Prologo

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Anna era libre. Si, un alma rebelde. Y ahora su pelo volaba libre, al viento. Esas ondas tan definidas de un color castaño muy peculiar, eran acariciadas por la brisa del aire, que soplaba al ritmo que corría la moto. Iba agarrada a la cintura de Tomás. Si, Tomás Wale. Los rumores de la gente hablan por sí solos. Quizás él la volvió rebelde. Quizás no. Quizás solo fue ella. La vida tiene diferentes etapas. Nacemos, crecemos y morimos. Y en cada una de las etapas hay cambios. Y ella lo ha hecho. De niña a mujer.

La moto gira, en un brusco movimiento. Y el pelo de Anna se alborota. Ella cierra esos grandes ojos azules y apoya una mejilla contra la espalda de su novio. Sin recuerdo de como ni cuando dijo que si.

- No vayas tan rápido...

- No te preocupes, la se manejar bien.

Anna aún no creía que hubiera aceptado subir a su moto con él. Y lo mejor, es que no traía ninguno de los dos cascos. Confió en él. Eso es lo que pensaba Anna. Y era normal, pues estaba completamente enamorada. Enamorada sin pensar en el mañana.Una rotonda. Las carreteras de Los Ángeles acostumbran a estar transitado. Y todo pasa en una milésima de segundo. Un camion. Enorme, intenta girar. No puede, es demasiado largo. Se desvía, se va a caer. Tomás se altera, se asusta. Y aún lo complica más. La moto da la vuelta. Intenta desviarse en dirección contraria, pero lo único que consigue es chocar contra un coche. Y ¡pum!

Tan solo un segundo. Un accidente. Un muerto. Nueve heridos leves. Una grave.

Jose estaba sentado en una de las sillas de la habitación. A lado, Ines Los dos tristes, muy tristes. Jose pone si mano encima de la de su mujer.

Esperaban algo, una señal, la llegada del doctor, la de una enfermera, su hija, que despertara. Solo esperaban.

- Mateo - dijo Jose cansado- Emma, Lola, Alex,Sebastian y Camila.. gracias por acompañarnos... Es mucho ya lo que hacén por nuestra hija...

- No hay de que...- dijo Mateo- Anna es nuestra amiga... y al oír problemas, nos asustamos, como es normal. - Y dirigió una leve sonrisa al padre de Anna.

En este momento se abrió la puerta. Y todos apuntaron con la mirada, hacia ella. El doctor entró.

- Bueno... - dijo, en un suspiro - La situación es un poco... crítica... - dejó los papeles encima de la mesa, su padre estiró el cuello para averiguar de qué se trataba, pero no logró ver las letras. - Seré breve... - cogió una silla y se sentó delante de las siete personas. - Anna se dio un fuerte golpe en la cabeza. El tumor se extiende cada vez más y creemos... - hizo una pausa. Larga. Demasiado.

- ¡¿Qué creen doctor?! - Jose alzó la voz, pero Ines lo agarró del brazo izquierdo.

- Jose... haz el favor... deja... que termine de hablar - dijo, casi con un hilo de voz.

- A su hija solo le quedan dieciséis días de vida. - dijo finalmente. Y Jose deseó no haber insistido para oír aquellas horribles palabras, el mundo se le cayo ensima, su hija, su única hija...16 días.

Solo un dia masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora