Capitulo 2

131 3 1
                                    

Desperté con una jaqueca enorme, me sentía confundido, me encontraba en una habitación grande con una ventana abierta al lado de la cama, mis ropas habían cambiado, aún conservaba mi pantalón pero mi chaleco había sido cambiado por una camisa delgada y cómoda, solo recordaba que me había desmayado en aquel callejón y llegó alguien, intenté levantarme pero mi cabeza no me lo permitió, dolía de una forma exagerada, intenté buscar a yamato con la vista y pude verla arriba de un pequeño escritorio en la esquina de esa habitación, ¿quien me había raptado y porque?, esas preguntas se contestarían en breve ya que de aquella puerta entró un chico de cabello blanco, nero estaba frente a mi, se sentó en una silla cerca de la cama donde estaba y comenzó a hablar, parecía molesto.

-¿tú que te crees?-
-¿disculpa?-
-lo que escuchaste viejo, te encontré en un callejón casi muerto, ¿porque no me dijeron que regresaron del inframundo?, me encontré a Dante en un trabajo que tenía y oh sorpresa no sabía dónde estabas-
-regresamos justo ayer, necesitaba arreglar algunas cosas antes de hablar contigo-
-debieron siquiera avisar que estaban aquí, ¿porque te encontré casi muerto?-
Se cruzó de brazos esperando mi respuesta, aveces odiaba que se pareciera tanto a mi.

-necesito investigar algunas cosas antes de hablar contigo, ayer me esforcé demasiado y termine como me encontraste, no importa ya, me siento un poco mejor y tengo que seguir-
Antes de que pudiera pararme nero colocó su mano en mi hombro.

-no tienes porque esforzarte de esa forma, padre, se que tenemos algunos asuntos pendientes tú y yo, pero solo terminarás lastimándote si fuerzas demasiado todo esto, esperare todo el tiempo que sea necesario, así que descansa por ahora-
-nero..-

Ese chico no terminaba de sorprenderme, esa forma de ser debió de ser heredada de su madre, algo me dice que ella era así.

Asentí ante su petición de quedarme descansando, no necesitaba tanto tiempo para recuperarme pero igual me quedaría un poco.

Nero salió de la habitación no sin antes decirme que en un rato estará el desayuno y que si quería podía bajar a comer o si no podía que uno de los niños me traería el desayuno, nero ¿ya tiene hijos?, pero Dante en el inframundo dijo que no conocería a mis nietos, ¿se refería a que ya tenía nietos? Pero nero nunca lo mencionó, además nero aún es joven, pero ¿quien era yo para decir cual era la edad suficiente para tener hijos?, después de todo había tenido a nero a los 18, después preguntaría más detalles de todo esto, por el momento me limitaría a descansar, recordar esas pequeñas cosas de mi pasado me había traído una jaqueca fuerte, pero aún no sabía porque lo había olvidado realmente, mi lógica actual era que por haberme separado de mi lado humano muchos de esos recuerdos que Tenía los deseché, pero ¿porque me desharía de los recuerdos de nero?, mi yamato solo cortó los recuerdos que me traían dolor, será que con el nacimiento de nero me haya traído un extremo dolor tanto así que quisiera desecharlos?.

A pesar de que por ahora esto era lo unido que se me hacía lógico, aún no me convencía del todo, tenía que haber otra explicación, mis pensamientos fueron interrumpidos por un pequeño niño que se asomaba a mi habitación, se presentó.

-buenos días señor vergil, nero me dijo que le trajera su desayuno, ¿puedo pasar?-
Tenía una cara un poco roja, parecía tímido pero cortes, me agrado su acctitud, con un movimiento de mi mano le indiqué que podía pasar, el pequeño entro con una bandeja con lo que parecía eran waffles con miel y unas frutas, también tenía un jugo de naranja en un vaso, ese desayuno ya lo había comido antes, de repente en mi cabeza apareció otra imagen, era yo sentado en una pequeña mesa, a un lado de mi estaba aquella mujer de cabello rojizo y frente a nosotros estaba un plato con waffles y frutas, podía ver la sonrisa de esa mujer pero no sus ojos, ambos reíamos y comíamos, en mi mente quise ver su rostro pero antes de que pudiera mi cabeza comenzó a doler, regresándome de nuevo a esa habitación frente a ese niño que me miraba con cara de preocupación, intenté relajar mi rostro para no preocuparlo y le agradecí por la comida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 25, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La mente quebrada de vergilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora