La guerra del Sol

4 0 0
                                    

Sufrimiento en bucle. Agonía en bucle. Dolor en bucle. Pero no de manera lineal, sino con altibajos. Un día me despierto como si mi alma no quisiera despegarse de la cama para días después sonreírle a la vida. Me quedo así otros días más y, progresivamente, vuelvo a esa fase de querer ahogarme en mis propias lagrimas y vivir en un sueño del que no quiero despertar. Decumbente.
¿Esto es real?
¿Así es la vida?
Mi vida es como el cielo. Unos días está despejado y cerúleo, lleno de apaciguantes rayos de sol. Sin embargo, una ráfaga de viento arriba. Este pelea contra el caluroso sol. Saca sus mejores armas, menea los árboles haciendo que se tuerzan y que pierdan sus más preciadas posesiones. El astro, al ver el sufrimiento que ha provocado su enemigo el viento, se llena de ira y decide luchar. Lo que él no sabe es que su opuesto se ha aliado con la lluvia. Al juntarse los dos fenómenos, crean una destrucción masiva para todos los habitantes que quieren que el sol se quede. Pero su rey ya no tiene fuerza. La destructiva tormenta junto con el incansable viento han conseguido acabar con el ente amarillo. Lo han maltratado de tal manera que han acabado destruyéndolo. Comienza el reinado del viento y la lluvia. Inspiran miedo. Castigan a los habitantes con un maltrato perpetuo. Pero, al cabo de un periodo de caos que ha acabado con muchos, se aburren y deciden irse. Poco a poco el sol vuelve a su antigua posición. Pero su fortaleza ahora es menor, al igual que su energía.
Sí, así describiría mi agonía.
-NHL

Pensamientos de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora