De muñeca de Nieve a persona || Rubius y Nieves ||

Capítulo 8.❄️

Luego de treinta minutos Nieves despertó y vio a Rubius dormido junto a ella,besó la mejilla de él tiernamente lo que provocó que despertara.

- Hola osito

- Nieves,hola niña - sonrió - Tengo algo para ti... - dijo y se sentó junto a ella -

- ¿El qué? - preguntó curiosa -

- Esto...

Rubius sacó el collar que hizo de su bolsillo y se lo mostró.

- Es muy bonito,¿Es un diamante de verdad? - sonrió y se sentó junto a él -

- Si,todos los diamantes que me he encontrado son verde claro,este es el primero que encuentro de color celeste y pensé en hacerlo collar para ti

- Es un gesto muy bonito de tu parte,¿Puedes ayudarme a ponérmelo?

- Claro,date la vuelta 

Nieves de dió la vuelta y Rubius le puso ese hermoso collar,Nieves se giró para verlo y besó los labios de él muy tiernamente.

- Gracias osito - dijo guardando el diamante de forma que su blusa lo tape -

- Lo bueno es que es un diamante pequeño,así que casi no se notará - dijo Rubius sonriendo -

- ¿Quieres ir a comer algo? Tengo un poco de hambre

- Podemos ir a preparar algo de merendar

- Ya son las siete de la noche,pasaste mucho tiempo en la mina,es hora de cenar - rió -

- Pues... Podemos preparar algo de cenar

- Me parece una idea perfecta,vamos

Ambos chicos fueron a la cocina a preparar su cena,pero,no se percataron de un pequeño detalle,desde el balcón de esa hermosa cabaña alguien los vigilaba esperando el momento perfecto para poder secuestrar a esa hermosa chica.

Luego de cenar los dos se fueron a dormir y en ese instante fue donde todo comenzaba a cambiar. Al siguiente día ambos se levantaron temprano y luego de haber desayunado Rubius bajo a la mina dejando a Nieves sola en la casa,mientras jugaba con Juan Carlos la joven escuchó un cristal romperse y al instante fue a la habitación para buscar el botón que le dijo Rubius.

Pasos de una persona se podían escuchar pero ella del miedo que tenía no lograba encontrar el botón y cuando lo logró ya era tarde.

- ¿A dónde pensabas ir pequeña?

Esa voz,sabía de donde conocía en esa voz,era la misma voz que tenía el chico que se acercó a ella en la cafetería del pueblo.

- Mangel no me hagas daño,te lo pido

- No lo haré,no te haré daño... Solo... Confía en mí - dijo y sacó una cuerda -