Azure's POV.
Una vez el reloj marcó las siete de la tarde de aquel jueves diez de diciembre de dos mil catorce, la señorita Huntington dió sus habituales y sonoras tres palmadas, indicando así que ya podíamos marchar del lugar. Agarré una pequeña toalla y la dejé en mi cuello a modo de bufanda, para que así secara el sudor que se había deslizado por éste durante las tres horas -normalmente eran dos horas, pero al estar cercanos a la Navidad, debíamos ensayar más para el musical- de constantes movimientos, efectuando así una danza de ballet de lo más entretenida y enérgica.
En la Royal Academy estábamos preparando un espectáculo con motivo de la próxima Navidad, El lago de los cisnes, y cabe decir que era mi primera Navidad lejos de mi familia, puesto que al haberme marchado de Liverpool hacía unos escasos cinco meses sin el consentimiento de mis padres, había decidido que no iría a visitarlos en tales fechas, por mucha tradición de pasarlas con la familia.
Había crecido y vivido durante mis veinte años de vida en Liverpool, junto a mis padres, Jane y Matt, y mi hermana Emma, cinco años mayor que yo; sin embargo, en un arrebato de rebeldía y un impulso de ansia de libertad, dejé la universidad y mis estudios de abogacía a medias para marcharme a la ciudad de las oportunidades, a Londres, a hacer lo que siempre quise, y no lo que mis padres me querían imponer a la fuerza. No obstante, antes de decidir todo aquello, hablé con la que se podía considerar mi mejor amiga, Rose, quién me consiguió empleo en la misma peluquería donde ella trabajaba. Una vez lo tuve todo arreglado para marcharme de allí, hablé con mis padres y me fui, sin opción de vuelta atrás, aún sabiendo que nuestra relación como familia iba a cambiar bastante. Yo tenía un sueño, y lo iba cumplir. No es que los odiara ni nada por el estilo, pero trataron de hacernos abogadas tanto a mi como a mi hermana, sin embargo, a mí no consiguieron llenarme la cabeza de pamplinas y lo dejé todo allí, aunque bien es cierto que al principio me dejé llevar por la corriente y acepté a regañadientes ingresar en la facultad, mas ya digo que sólo duré dos escasos años.
Una vez todas las demás bailarinas se hubieron cambiado, como siempre, yo me quedaba la última, ensayando los pasos un par de veces más para practicar. Realmente el baile era mi pasión, y no me importaba sacrificar mi tiempo en seguir ensayando y practicando, puesto que la señorita Huntington nos anunció que el papel protagonista se lo llevaría la que mejor ejecutara el baile, y según ella, las cosas estaban reñidas porque que ella aseguraba que tanto Elionor Broome —una amiga de la academia— y yo teníamos todas las de ganar. Seguí practicando los movimientos hasta que poco después choqué contra alguien, provocando un sonoro golpe que hizo eco en la sala, puesto que sólo quedábamos yo y la misteriosa persona con la que había chocado.
—Perdona —dije, aún sin saber quién era, hasta que segundos después, giré sobre mis talones para poder mirarle, y qué alivio me llevé al descubrir que sólo se trataba de Rose, mi mejor amiga y compañera de piso, quien rió inmediatamente al verme.
—Vaya, me alegro de que estés viva —dijo sonriendo, y al ver que fruncí el ceño, añadió—, ¿has visto qué hora es? Pensaba que te había atropellado un coche de camino a casa.
Miré el pequeño reloj de mi muñeca y tal como dijo ella, sin darme cuenta había estado más de una hora ensayando por mi cuenta. Se me iba el santo al cielo cuando se trataba de bailar.
—Lo siento, ya sabes cómo soy —reí débilmente, rascando mi nuca nerviosa. Sabía que Rose nunca se enfadaría por algo como eso puesto que ya estaba acostumbrada a mi impuntualidad y ocasional despiste, pero igualmente me sentí mal por haberla preocupado.
Tras haber recogido y haberme cambiado, caminamos por las céntricas calles londinenses de regreso a casa. No vivíamos muy lejos de la academia, cosa que agradecí infinitamente al enterarme. Por el camino me contó que había estado esperándome en casa, y que al ver que no regresaba, me llamó, y ya preocupada al ver que no contestaba, decidió ir a buscarme, y he de decir que una oleada de vergüenza me recorrió de arriba a abajo al escuchar sus palabras, pero yo estaba más atenta de lo que nos rodeaba que de sus palabras.

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Medallion » h.s au
FanfictionUn medallón se encargó de guiarme a mi destino: Harry Styles, y junto a él, a todos los misterios y secretos de su maravillosa vida. [Harry Styles alternative universe 2015. Aclaración: El personaje de Elionor Broome es propiedad de @GeorgiaMoon...