p u n t i l l i s m o ;;

75 8 0
                                    

Seungcheol despertó con dolor de cabeza, no tenía idea de cuanto tiempo había dormido, pero por el dolor de su cabeza creyó que no fue mucho tiempo; sus brazos adormecidos dolían y su cama estaba vacía, por un pequeño instante creyó haber visto a Jeonghan en sus sueños, sin embargo el olor ajeno a él en sus sabanas le hacia creer que no solamente había sido un sueño. Con pesadez fue al comedor y miró una nota junto a la mesa limpia.

"No vuelvas a decir lo que hoy me dijiste; limpie la mesa, procura cuidar tu relación con el alcohol"

Seungcheol cubrió su rostro con vergüenza, entonces nada de lo que pensó que había sido un sueño lo fue, ahora estaba avergonzado de si mismo por no poder ser un hombre y pedir disculpas.
Jeonghan llegó a su departamento y fue directo a lavar trastes, la mujer mayor miró como el joven lavaba y entendió que algo había pasado pero no sería contado; Jeonghan era la clase de hombre que hace limpieza en vez de meditar o hacer yoga, su nivel de filosofía por alguna extraña razón se elevaba al lavar trastes o limpiar la habitación de Yena.

- ¿Todo está bien, hijo? -

Preguntó pasando la anciana y el castaño asintió, todo marchaba de maravilla según él.
El timbre sonó y Jeonghan creyó que era Seokmin y Yena, se quitó los guantes y se apresuro a abrir la puerta, era Seungcheol de nuevo.

- Necesitamos hablar -

Fue breve Seungcheol, Jeonghan se colocó los zapatos y salió un momento con el escritor.

- Hong Jisoo, mi editor fue mi primer amor... Jamás lo supo y se fue, lo demás ya lo sabes -

Seuncheol se encogió de hombros tras soltar un amplio suspiro.

- Ella es una buena mujer, Jisoo tiene un maravilloso sentido para encontrar lo mejor de las personas. Sólo trabajé una vez con él pero conocí mucho de su forma de pensar y actuar; es más sensible de lo que parece, quizás se fue para encontrar su camino y para que tu encontraras el tuyo -

Jeonghan cruzó sus brazos disfrutando de la aire que chocaba con su cuerpo.

- El era mi camino, si aquella era su intención, sólo logro crear un hoyo en mi -

Respondió Seungcheol, Jeonghan soltó una pequeña risa.

- Lo hiciste tu camino, pero eso no significa que en realidad lo sea -

Seungcheol se recargó en la pared con frío, la temperatura comenzaba a bajar.

- ¿Siempre eres así de cruel? -

Preguntó el escritor y el castaño negó.

- No, sólo digo la verdad. Eres un hombre soñador, eso es bueno pero a veces deberías sólo detenerte y mirar el panorama, esto no es una novela romántica, no todo terminará bien y tu no te enamorarás de alguien más en unos días, ni sacarás a otra persona de tú corazón en dos días -

Terminó Jeonghan, Seungcheol observó al castaño que mantenía su semblante tranquilo.

- ¿Lo dices por lo que te dije hace unas horas? -

Jeonghan negó y volteó a mirarlo.

- Lo dije para evitarte un dolor más grande. Ningún clavo saca otro clavo, no serás feliz si pretendes amar a alguien así -

Jeonghan se disponía a irse cuando miró a Seokmin con Haseul y Yena, un chico desconocido y Soobin estaban detrás de la mujer pero en cuanto Soobin vio a su hermano fue hacia él, dejando al elegante hombre solo; la niña saludaba feliz a su papá quien la recibía con la dulce sonrisa angelical que lo definía.

- ¿Te portaste bien, Yena? -

La pequeña asintió, y Seokmin lo corroboró junto a Haseul.

- Se portó muy bien, fue igual que su padre, un ángel -

⌇#O3︓ᎢႹ𝘦 𝘥սᥴκ 𝙛aꭑiᥣʏ ⦇𝙟𝘦oᥒց𝙘Ⴙ𝘦oᥣ⦈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora