Felicidad

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¿Qué es verdaderamente la felicidad? Definitivamente, es un sentimiento ya que nos produce unas sensaciones que nos hacen sentir un calor extraño e impropio de nosotros mismos generado por factores externos. Pero mi pregunta va más allá. Yo quisiera saber qué es realmente. En mi opinión, como en casi todo, no puede tener una definición exacta. A veces, es un instante efímero que se desvanece nada más nos damos cuenta de que lo tenemos. Otras veces, dura mucho más tiempo. Tal vez días, semanas... Aunque, lo realmente triste es cuando no somos capaces de saber que la tenemos. ¿Cómo puedo yo saber cuándo estoy feliz? Sí, sé que lo estoy porque me siento extrañamente bien, pero, en la mayoría de los casos, esa alegría es opacada por una fuerza mayor y aparentemente más poderosa. Una fuerza singular que me hace sentir un vacío. Y preguntaréis: ¿cómo sientes un vacío? Simplemente se siente. Es como si no pudiera notar nada, ni pensar nada, ni ser nada. Es un sentimiento desgarrador que me arrebata todo aquello que me hacía ser yo.
Desgraciadamente, hace falta que llegue un vacío para darnos cuenta de que éramos felices. El problema es que ya es demasiado tarde para recuperar esa felicidad; porque, una vez se pierde, ya no se encuentra igual. Cuando esa oscuridad te ha tocado, aunque sea un pelo, todo cambia. De repente, un día, comienzas a ver las cosas con un poco menos de color, al día siguiente, tienen aún menos saturación, luego, son grises, hasta que se vuelven negras por completo.
Es increíble la capacidad que tiene el vacío de trastocar la realidad a su antojo. Por eso, aunque consigas deshacerte de él, como en cualquier trauma, siempre tendrás el recuerdo en tu mente. Un recuerdo que no se va, que no te deja pensar, que no te deja dormir... Hasta que llega un día que abres los ojos y te preguntas a ti mismo porqué decides darle ese poder ya que eres tú el que está dejando que esa bestia entre en tu cabeza. Entonces, y sólo entonces, podrás comenzar a valorar lo que tienes a tu alrededor que no te hace sentir ese vacío. ¿Podríamos describir así la felicidad? Sí, yo creo que sí. Declaro que la felicidad es aquello que aparta el vacío.
Volviendo al caso, creo que debemos fijarnos más en los pequeños detalles que parecen irrelevantes pero que, en realidad, no lo son para nada. Por ejemplo, no todo el mundo tiene una linda cama en la que dormir. Ni todo el mundo tiene el privilegio de disponer de un sabroso plato de comida. Ni todo el mundo puede leer esto, ahora mismo, desde su teléfono móvil, el cual usa para distraerse de vez en cuando. Ni todo el mundo tiene un amigo/a que le habla sobre cosas que le hacen olvidar aquello que no les deja en paz. Yo doy gracias por todo eso. Porque, por muy mal que esté, siempre tengo algo o alguien que me aporta felicidad.
Ahora bien, no solo basta con saber que la tenemos. Para nada. Hay que saber demostrarle a aquellas personas que las apreciamos mucho, muchísimo. A lo mejor, no le cuento a mi madre lo mal que me siento y lo mucho que me ayuda, pero sí le hago todo los cumplidos que puedo (como bella, diosa, reina, preciosa, maravillosa, mi ángel, tesoro, etc.) y trato de darle todo el cariño que puedo. También es cierto, que muchas veces nos enfadamos y discutimos y decimos cosas feas, pero acabamos reconciliándonos porque somos seres humanos. Y porque somos seres humanos tenemos que aprender a valorar la felicidad y a dar las gracias.
-NHL

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora