Vida y muerte : flores de invierno.

Esclavos.

Que pena siento por esos, que se dejan consumir por un mundo material y superficial, que cuando de hablas de ansiedad, te dicen “como el meme” de veras que pena siento cuando su vida se basa en drogas, sexo y dinero, pues no encontraran la felicidad, viven encerrados en un mundo de mediocridad, y falsedad que los consume lentamente.

Cuando entendí al buda deje de desear lo material que no me aporta nada, aprendí lo que es mi verdad, mi razón de ser y mi forma de aprender, cuando entendí a Diógenes deje de pagar Netflix y me concentre en el presente y deje de preocuparme tanto por el futuro, pues los planes nunca salen como lo planeamos, y así mismo nos frustramos.

Que pena siento por esos que no tienen otra pasión diferente al dinero y al sexo, por esos que no pueden vivir en silencio y ocupan el Facebook para distraerse de eso que les da miedo, que pena por ellos, pues su vida se ha formado en un mundo virtual, les han impuesto una modus vivendi que los consume, pues que pena siento por ellos que no usan eso para algo bueno.

Cuando me encuentro con migo, me dan ganas de comerme al mundo, de ser feliz con migo y sin ti, pues a veces tu presencia me causa molestia, por eso e decidido usar las redes para algo productivo, para dejar una huella, para ser un sínico un perro como el maestro, mostrarte aquellos que te hace un esclavo, porque antes de feminismo y de machismo, somos esclavos.

Esclavos de una sociedad consumista, hipócrita y mentirosa, que no darían un peso por un vagabundo, pero pagan por un onlyfans de mil pesos, esclavos de un sistema que te mantiene llena de mierda la cabeza, que te separan de tu propia conciencia, porque es más fácil alejarse del abismo que mirarlo, porque le tienes miedo a esa mirada de regreso.

Le tienes miedo a eso que teda ansiada sin saber que la ansiedad es la brújula para lograr a eso que se llama felicidad, ¿a que le tienes miedo? ¿a quedarte solo, a escucharte a ti? Pero sinceramente no es nada fácil desafiar al sistema a todo que  te han implantado, a ser tu mismo, a que te vean como vicho raro, pues que pena siento por ellos.