☂︎ Iɴᴅɪғᴇʀᴇɴᴄɪᴀ ☔︎

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La ONU, Organización de las Naciones Unidas, había sufrido un accidente hace unos 15 años y a pesar de ser un ser inhumano no fue capaz de sobrevivir, esto les dió a entender a los países que en cualquier momento ellos también morirían, para su suerte y afirmándose de que esto no es para siempre, nació una nueva organización quien quedó bajo el cuidado de Estados Unidos.

Nadie protesto para cuidarlo, después de todo el más capacitado era la primera potencia, quien a pesar de lo ocupado que estuviera siempre tenía tiempo para todo.

Para USA fue difícil en un principio cuidar de la pequeña organización, pues para empezar esta era solo un bebé y el país no sabía como cuidar de bebés, con suerte recibió apoyo de su hermano menor, Nueva Zelanda.

Para cuándo la organización cumplió tres años fue más fácil el cuidarlo y de vez en cuando lo dejaba con alguno de sus estados, él los consideraba demasiado maduros como para hacerle de niñera, además ONU era demasiado tranquilo y no causaba problemas.

Quien diría que USA desde muy pequeño le enseñaría de la mejor manera todo lo que tenía que saber e incluso cuando fue creciendo le fue enseñando más cosas pero en este caso íntimas explicándole que esto solo se hacía con una persona en especial.

Aunque no lo parezca los países no tienen un género y mucho menos una organización o agencia, por lo que a pesar de que aparenten ser hombres, pueden incluso desarrollar partes del cuerpo femenino por lo que pueden llegar a quedar embarazados.

Triste realidad para ellos, cuando la Organización tuvo 15 años, USA recibió una noticia que lo alegro mucho, bueno más bien dos, Corea le había mandado una carta de disculpa, explicando todo lo que tenía que saber y su hermano, Canadá, le había notificado después de años sin contacto que iría a visitarlo.

Aunque sabía que su hermano probablemente no quisiera saber nada de Corea también sabía que la carta que este había escrito a su hermano no iba a ser leída por él, por lo que decidió hacerle un favor.

En respuesta a la carta de Corea lo cito a su casa unos días después de la llegada de Canadá y éste último le respondió diciendo que en su casa siempre iban a estar abiertas las puertas para él.

Se sentía un héroe aunque no lo fuera, pero durante estos años solo ha conseguido ganarse el respeto de todos.

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