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— Oh Dios, no puede ser—. Suspiró Jeongin con tristeza.

Recapitulando a unos treinta minutos antes, todo se resumió en la triste historia que el desconocido, de nombre Johnny, le estaba contando.

Según lo que había entendido este mundo era regido por un par de "reglas". La número uno; La pareja oficial, establecida y aceptada mayoritariamente, hemos de aclarar que hace mucho tiempo, era la de Alfa y Omega. No habían excepciones. Si querías tener una relación amorosa con un omega siendo beta, era lo mismo que querer condenarse toda una vida a: marginación, desprecio, hipocresía, malos tratos y pocas oportunidades de sobresalir mediante su esfuerzo y trabajo duro.

Poniendo de ejemplo a Hyunjin y Jeongin, ambos eran una pareja aceptable ante la sociedad. A su vez, si Johnny, que era un beta, tenía una relación con una omega, sería completamente despreciable y asqueroso ante la sociedad.

Era tanto la diferencia y el deseo de querer apartar a todas las clases, que una vez que sabias que eras; alfa, beta u omega, serían inmediatamente trasladado a un lugar junto a los de tu misma clase.

Si le preguntas a Jeongin, el solo dirá, "Ridículo". Claramente era la regla más estúpida que había escuchado en toda su vida. Era realmente absurdo separar a las personas por clases, y de una manera tan cruel. "Marchitar" el amor que consideraran incorrecto.

La segunda regla es simple; Omega es quien está en la casa con sus hijos y Alfa es quien sale de la casa para sostener  el hogar y llevar la comida. Queda completamente prohibido el cambio de roles.

La tercera era algo absurda; Espera por el elegido, por tu pareja ideal. Solo se puede concebir la unión matrimonial una sola vez en la vida.

Jeongin entendía un poco como se sentía su nuevo amigo, pero no sabia de qué manera expresar sus sentimientos. Las lágrimas habían salido involuntariamente y mientras esperaba a su esposo, quien fue echado a volar una vez más por él mismo, ofreció un pedazo de pollo a Johnny. — ¿Quieres, snif, pollo?—.

Aunque no quisiera del todo, Johnny no pudo rechazar la oferta del omega. Fue atacado sin previo aviso por su belleza y ternura que simplemente no pudo decir que no.

— Bebé, toma tu jugo—. En esos momentos Hyunjin llegó con el jugo para su esposo. Encontrándose con la escena algo tonta y ridícula de dos hombres; Su esposo, su lindo esposo, lloraba ligeramente mientras comía con su mano derecha su pedazo de pollo. Daba un mordisco y hacia un imperceptible puchero. A su lado, estaba un chico joven casi de la misma manera.

— ¿Corazón mío? ¿Estás bien?—. Preguntó tiernamente Hyunjin. En esos momentos, Jeongin estaba algo sensible, asistiendo levemente dando la señal de haberlo escuchado, se largó a llorar. Hyunjin se alarmó. Con una mano sostenía a su pequeño hijo, mientras que con la otra tenía una bolsa y dos vasos dentro. Se acercó rápidamente hacia su omega dejando la bolsa en segundo plano, le dio un beso en la frente de Jeongin intentando calmarlo.

Johnny viendo esto sintió que su corazón se apretaba.

— Cachorrito, snif, ¿Podemos, snif, llevar a Johnny con nosotros?—. Preguntó Jeongin a Hyunjin.

Hyunjin miró levemente  Johnny y asintió. — Claro que podemos, solo si Johnny quiere venir con nosotros.

Jeongin vio rápido y de manera torpe a Johnny, buscando su respuesta afirmativa.

¿Cómo podía Johnny decirle que no?

— Sí...—. ¿Oh? ¿Acaso era ese el celular de alguien?

Johnny atendió la llamada rápidamente sin mirar quién le estaba llamando.

— ¿Hola? Oh, sí,  voy para allá, ¿rápido? ¿tan importante es?—. Habló y luego suspiró. — Estaré en unos veinte minutos en tu casa. ¿Qué? ¿Por qué tan lento? Solo olvídalo, te veo allí—.

En la mente de Jeongin habían una pregunta, ¿Que queríamos lograr yendo al parque? Reunir información, pero, ¿Qué consiguieron? Lo único que podía ver era la cara de impotencia de aquel joven enamorado.

Increíblemente.

— Hyung, llamó un amigo, me tengo que ir—. Se disculpó Johnny viendo con pena a el tierno omega.

— ¿Es el tal Mark?—. Preguntó Jeongin con recelo.

— ¿Cómo supiste, Hyung?—.

— Tienes cara de enamorado...—. Respondió Jeongin, apartando una pequeñas lágrimas de su cara. Con una sonrisa vio a Johnny irse. —...Pero tienes los ojos rojos y lágrimas en tu cara también—.

Al llegar a la casa, Lucas se largó a llorar. Con unos ojitos algo adormilados, llenos de sentimiento, sin ningún motivo más que haber escuchado levemente a su papá llorar.

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⏰ Last updated: Dec 11, 2020 ⏰

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¿Oᴍᴇɢᴀ? | HyunInWhere stories live. Discover now