya escape—conviviendo bastantito, el que quiera comer conmigo me hacía ponerme algo nerviosa.

—lo mismo digo...vamos—lo guíe a donde siempre me siento.

Nos sentamos sin decir nada. Yo me encontraba comiendo, no sin antes agradecer por la comida del día de hoy.

—Hoy no tienes tu libreta de dibujó. —me dijo de la nada. Lo voltee a ver con mis mejillas llenas de arroz, el tenía los ojos cerrados y se veía muy tranquilo.

Me quedé admirando su tranquilidad, cuando derrepente, sin previo aviso, abrió los ojos y me volteo a ver.
Me pasé lo que traía en boca toda nerviosa por su mirada.

El solo coloco su dedo cerca de las comisuras de su boca. —Tienes un poco de comida.

Reaccione y me limpie con la servilleta.—Gracias y no, hoy no la traigo.

Otra vez silencio entre los dos, así que tomé la iniciativa de pedirle intercambiar números.
El accedió casi al instante.

"Suna Rintaro^^"

AH, que lindo contacto.

—¡Rinta-! —Mierda, le hablé por su nombre, cagaste. —¡Lo siento, Suna!—le hable nerviosa.

—No hay problema, Akime. —me habló tranquilo.

¡Dios trágame y escupeme en Canadá!
Y como la idiotez fluye por mis venas le dije:

—Rin-Rin—hice como si fue el timbre de un teléfono y al final. —taro.

NO,QUE MAL CHISTE.

El me vio raro, pero después trato de retener una carcajada.

—Lamento mucho mi idiotez. —me disculpe nerviosa mientras seguía comiendo y a la vez lloriqueaba de la vergüenza.

El negó dándome a entender que no me preocupara.

—No te pregunté, pero la vez que me llevaste mi chaqueta te veías bastante apurada y preocupada... ¿Se puede saber por qué? —me pregunto.

—Oh, andaba apurada porque si no iba a pagar el agua me la iban a cortar, la serían tres veces que me pasa esto por no pagar antes. —una gota de sudor pasó por un lado de mi cara.

—¿Vives sola?—yo asentí ya que tenía la boca llena.

(◍•ᴗ•◍)

Después de ese día, Suna y yo nos habíamos vuelto bastante cercanos, más de lo que estábamos siendo. Empezamos a comer juntos más seguido, incluso algunas veces me acompañaba a casa y asi desde hace unos cuantos meses.

—Rintaro, buenos días— lo salude cuando me lo encontré.

—Buenos días,Akemi— me regreso el saludo de igual forma, para luego dar un bostezo.

Caminamos juntos hacia en edificio y al ser del mismo grado, nuestros salones quedan en el mismo piso, solo que estamos en clases distintas.

—Nos vemos en el descanso,Ryu.—se despidió con su mano.

—Nos vemos, Suna—me despedí igual para entrar a mi salón.

Al sentarme me recosté sobre mi mesa, todavía era  muy temprano, mis amigas todavía no  llegaban. Así que decidí salir rumbo al piso de los del ultimo año, seguramente Kita y Aran ya habrán llegado.

Al pasar por el aula de Rintaro lo vi plácidamente dormido sobre su mesa, inconscientemente sonreí. Seguí mi camino.
No había casi gente alrededor, era demasiado temprano.

Seguí caminando hasta que siento una mano tomándome el brazo derecho, al voltear vi a Suna y sin decir nada me llevo a no se donde. Al estar mas cerca me di cuenta que estábamos cerca del Club de arte.

—Rin, ¿pasa algo?—pregunte preocupada por su inusual actitud.

El no me contesto, voltee a verlo, solo veía la parte trasera de su cabeza, sus orejas se encontraban algo rojas. 

Al abrió la puerta y yo pasé primero, me sente en una de las bancas de ahí, mientras el seguía parado, me vio fijamente y se acercó a mí a paso tranquilo.
Al estar frente a frente, el se encontraba demasiado cerca de mi cara, podía sentir su respiración.

—Hay algo que quiero decirte desde hace un tiempo.—dijo aún sin apartar el rostro.

Yo me encuentro hecha un tomate con el rojo más vivo del mundo.

—Dime...—le dije tratando de verme tranquila.

El vio mi rostro unoss segundos más.

—Olvidalo...—me vio con vergüenza.—lo siento.

¿AAaah?
¿Acaso el...?,espero no estar equivocada.
Si es así... No importa, no sabre hasta intentarlo.

—Suna...—le hable por su apellido, para que parara el abrir la puerta del lugar.

Se quedó ahí estático.

—Suna...—pause un poco, para después suspirar —Suna, me gustas.

El no dijo nada, mi postura, la estaba tratando de mantener firme.

Al girarse, su rostro tenía una leve sonrisa, sus mejillas se encontraban sonrojadas.

Se acercó a mí, soltó un sonoro suspiro.
—Kemi, también me gustas.—me tomo de los hombros para darme un beso en la frente.
Luego fundirnos en un abrazo.

Esta calidez, es increíble.~

—Rin...

—Kemi...

Hablamos al mismo tiempo.
Reí un poco.

—¿Te gustaría ser mi novio?—me adelante y atreví a preguntar.

Su cara era un lindo tomate para después soltar un si como respuesta.

(◍•ᴗ•◍)oh, love~

Suna Rintarou ↯ ArtistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora