Pasadas las horas cayó el velo de la noche y la luna abandonó su lugar en el firmamento para dar paso al sol, sin embargo el cadáver en proceso de putrefacción del pobre Heinz permanecía en aquel callejón añejandose sobre su propia sangre, no pasaron muchas horas antes de que una mujer se encontró con el cuerpo sin vida del borracho mientras inocentemente se ocupaba de sus responsabilidades diarias.
El histérico y atronador grito de la dama se escuchó en toda la cercanía y la gente no tardó en direccionar su atención hacia la mujer para ver qué ocurría, rápidamente un grupo de la guardia de la ciudad llegó a la escena del crimen para empezar la investigación que tal suceso ameritaba, los soldados atabiados en gambesones rojiblancos y corazas de metal, guardaban la escena del crimen mientras trataban de identificar alguna pista sobre lo ocurrido en la noche anterior, cabe destacar que efectivamente, un soldado no es un detective, pero lo más cercano a tal profesión en el imperio es o un cazador de brujas, o uno de bestias, y al no saberse si se trata o de un entre anti-natural o un animal salvaje, resulta contraproducente hacer traer a uno de estos antes de saber por lo menos con la clase de amenaza con la que se está lidiando.
Pasaron las horas y tras terminar las preguntas a los ciudadanos de los hogares circundantes los soldados solo consiguieron saber que antes de irse a dormir ahí no había un cadáver, pero si lo había después de despertar, no hay pistas, arma homicida, ni mucho menos algún sospechoso más allá de toda la ciudad de Altdorf, lo único que había era un borracho muerto y una fuerte sensación de confusión, tras horas de investigación infructifera, el sargento a cargo decidió enviar un mensaje a la orden templaria para solicitar la presencia de un cazador de brujas ya que en lo que a las tropas concierne, esa herida no fue ocasionada por ningún arma común, entonces tomaron el cadáver y se dispusieron a llevarlo a la morgue para que si un cazador de brujas efectivamente fuera enviado a investigar, el cadáver aún estaría disponible, además de que no pueden dejar un cadáver en un callejón durante el resto del día una vez encontrado.
Tras unos cuantos días, la guarnición de la guardia de Altdorf se encontraba en un estado de tranquilidad relativamente usual para un cuartel militar en una ciudad tan protegida como lo es Altdorf, los soldados comían y descansaban antes de salir de patrulla como normalmente lo hacían, entonces un hombre entró por la puerta, alto, almenos de un metro y ochenta centímetros de altura, de cabello oscuro y corto, combinado con unas gruesas patillas en los extremos de su rostro y una notable cicatriz yendo en diagonal desde su lagrimal derecho hasta su labio inferior, portando un uniforme negro con un guardapolvos del mismo color por encima de este, sumando algunas pequeñas piezas de armadura como lo son una hombrera o un guantelete y algunos artilugios como cruces de hierro y los típicos gravados de cráneos de acero que se ven tanto en los trabajos de herrería imperiales, todo esto coronado con un sombrero de ala ancha color ébano, sin duda alguien de apariencia sumamente sombría, este peculiar hombre es a lo que se le conoce dentro de las fronteras del imperio como un "cazador de brujas" alguien que se encarga de investigar y de ser necesario castigar crímenes de naturaleza sobrenatural y blasfema, como el tan sonado vampirismo o los sacrificios humanos a los dioses caóticos, por nombrar apenas unos ejemplos.
Al entrar, el regimiento sin duda estaba sorprendido de que un cazador de brujas haya atendido la petición echa el día anterior, y mucho menos que haya sido tan rápido, dándose cuenta de la presencia del templario, el comandante de la guarnición acudió a su recibimiento para así poder presentarse.-"Es usted un cazador de brujas, ¿Verdad?" Dijo el comandante con un tono formal pero confundido. "ciertamente no lo esperábamos tan pronto, soy el comandante Kruber."
-"Mi nombre es Dieter, la orden me envió para solucionar su problema de ebrios asesinados."
-"Ebrio, para ser exactos."
-"¿Ebrio? ¿Solo uno? Esperaba que su problema fuera más grave que un malviviente tropezando con sus propias piernas."
-"Me temo que no es tan simple, señor, normalmente no sería un problema para mis hombres solucionar un crimen como este, pero parece que esto escapa a nuestra jurisdicción."
-"¿Su jurisdicción?" Respondió Dieter confuso y ligeramente irritado. "¿Si un simple crimen de callejón no es jurisdicción de la guardia por qué lo sería para un cazador de brujas?."
-"Creemos que el culpable de esto no es humano, o al menos no es un criminal de callejón común, no encontramos ninguna pista, ningún testimonio más allá de haber encontrado a un hombre sin vida por la mañana, y por lo que sabemos hasta el patriarca supremo podría ser el culpable."
-"¿Insinúa usted que el Patriarca Supremo de los colegios de la magia, es el asesino?." Le dijo Dieter con una sonrisa burlona.
-"¡Para nada!." Exclamó el militar recordando que los cazadores de brujas son famosos por manipular a los demás en hacer declaraciones perniciosas para así enviarlos a la horca por traición.
-"Cálmense, comandante, solo estoy jugando con usted" Dijo Dieter entre risas. "Bueno, si ya me hizo venir hasta aquí creo que debería almenos ver el cadáver y la escena del crimen, ¿dónde se encuentran estos?."
-"Vaya a la morgue y pida ver el cadáver de Heinz Gügenhafner, diga que el comandante Kruber lo envío, la escena del crimen está en el lado este de la ciudad, a una hora a pie del Castillo Reiksguard, le daré un mapa."
Dijo mientras hacía un gesto con la mano a uno de sus hombres para que le alcanzará dicho artículo.
-"Oh, no sé preocupe comandante, no es mi primera visita a la ciudad de Sigmar, no será necesario."
-"Cómo usted desee señor..."
-"Dieter, Dieter Hölle"
-"Si precisa de algo no dude en pedirlo señor Hölle, yo y mis hombres estamos a su disposición"
-" Sin duda eso sería de gran ayuda comandante Kruber... parece que tengo mucho que hacer, comandante, volveré después para comunicarle mis hallazgos... Si es que tengo alguno."
-"Buena caza, señor." Exclamó con un saludo militar.
-"Espero que lo sea"Fin del capítulo II
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Callejones de Altdorf, Una Historia De Warhammer.
Mystère / ThrillerEn la capital imperial han estado apareciendo cadáveres sin vida, será la tarea de un cazador de brujas encontrar al culpable entre las sombras.