❝ That you and your perfect smile are both timeless and never going out of style. ❞ — Boyfriend Material, Ariana Grande.
La tarde en la peluquería fue movida y para nada aburrida, como otras veces había sido. Los clientes llegaban, se sentaban en sus respectivos asientos y se dejaban al merced de nuestras manos, depositando su confianza en que les daríamos el resultado que esperaban.
Durante las dos rápidas horas de trabajo, más de veinte clientes dejaron su pelo a nuestro cargo y he de decir que era un gran trabajo, al menos para una chica como yo.
Mientras Rose y Gary, uno de los dos chicos, se debatían sobre cómo debían de peinar la anciana clienta, yo estaba en la caja esperando cobrar a los clientes satisfechos como cada día, otorgar caramelos a los niños que acompañaban a sus madres o se cortaban el pelo y atender el teléfono.
Todos habían salido satisfechos, todos menos uno:
—Le he dicho que me de la hoja de reclamaciones —me presionó una vez más el señor bigotudo.
La historia comenzó con el pelirrojo Tom, pasó por las manos de la mexicana María y terminó con los gritos de la siempre irritable Susan, hermana de la verdadera jefa, Anne, y sustituta de la misma cuando ésta estaba de viaje empresarial.
Al parecer y como pude observar por el rabillo del ojo más lo que me contó Rose detalladamente, Tom estaba encargándose de cortarle el pelo minuciosamente al señor del bigote, cuando de repente le entró una urgencia y tuvo que excusarse al servicio. Le pasó el testigo a María y como ésta última aún no dominaba completamente el idioma, entendió mal las instrucciones y entre esto, y que el hombre hablaba por teléfono con alguien de una empresa importante, ella cortó más de lo necesario y él, al darse cuenta, se puso hecho una furia.
—¡Pero eso se puede arreglar si le corto igual del otro lado! —exclamó María con las tijeras en la mano. Tom, al ver que peligrábamos, se las quitó y las dejó en la cesta. Lo agradecí mentalmente.
El hombre, respirando profundamente, hizo caso omiso de las palabras de la agitada chica y apoyó con fuerza las manos en el amplio y pulido mostrador.
—Te repito de nuevo: Dame un maldito papel de reclamaciones ¡para que ponga una queja contra ella! —exclamó, aunque sin exagerar. Bufé, harta de su comportamiento, y busqué en los montones de carpetas que había abajo una hoja en la que pusiera lo que él pedía. Una vez la encontré, la puse en la mesa y me crucé de brazos.
—Un boli —exigió. Rodé los ojos y en ese gesto, atisbé a través del cristal la figura de Susan en la calle, así que me tensé insconscientemente y rogué para que no nos cayera una bronca mientras le pasaba el bolígrafo al señor y éste comenzaba a leer.
Tom pareció darse cuenta también y nerviosamente, agarró su abrigo oscuro y se largó, haciendo sonar la campana de la puerta al hacerlo. Maldito cobarde. Al salir, chocó con Susan, quién frunció el ceño ante el extraño comportamiento del chico y se dirigió a Rose.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó al aire una vez estaba dentro del local.
Todos los presentes giraron la cabeza hacia la mujer de cabellos oscuros y ojos azules cuando se escuchó un "Ay ay ay" con acento mexicano proveniente de los labios de María. Rose ahogó una risita mordiéndose el labio y el señor no tardó en darse cuenta de que la mujer de expresión dura que acababa de entrar era la jefa de la peluquería.
Susan, lejos de ponerse hecha una furia delante del cliente y la última señora que quedaba, dirigió a María y al señor sin nombre pero de gran bigote hacia su despacho, cerró la puerta y miré a Rose.

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Medallion » h.s au
FanfictionUn medallón se encargó de guiarme a mi destino: Harry Styles, y junto a él, a todos los misterios y secretos de su maravillosa vida. [Harry Styles alternative universe 2015. Aclaración: El personaje de Elionor Broome es propiedad de @GeorgiaMoon...