EXTRAS #AKDR.

✝ [ALEXER] 30. ✝

SAGE BRONOVA.

—¿Quieres venir a mi?

—Si.

—Entonces ven. —Palmeó sus piernas, fui hacia él y con cuidado me senté sobre sus piernas, no tardó en besarme y pasar sus manos por mi cintura apretandome a él.

Lo siento mamá, pero Él, es mio.
Y yo seré suya.

No podrás impedirlo.

Deslizó sus manos al borde la camisa que traigo puesta, mis manos automáticamente se posicionan sobre sus hombros, sus labios se desvían de mis labios para besar mi cuello y morder suavemente provocando que un jadeo escape de mis labios.

Tan pronto como él con sus manos empezó a menear mis caderas sentí algo apretandome, lo sentí a él, estaba duro por mi. Hice mi cabeza hacia atrás, Alexer marca mi cuello con sus besos, mordidas y pequeños chupetones que provocan escalofríos en mi.

—Oh Sage.. —Susurró con la voz ronca. —No tienes ni una jodida idea de lo que quiero hacerte, y de cuantas veces te he imaginado así.

Su voz salió completamente atractiva y terriblemente seductora como siempre, su voz era un éxtasis.

Me sentí completamente sumergida en su respiración y la mía que se aceleraba, mis latidos se aceleraron y podía oír lo descolocado que estaba.

Soy consciente de que solo tengo su camisa cubriendo mi cuerpo aún frío, pero su piel con la mía me hace perder todo rastro de temblor provocado por el frío de la lluvia que caía sobre mi hace algún tiempo.

Sus labios regresaron a los míos, sentí su lengua invadir mi boca posesivamente, sus manos abrieron la camisa de golpe, algunos botones de ella salieron disparados lo cual no me importó en absoluto, solo él y yo.

Despegó sus labios de los míos lentamente dejando una suave mordida lo cual me provocó un ligero ardor por la herida que ya traía ahí, sin embargo eso fue nada a comparación de su mirada de deseo y lujuria recorriendo mi cuerpo desnudo frente a él.

Me siento expuesta, en sus ojos solo veo el deseo, la chispa encendida en sus ojos que me indican que, una vez que ha iniciado, no se detendrá. Y eso me asustó, por que me gustaba tanto, quería realmente esto.

Era un susto que me dio gusto, por que ahora estoy a merced de Alexer, y puede hacer lo que quiera conmigo justo ahora.

—Eres jodidamente preciosa, Sage. —Susurró levantando su mirada a mi. Sentí mis mejillas arder por completo, pero no tanto como la calentura que emanan nuestros cuerpos en contacto.

Tan rápido como él se quitó la chaqueta que traía puesta, sin nada más debajo, dejó expuesto su torso desnudo frente a mi, mis pechos rozaron sus duros pectorales no tan excesivos.

—Quiero ver tus ojos, Sage. —Habló autoritario. Le sonreí.

—Los estas viendo.

—Tus verdaderos ojos, no quiero ver el disfraz de Solange, quiero verte con tus ojos reales. —Se refiere a las lentillas que ocultan mi heterocromía.