• Día 4 •

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Akaashi y Bokuto observaron expectantes mientras el dado color rojo daba tumbos sobre la mesa de la sala

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Akaashi y Bokuto observaron expectantes mientras el dado color rojo daba tumbos sobre la mesa de la sala.

Se encontraba particularmente nervioso. Era la primera vez que decidían sacar ese curioso dado de su empaque —y que les obsequió Konoha durante su primer aniversario—, y se habían jurado que accederían a practicar lo que sea que indicara la cara ganadora.

Y con lo que sea, Akaashi se refería, literalmente...

A fetiches.

Muchos fetiches. Era de esos dados especiales con más de seis caras —y con una forma más romboide que de cubo—, así que había al menos diez fetiches que podían tocarles para practicar esa noche de sábado.

Akaashi no había querido leerlos por miedo a sentirse ansioso. Solo pudo divisar algunos de reojo cuando rompían el paquete, y eso fue suficiente para hacerlo sonrojarse hasta las orejas.

Fue Bokuto el que leyó todas las caras y se aseguró que ninguna de ellas fuera lo suficientemente turbia o peligrosa. Si su novio las aprobaba, entonces Akaashi confiaba en él.

El dado continuaba girando.

—¿Qué crees que nos toque? —preguntó Bokuto tras tragar saliva con dificultad. Akaashi no podía mirar a otra cosa más que el dado danzando—. A mí me encantaría que salga el de... ¡ahhhh! ¡Akaashi! ¡Se detuvo!

Akaashi dio un respingo cuando Bokuto le tomó del brazo para zarandearlo un poco. Efectivamente, el dado había dejado de girar y ahora enseñaba una de sus caras en lo más alto con brillantes letras blancas que rezaban algo que le detuvo el corazón.

—Oh, joder... —masculló Akaashi. Ocultó la cara entre las manos—. Esto no puede estar pasando...

Bokuto tenía una pequeña o formada entre los labios. Tomó el dado con dedos curiosos, y no dejó de mirarlo mientras sus pestañas batían con rapidez.

—¿Daddy kink? —leyó su novio—. Algo así como... ¿un sugar daddy? ¿Debo ser tu sugar daddy?

—¿Estás asumiendo que tú serías el sugar daddy...?

—¡N-no! —Bokuto se apresuró a decir, avergonzado—. Entonces, ¿quieres serlo tú?

—¡Por supuesto que no!

Bokuto se llevó un dedo a los labios, todavía curioso. Akaashi apoyó la frente contra la mesa mientras resoplaba y se preguntaba qué podría haber salido mal con su vida para terminar en ese tipo de situaciones que le avergonzarían más que desnudarse frente a todos sus compañeros de trabajo.

—Ya sé que hemos jurado hacerlas todas, pero si no quieres hacerlo... ya sabes que no estás obligado...

—No es eso —Akaashi volvió a suspirar—. Es que... me da un poco de...

BokuAka NSFW Week 2020 - [HAIKYUU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora