Atados a una Promesa

02.- ACERCANDONOS...

Cuando llego al dormitorio lo dejo en la cama suavemente, pero no pudo despegarse mucho de él, ya que Malfoy lo abrazo más fuerte y entre su seminconsciencia, ya que estaba tan borracho, se acercó al moreno y lo beso, pero fue un beso dulce, como trasmitiendo calidez y tristeza, después de unos segundos se separaron. Harry miro al rubio seriamente, no sabiendo interpretar el beso. Y Draco lo miro con los ojos entrecerrados melancólicamente, con una de sus manos acaricio la mejilla del moreno.

-Harry… me gustas… - Y luego se durmió nuevamente, dejando un moreno sorprendido y confundido.

Al otro día Draco se había levantado con un inmenso dolor de cabeza producto de la salida del día anterior, apenas y se acordaba que había salido a “celebrar su cumpleaños” con David y después del 3º trago se le borro todo, no tenía idea de cómo había llegado ahí, el ruido de Harry saliendo del baño con una simple toalla en su cintura, aparte de desconcentrarlo lo hizo enrojecer. Verlo así, casi desnudo, con tan buen físico y lindo como era, para Draco era de por si una irresistible tentación.

-Hola Malfoy, por lo que veo despertaste – Harry lo miro seriamente, notando también el sonrojo, como no hacerlo, si el rostro del rubio siempre era pálido fantasmal, solo sonrojado tenía algo de color.

-Hola Potter ¿Cómo llegue aquí? – La pregunta la lanzo más para sí mismo, pero salió en voz alta.

-Yo te traje – Dijo Harry divertido, al parecer el rubio no se acordaba de nada de lo que había hecho y dicho la noche pasada.

-¿Cómo? Yo… - El rubio de primera lo miro nuevamente, pero al verlo que se estaba cambiando ropa frente de él, lo hizo volver a enrojecerse y ladear la mirada. Para Draco era extraño y a la vez excitante ver al moreno, a pesar de que dormían juntos y habían tenido su noche de bodas, pues no se veían, Draco salía temprano y llegaba tarde, o bien casi siempre pillaba al moreno acostado durmiendo o no estaba porque había salido. Y tenerlo ahí frente a él cambiándose ropa era… una muy bonita visión. Sonrió para sus adentros, si Potter se enterara de lo que sentía o supiera lo que provocaba en él, sería ridículo, el hazme reír del moreno y sus amigos, una excusa más para poder burlarse de él y su humillante vida.

-Anoche estabas tan borracho que ese amigo tuyo con el que estabas me llamo por tu teléfono y me pidió que te fuera a buscar – Harry sonrío, a propósito se había cambiado delante de él, quería comprobar que tan verdaderas habían sido las palabras del rubio anoche, y al notar su sonrojo y su nerviosismo, comprobó que eran verdad. Pero él no quería burlarse, más bien eso había sido una vitamina para alimentar su ego.

-¿David hizo qué? – Draco se molestó consigo mismo, que estúpido había sido.

-Ya te lo dijo no…

Draco se quedó en silencio mirando hacía la ventana concentrado en maldecirse mentalmente por su estupidez, cuando noto los rayos de sol que se veían.

-¡¿Qué hora es?! – Dijo alarmado.

-Son… las 10:30 ¿Porque?

-¡Demonios! ¡Tengo que ir a trabajar! – Draco salto de la cama, busco ropa para cambiarse y corrió al baño, se bañó rápidamente y salió ya vestido en unos minutos, noto que Harry sentado en la cama, con los brazos cruzados y lo miraba seriamente.

-Malfoy ¿Desde cuando trabajas? – La pregunta no había salido burlona, más bien con un tono de preocupación.

-¿Qué te pasa Potter? ¿Te molesta que trabaje? ¿Desde cuándo te importa lo que hago? – Draco en su estilo, siempre respondiendo a la defensiva, estos últimos años le habían enseñado a defenderse o más bien buscar dobles intenciones en todo. Los magos no lo querían y eso lo había aprendido bien.