Salida del Limbo y Los Apicultores

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Thariús, quien permaneció horas en el limbo de la bruja, regresó a la normalidad percatándose que solo habían transcurrido tres minutos tras su fuerte ataque de tos que atrajo la atención de algunos doctores cuervo, novicios y uno que otro apicultor que se encontraban polinizando el jardín con su habilidad de “Reinas Abeja” un doloroso y peculiar don otorgado por el Creador; la divinidad Máxima de los Leales o de los humanos de los Tres Imperios.

Los Apicultores; nobles de baja cuna que residen en la quinta columna ubicada del lado sur del “Gran Templo Gorod” compartiendo los primeros 20 niveles con los milicianos, los políticos, los líderes de los sindicatos, los policías y los cruzados de bajo renombre.

Empezando sus hogares desde el nivel 21, terminando su dominio hasta el nivel 75, vulgarmente llamada “La Colmena” o “El Panal” un hogar de cientos de miles de almas humanas y millares de abejas, dedicadas exclusivamente a la generación y cuidado del bien más preciado de una ciudad a miles de kilómetros bajo tierra cuya luz artificial del sol, impide la generación propia de cosechas:

El Polen

En los mundos Forajido, el Petroleó y las Gemas, son los recursos vitales, en los Mundos Naturales, es toda la materia prima extraíble y explotable por siglos como: La Madera, la tierra fértil, el agua, la fauna local etc.

Pero, en aquellos mundos cuya superficie es tóxica y letal como es el caso de Tree; toda la vida de su única ciudad humana restante, depende del polen, que es necesario para el crecimiento de los cultivos interiores (niveles del 30 al 60 de la quinta columna)

El trigo es el cultivo principal en Metro Gorod, pues de este se deriva el pan que bañado con agua lo vuelve el alimento base de una familia promedio de “La telaraña” teniendo un valor de cinco monedas de plata.

Otro alimento indispensable son las barras energéticas o comida espacial, que son literalmente barras elaboradas a base de trigo mezcladas con químicos que permiten la subsistencia de los trabajadores y de las clases bajas llegando a ser el alimento que, una persona promedio consume diariamente a falta de recursos.

El costo de este es moderado, para los trabajadores de construcción se les respetan las dos monedas de plata mientras que, para el resto de la sociedad son tres siendo capaces de comprar únicamente una vez por día la cantidad de dos barras.

Debido a su exigencia en toda la telaraña la cual es distribuida por el Clero en las tiendas eclesiásticas ubicadas siempre en las imponentes Iglesias y Templos erigidos al culto del Creador, custodiados por los “Verdugos de la Fe” o en algunos casos por los propios Caballeros no Muertos.

Los niveles 61 y 70 están destinados únicamente a los apicultores que trabajan dentro del “Gran Templo Gorod” donde cuidan de los jardines interiores mediante la energía que les proporciona la reina abeja o instruyendo a los hijos de alta cuna sobre la importancia de la preservación de las plantas y de la defensa de las mismas (propaganda eclesiástica)

En los niveles 71 y 80 se encontraban Los Guerreros Abejas o Los Custodios de la Reina, aquí se entrenan todos aquellos apicultores de la rama militar en la defensa de Metro Gorod o en las Cruzadas que estos se dispongan donde los señores de las abejas desarrollarán también armamento, armaduras y otros aditamentos necesarios para el cumplimiento de esta tarea.

Tras la fallida “Rebelión de la Abeja Negra” años atrás, estos niveles fueron reducidos de 80 a 75.

El consejo de Guerra de Gorod tras una costosa victoria que culminó con la rendición de la actual Reina Abeja, mando destruir los niveles donde se producían los armamentos y armaduras de estos guerreros, así como les impuso fuertes condiciones de vida que les limitan muchos ejercicios ya sean políticos o militares, siendo excluidos de una sociedad que sufrió con creces el precio de la rebelión y que perdió un 10% extra de los territorios subterráneos y un 15% de las edificaciones de la superficie a manos de los Fungí.

En caso de que se necesiten nuevos equipamientos bélicos, la reina por escrito debe comunicárselo al consejo quien aprobará o desechará la petición, en caso de ser aprobada los señores del Yunque (Tercera Columna) fabricaran todo lo que contenga la lista pues los apicultores tienen estrictamente prohibido la construcción de cualquier arsenal bélico, así como están muy limitados en la cuestión de reclutamiento o generación de efectivos militares quienes ya no sirven únicamente a su reina.

Los guerreros deben de realizar múltiples juramentos a los ojos del creador (frente a la cruz) y ante un Capellán de Compañía, lo que en caso de romper dichos votos, serán ejecutados y sus familiares perseguidos hasta que todos sean asesinados.

La actual Reina Abeja Polet, Nieta de Paulette aquella que inicio la rebelión contra el Consejo de Guerra, reside en el nivel 75 anteriormente una sala de armas privada de todos los lujos y ornamentos del nivel 80 anteriormente el trono donde alguna vez “Bee” fue iluminada con las instrucciones del Creador quien, le dijo que fabricará en esa columna de piedra la civilización de las abejas.

Thariús, se mantuvo viendo a una apicultura que tenía su típico sombrero colonial con una malla blanca permitiendo ver únicamente sus hermosos colores miel, los cuales brillaban con más intensidad que la propia luz del Jardín.

La joven portaba un traje en su totalidad blanco similar al de anti-radiación, muy ajustado para su figura, en particular por su pecho el cual era sumamente voluptuoso, pero, que debía de mantener totalmente cerrado.

El brazo izquierdo (en su caso) era la única extremidad expuesta donde, la manga del traje había sido doblada hasta el codo permitiendo apreciar que la piel era similar a un panal del cual entraban y salían diversas abejas que incluso sobrevolaban la extremidad de su dueña.

No hacía falta quitarle la máscara al doctor para mostrar que él mantenía una penetrante mirada repleta de furia y rencor por la rebelión que los apicultores llevaron a cabo, causando la muerte de miles de hombres leales entre ellos amigos del propio Thariús.

La joven agacho la cabeza al sentir esos fríos ojos cibernéticos mirarla fijamente, siendo acompañada de otros apicultores que vestían de la misma manera quienes le daban palmadas en la espalda motivando o consolando la preocupación de ella por el doctor que, aún mantenía esa misteriosa jeringa en su mano, la cual inmediatamente guardo de vuelta en su bolsillo, tomando la primera rosa blanca para largarse de la zona mientras las miradas le seguían.

Tharén, quien había estado buscando su respectiva rosa en la zona oeste del jardín, al escuchar la tos corrió inmediatamente hasta el otro extremo donde estaba el amigo de su hermano a quien se dirigió diciéndole:

El Árbol EnfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora