• Día 1 •

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Akaashi Keiji no tenía idea de cómo pedirle a su novio, Bokuto Koutarou, que quería ser el activo en la cama

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Akaashi Keiji no tenía idea de cómo pedirle a su novio, Bokuto Koutarou, que quería ser el activo en la cama.

De solo pensarlo se sonrojaba ligeramente —no porque fuera alguna clase de puritano, sino porque en los siete meses de relación que llevaban era Bokuto el que siempre tomaba las riendas de la situación.

Por más de que su novio fuera mayor por un año, y también que fuera una superestrella del voleibol y un galán con una gran lista de antiguos amantes, no era solo que le llevaba a ser el top en su relación con Akaashi.

Era también la manera en que ambos se entendían. Cómo Akaashi sabía lo que Bokuto siempre necesitaba, y Bokuto podía sentir lo que haría feliz a Akaashi. Como almas gemelas. Un vínculo que ni el tiempo ni el espacio serían capaces de destruir aunque explotara el universo conocido.

Akaashi resopló. Si tan solo Bokuto pudiera darse cuenta de que deseaba que lo monte...

Nadie diría esas cosas del serio, pequeño y centrado Akaashi, ¿cierto? La gente solía convencerse de que era el hombre perfecto para sus hijas. Educado, guapo —aunque él podría discutir eso y llamarse a sí mismo normal o no desagradable a la vista—, buenas notas en la universidad, una posible beca para trabajar en una editorial de manga...

Pero cuando entraba en la intimidad del cuarto... cuando Akaashi dejaba que sus emociones —y sus hormonas— soltaran las riendas por un instante...

Bueno, si la gente sabía hacer dos más dos entonces lo entenderían más rápido: Akaashi era un poco fetichista para haber perdido la virginidad apenas con Bokuto Koutarou. O «kinky» como le llamaban en internet. Porque sí, por supuesto, había pasado largas horas en diferentes blogs o páginas ocultas leyendo sobre la inmensidad de posibilidades referidas al sexo.

Fue como si una nueva puerta, tan grande como una montaña, se abriera en frente de sus ojos.

Akaashi quiso probarlas absolutamente todas. Las esposas, la asfixia erótica, las nalgadas, la ropa de látex y cuero sintético, las más extrañas y curiosas posturas sexuales.

Así y todo, e incluso después de siete meses de oficializar su relación, Akaashi sentía un remolino de nervios de tan solo pensar en pedirle a Bokuto un ridículo cambio de roles.

Debería haber sido una mierda sencilla, ¿no? ¡Por supuesto que sí!

Pero, la verdad era...

Akaashi no quería solo ser el que pusiera el miembro reproductor en la cavidad anal de su pareja romántica y sexual. Eso era aburrido, y la verdad solo sería un poco más del sexo vainilla que practicaban cuando se sentían muy romanticones.

Lo que Akaashi quería... lo que en verdad quería...

—Akaashi, tu trasero se ve especialmente suave hoy —Los ojos de Bokuto brillaron cuando se dio la vuelta para verle por encima de su hombro—. Tengo la imperiosidad necesidad de golpearlo como a un balón de voleibol.

BokuAka NSFW Week 2020 - [HAIKYUU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora