Niños otra vez

cap.19: Zoológico

Era una tarde tranquila, los chicos habían salido con Bruce a comprar y regresaron con una sonrisa de oreja a oreja, corrieron a los brazos de Selina, la cual los llenó de mimos.

Dick saco un volante con las palabras de Zoológico nuevo escrito, era en la ciudad vecina.

Llenos de energía los pequeños preguntaron si podían ir.

- ¿podemos ir?- cuestionó Dick con una sonrisa.
- neon- dijo Damián con alegría mientras estiraba sus bracitos a la mujer.
- va a ve mutos animades, y te puede toca- dijo Timmy con una sonrisa abrazando a la mujer.
- no lo sé, es un lugar muy grande y se pueden perder- comento Selina mirando a los pequeños.
- prometemos no alejarnos, seremos buenos. Lo prometo- estaba vez fue Jason mirando a Bruce.

Ambos mayores lo pensaron, se miraron mutuamente.
No estaba seguros de ir con los pequeños y más si estaban amenazandos por Talia, pero también quería que los niños estén tranquilos y felices.

Fue casi dos semanas, en donde los niños suplicaron poder ir.
Los adultos se rindieron y aceptaron, solo con la condición de que se aportarían bien y no se alejaran.

Y así llegó el día, partieron a las doce, ya que el viaje iba a durar una hora, los pequeños se portaron bien y a decir verdad estaban muy entusiasmados por ir al Zoo.

Cuando llegaron, Dick le tomó la mano a Jason, mientras que Selina empujaba el carrito donde iba Damián, Bruce agarraba la mano de Tim, el cual no se sentía muy cómodo con muchas personas.

Primero fueron a donde estaba las aves, los colores llamativos distraen a los pequeños, los niños consiguieron algunas plumas que caían cerca.

Luego fueron al acuario, los chicos miraban asombrados a los animales, digamos que el más pequeño de todos quería a todos los animales.

Fueron a la zona de nominada la granja, donde habían ovejas, gallinas, pollitos, conejos, caballos/ponis, vacas y patos, los cuales ponían acariciar.

Damián golpeó y tiró del pelo a los niños, que tiraban los bigotes de los conejos, las plumas de los patos, pollitos y gallinas.
- Damian no- sentenció Bruce mientras cargaba a su bebé, que miraba enojado a los niños (la grana mayoría de niños terminaron llorando)

Selina tenía un pollito en la mano, mientras que los tres niños lo acariciaban.
- es suave- comentó Dick con una sonrisa.
- tuavetito- repitió Tim concentrado en el animalito.
- ¿no pica?- cuestiono Jason preocupado por qué el pollito pique a su madre.
- no- dijo una mentira Blanca por el niño.

Selina se levantó y acercó el pollito a Damián, que había empezado a llorar luego del regaño de Bruce.
- mi el pollito- habló con calma la mujer, enseñando el animalito.
- ollio- dijo Damián mientras estiraba su manito para acariciar el animalito.

Dejo al pollito con el resto de los pollitos, tomo a Damián en brazos, se acercó a los animales y el bebé señaló y pato gritando:
- im- dijo Damián para luego mirar inocentemente a Selina.
- tonto- murmuró Tim enojado.

El pequeño de tres años se alejó con Jason, cuando un conejo se les acercó.
Un conejo todo blanco, los miró a ambos niños moviendo su cabeza de costado, los chicos imitaron al conejo.

Jason se agachó e hizo un pequeño movimiento para que el conejo se acercaron.
El conejo era lo suficientemente grande de color blanco y ojos rojos.

Jay tomó con dificultad al animal, ya que le pesaba mucho, se acercó a Tim y ambos se fueron con los demás miembros de su familia.

Tim acarició al animal y le gustó el animalito.
- mami, coneshito lendo- comunicó feliz el niño abrazando la pierna de Selina.
- ¿en serio?- cuestiono con una sonrisa a su pequeño.
- pesa - se quejó Jason.