#2

147 12 8
                                    

—¡¡Ashley!!

Cuarto grito de mi mamá en la mañana y yo aún seguía acostada. ¿No entendía que estaba cansada? No había pasado tan linda noche que digamos.

—¡Benson! —la puerta de mi habitación se abrió de un portazo, saqué las sabanas de encima rápidamente y trate de pararme pero acabé terminando en el piso.

Solté un quejido. Desde el frío e incomodo suelo pude ver a mi madre con un sartén en la mano.

—Hija, por Dios —se agachó a mi lado—¿te caíste?

—No mamá, vine a darle un abrazo al piso— dije sarcásticamente.

—Lo siento, lo siento, ¿te hiciste daño?—me ayudo a pararme.

—No, estoy bien —saqué las sabanas enredadas en mis pies.

—Mi niña — me acarició la mejilla.—no vallas a la escuela si quieres.

Sonreí de oreja a oreja.— ¡¿Enserio?!

—Sí  hija—soltó una pequeña risa.

—Joder mamá, gracias— la abraze.—¿Te importaría salir? Voy a cambiarme.

—Oh, claro —se dirigío a la puerta— Ah, hija— se giró y la mire.

—¿Que pasa?

—Pues... Tu padre ha salido de viaje por el trabajo. Volverá dentro de un mes.

—¿Un mes?— dije con los ojos mas abierto de lo normal.

—Si linda, esto es un poco más complejo.

—Esta bien... Entiendo —traté de sonreír.

Mi mamá me sonrió y sin más salio de mi habitación.

¡¿Un mes?! Se que no es tanto, pero siempre estuve acostumbrada a estar con mis padres. Era una chica que no sale de fiestas, tiene pocos amigos y prefiere quedarse en casa a leer un libro a que salir de compras. Pasaba la mayor parte del tiempo en casa y siempre pasaba ayudando a mi mamá en lo que ella me pidiera. Lavaba la ropa, cocinaba de vez en cuando y siempre me preocupaba que la casa estuviera perfectamente limpia. Era bastante independiente, si tuviera que vivir sola, podría hacerlo.

Me metí al baño y mire el espejo. Ahí se encontraba una chica rubia, con grandes ojos azules y delgada. Acerqué un poco más mi rostro al espejo y me quede ahí un rato. Vire mis ojos un poco a la derecha, y vi por el espejo detrás mio al chico de ayer, di un grito y me giré en busca de aquella persona, pero no había nada.

Wow, esa escena de ayer creo que de verdad me dejo mal. Al parecer mi grito no fue tan fuerte como para que mi mamá lo escuchara.

Tratando de evitar el tema, levante mi polera y vi mi estómago con un pequeño bulto en la parte baja.

Oh no.

Me di una ducha rápida, de unos 3 minutos. Seque mi cabello y lo até en una coleta alta. Me puse unos shorts cortos apretados y una polera suelta que decía "Fuck you, Bitch" . Bajé las escaleras a toda prisa mientras me ponía mis auriculares.

—¡Iré a trotar, vuelvo en una hora!— cerré la puerta sin esperar una respuesta.

No iba a dejar que esa grasita se acumulara ahí como así nomas. No señor.

Me puse a trotar en dirección a la plaza, ahí habían maquinas para hacer ejercicio, no me eran muy atractivos los gimnasios.
















Mi criminal, mi problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora