𝐁𝐎𝐘𝐅𝐑𝐈𝐄𝐍𝐃.

⇉ [ dieciséis

Quizá habían pasado unos días en los que la tensión había disminuido, pero nadie hablaba más sobre el tema. Se conformaban con saber que se gustaban uno al otro y que estaban enamorados. Les parecía suficiente hasta aquel entonces, era un paso bastante grande después de nunca haber hablado de sus sentimientos con el otro. Sin embargo, no fue hasta el séptimo día que Beomgyu comenzaba a querer saber más sobre el tema, saber cómo fue que pasaron las cosas. Cómo habían llegado a ese instante.

Pero prefería no hablar de aquello cuando Hueningkai estaba frente suyo. El chico de mejillas lindas le caía bien, pero aún no se ganaba su confianza por completo. Todo eso a pesar de que el pequeño Kai le trataba como un mejor amigo.

— Gyu, ¿estás bien? —preguntó Kai en cuanto Taehyun se puso de pie para ir a comprar algo—. Has estado algo perdido en la nada.

¿Contarle o no a Kai? Parecía ser un buen chico pero... No, no. No se conocían lo suficiente. Pero Kai si ME había contado algunas cosas, ¡no! Era casi novio de su ex... ¡Pero él no tenía la culpa! Al diablo.

— Hace unos días Taehyun me dijo que estaba enamorado de mí, y yo le dije lo mismo —habló Beomgyu—. Pero desde entonces no hemos mencionado nada más del tema, y quiero hablarlo.

Kai entendía. Beomgyu tenía ese sentimiento de duda al intentar saber si se daría el siguiente paso, un escalón más que por fin los uniera como algo mejor que amigos que se gustan. Eso era lo que Beomgyu necesitaba definir, y Kai lo entendía porque en algún punto había pasado eso con Choi YeonJun.

Taehyun veía a lo lejos cómo ambos chicos entablaron una conversación buena y sonrió a la vez que regresaba a hablar con el pelinegro de sonrisa amplia.

Mientras tanto Kai ideaba algún plan para hacer que ambos hablaran del tema.

— ¿Y si sigilosamente lo sugiero? —preguntó Hueningkai. La propuesta despertó el interés de Beomgyu, quien inmediatamente puso atención—. Y luego me voy, de la nada.

El mayor de aquellos momentos, pensaba en la buena propuesta. "Puede funcionar, dile que sí". A la vez que asentía, le dedicaba una sonrisa amistosa a su nuevo amigo y reía feliz. Kai era un buen ángel amistoso, le caía bastante bien. Al menos no se entrometía en el comienzo de relación que se procreaba.

— Pero antes tienes que hacer algo como... ¿Darle un abrazo? —agregó Kai.

— ¿Darle un abrazo a quién, Beomgyu?

Beomgyu miró a Taehyun, el chico que llevaba consigo un tipo de broche en la mano y un papelito pequeño. Le tomó poca importancia, y observó a Kai en busca de ayuda. Las miradas de ambos se decían muchas cosas pero al final, lo único que Beomgyu pudo hacer fue sonreír en mal estado ante el nerviosismo que cargaba.

— A... —habló cortado—. ¡A ti, Taehyun! —expresó nerviosamente feliz y le dio un abrazo.

La cuartada había quedado correcta. Un abrazo era lo indicado como para que Kai pusiera en marcha su muy bien pensado plan. Tenía que admitir que la buena memoria y la inteligencia de Gyu habían contribuido lo suficiente como para que las cosas salieran lo más naturales posibles.

Taehyun se sorprendió un poco, sin embargo, aceptó el abrazo dichosamente. Le brindó un poco de cariño al chico del cual estaba enamorado y sonrió ampliamente al ver su sonrisa alargada. Sin duda, amaba a Gyu.

— Y ustedes... —la voz de Kai sonó en los oídos de ambos—. ¿Qué son? Siempre los veo muy juntos pero solo son amigos, ¿no?

Taehyun se comenzó a quebrar la cabeza. Lo que decía Kai tenía mucha credibilidad y hacía tiempo que no hablaba de aquel tema con Choi. ¿O acaso era que el pelinegro no quería hablar de aquello? Demonios, ¿y si todo lo que había dicho no era meramente cierto? No. Debía de creerle pero, ¡demonios! ¿Qué eran?

— Oh, miren la hora —dijo Kai viendo su muñeca. Esta no tenía reloj, ni mucho menos pero... Bueno—. ¡Tengo que irme! Se me hace tarde para... Ya saben, yo... ¿Qué dices SooBin? ¡Ya voy!

Ambos se quedaron callados ante la mala actuación de Hueningkai y se miraron entre sí, preguntándose lo mismo. Habían montones de cosas por decir pero nadie hablaba. Lo que se escuchaba era el bullicio y algunas miradas se sentían en su cuello.

— Gyu... Nosotros, ¿qué...? —pausó—. ¿Qué somos?

zon ezpozoz apoko noh