Prometí amarte hasta el final.

Hay alguien más.

Kibum iba a contestar cuando el timbre sonó. Dejo sus utensilios en la mesita y se quito el delantal para no perder el estilo frente a la persona que había llegado. Al abrir la puerta se dio cuenta de quien se trataba y no dudó ni un segundo en abrazarlo, hace mucho que no lo veía.

"Tae, cariño como haz estado, que tal la universidad?" Pregunto el mayor al ver al invitado que plantaba pies en su puerta.  "¿Cuando regresaste a corea?, me hubieras dicho y hubiera pasado por ti" 

"Hyung ya no soy un niño, regrese para darte una buena noticia"

"A ¿si?, ¿cual es?"

TaeMin levantó su mano presumiendo el anillo de compromiso que estaba en su dedo, KiBum se emocionó al saber que al fin lo había conseguido.

"Wow, cariño, al parecer si era la persona indicada, estoy tan feliz por ti" felicito el mayor dándole un fuerte y cálido abrazo.

Después de que TaeMin y KiBum se conocieran se hicieron amigos, la diferencia de edad era muy poca así que se confiaban muchas cosas y una de ellas era el hecho de que TaeMin estaba enamorado de un hombre casado, aunque el menor nunca quiso contar quien era, KiBum podía notar que este estaba completamente enamorado de aquel hombre, aunque al principio intentaba hacerle entender que no se metiera con un hombre casado, termino dándose por vencido cuando veía que el menor estaba yendo enserio. Poco después el menor le conto que la relación del hombre de quien estaba enamorado y su esposa estana casi terminada  y estaban planeando divorciarse así que en ése momento comenzó a apoyar la relación del menor y ahora estaba aquel niño en su casa presumiendo su hermoso anillo.

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MinHo terminó su viaje tal y como le había dicho a su esposo, después del incidente en su hogar un cliente le mando a llamar hasta Londres, aunque este se nego en repetidas ocasiones no se le permitió dejar de lado el asunto o mandar a otro en su lugar así que fue muy a su pesar. Llegó al departamento que compró cuando era joven y cuando JinKi aún era su novio. Poco después de pedirle vivir juntos le pidió matrimonio,  MinHo se imaginó que viviría de por vida con JinKi pero en esos momentos no sabía que hacer, MinHo amaba a JinKi, de verdad lo amaba y  no se imaginaba un solo día sin el, pensar que podrían separase le hacia perder la cabeza pero entonces estaba TaeMin, cuando conoció al pequeño le pareció un niño mimado que todo lo que quería se le era dado pero conforme lo fue conociendo su criterio sobre el fue cambiado, TaeMin podría ser egocéntrico y presumido pero también era lindo y con un buen corazón, Podria parecer que es el mismísimo demonio pero la verdad era que solo era muy infantil y eso le gustaba del menor, le empezo a gustar su seguridad, algo que JinKi no tenía, su carácter aventurero, algo que JinKi tampoco poseía, sin embargo no podía dejar a TaeMin, para MinHo este era un pecado, un fruto prohibido que debía poseer porque era para él y solo para él .

MinHo dejó su abrigo en el perchero junto a la puerta, se quitó los zapatos y continuó su camino hasta su habitación, en ella la luz no pasaba, las cortinas estaban aun sin doblar, sin embargo la poca luz que podía entrar por la puerta alumbraba la mitad de la cama dejando ver las sábanas en el piso alfombrado, por sobre la cama también podía visualizar los pies desnudos de JinKi. Sin encender la luz se deshizo del resto de su traje y quedó únicamente en ropa interior, se acercó hasta el mayor, pequeños y casi silenciosos ronquidos era expuestos, JinKi parecía estar durmiendo pero eso no le importó al menor, paso sus manos por el pecho de JinKi el cual subía y bajaba lentamente conforme respiraba, al igual que su esposo JinKi solo contaba con unos boxers como única prenda. MinHo acercó su rostro al de su esposo y depositó pequeños besos en diferentes partes de éste, continuó por su cuello, JinKi se removió tras el contacto, su piel se había erizado justo donde había sido besado. MinHo continuó besando en pequeñas porciones de su cuello y con una mano sobre el abdomen de JinKi hacia círculos al rededor del ombligo del hombre aún dormido. 'Es tan hermoso' pensó.