Martirio de madrugada

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Por alguna razón el día paso mas rápido que de costumbre...Para cuando me quise dar cuenta ya me estaba despidiendo de las chicas y de mi odioso jefe, el cual me advertía y recordaba "Bien Brown sabes que si no limpias todo el establecimiento y limpias los platos, no habrá dinero para ti mañana ¿No?" A lo que asentí vagamente con la cabeza.

El sol ya se había ocultado dejando el escenario libre para la radiante luna, comencé a limpiar ya desanimada, por fin caí en la realidad.
Me estaba regañando cuando escucho la campanita de la puerta, voltee buscamente y entorne los ojos, la oscuridad no me dejaba ver muy claro.

Allí estaba esa figura alta y delgada, de piel pálida y con unos bellos ojos azules que brillaban a la luz de la luna...¿Como negarlo? Era muy guapo.
Camino hacia mi y me saludo con un apretón de manos, algo formal, pero amigable a la vez.

Con la vista hacia el mostrador y desordenando su cabello dijo "Hey, este lugar da miedo de noche"

De inmediato solté una risita, tenia 24 años y le tenia miedo a una cafetería oscura, era algo tierno.
Andy noto mi reaccion y sonrió levantando una ceja.

"Oye ¿Que haces con una escoba o lo que sea eso?" Pregunto señalando la escoba

"Ya te dije tengo que limpiar este lugar, sino no tendré paga mañana" Le respondí, dan dome la vuelta y volviendo a lo que hacia

"Déjalo para después, ser tan responsable te hace ver aburrida...Ademas tienes mucho tiempo, es decir, a ¿Que hora abre?" aludió sacándome la escoba de mis manos y botándola al suelo

"No soy aburrida" nege al unisono y haciendo un puchero como una niña

El alto morocho, se puso a mi altura y con una voz un poco mas baja y media sonrisa repuso "Bien, bien entonces déjalo para después y divirtámonos un rato. Y prende la luz que ya da mucho miedo"

Reír y le respondo "Bien bien, miedoso, ahora enciendo la luz"

Negó al unisono, imitando mi acto de hace un momento "No soy miedoso, solo no me gusta la oscuridad"

Encendí la luz, mientras el sacaba una botella de vidrio de su mochila, intente divisar que era pero su mano no me dejaba leer la etiqueta.
"¿Oye Ji (se pronunciaría como Yi) te gusta el whiskey?" oí su voz del otro lado de la cafetería, voltee y allí estaba señalando la dicha botella, solo asentí.

Al regresar me dio un vaso, el cual contenía whiskey.
"Deberíamos brindar ¿No?" volví a oír su voz, pero por alguna razón parecía más distante, aunque el estuviese al lado mio, era extraño. Levante la vista, para mirarlo y contestarle, todo se veía borroso. "Debe ser el cansancio" Pensé.

Solo asentí a su pregunta, brindamos por alguna razón, váyase a saber cual era, ambos bebimos el contenido de los vasos.
Me sentía algo mareada, pero no era por el whiskey, generalmente tenia tolerancia al alcohol, era por otra cosa.
Decidí comenzar con mi labor ya que empece a sentir que el malestar aumentaba.
Le comente la situación a Andy y este muy amable ofreció ayudarme, terminamos muy rápido.
Andy noto que no estaba nada bien y ofreció llevarme a mi casa le dije la dirección, con una voz casi inaudible "Washington 1870". Al terminar la oración me desplome en el suelo, me desmaye.

Narra Andy (por primera vez) 

Estaba algo asustado, se acababa de desmayar.

"Que mierda hago. Dios que no se muera" dije mientras la levantaba del piso.

Respire, intente calmarme y cargue a Jenny, tome nuestras cosas.
Me subí a la motocicleta de esta y la coloque sentada delante de mi, era algo complicado conducir mientras la sostenía, así que iría a poca velocidad.
Una vez en su casa estacione la Ducati frente al garaje y entre. Por fortuna sabia lo que tenia que hacer para reanimar a alguien desmayado, espero que funcione.

La metí en el baño, le saque la blusa y la falda, dejándola en ropa interior, la introducir en la tina, mojandole la nuca y la cabeza con agua helada. Al ver que no racionaba, me asuste, la saque bruscamente de la tina, le puse mi playera, la cual le quedaba algo larga.
Fui hacia la cocina en busca de azúcar o algo dulce. Le metí una cucharada de azúcar en la boca y tampoco reaccionaba.
Ya si saber que hacer, la lleve a su habitación y la acosté en la cama, tapándola. Me senté a orillas de la cama, estaba asustado y nervioso, me sentía inútil al no saber que hacer. Decidí quedarme con ella y hacerle compaña hasta que despertara, ni loco la dejaría sola.
Me acosté a su lado sobre las sabanas... En cuestión de minutos me quede dormido.

Un maldito dolor, bastante familiar, me despertó. Me levante de un salto, era un dolor insoportable, similar al ardor.
Esta vez eran ambos brazos, los que serian protagonistas de mi martirio. Lo único que pasaba por mi cabeza era "No ahora no. No quiero que despierte y me vea así...Si se llega a enterar seria lo peor".
Me levante de la cama y fui hacia mi mochila, por suerte tenia algunas de mis medicinas allí. Era una tortura tener que hacer esto casi todas las madrugadas. 

"Ella esta atada a una promesa y yo estoy atado a esta porquería" "Ninguno de los dos esta viviendo" dije casi susurrando.

Decidí volver a dormir, pero esta vez lo haría en el sillón, para no incomodarla si se llegase a despertar...Solo rogaba que el dolor no volviera. ¡No! Que no se entere, seria horrible.

Bien hermosas cibrenautas, hasta aquí.
Espero que les guste, les dije que se pondría mejor.
¿Que opinan de que también narre Andy?
En fin espero que lo disfruten.

Aldy.

Atada a una Promesa (ft. Andy Biersack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora