CAP 44: Después de eso

677 78 5
                                    

Thomas

No pude hacer nada, intentaba librarme de los amarres de mi mano pero al final fue imposible.

Gritaba, me movía y amenazaba de muerte a Harold, pero él estaba en su mundo, sus ojos que eran azules estaban completamente negros.

Su mandíbula tensa y sus manos tocando cada centímetro de Betty, y lo odiaba.

La veía gritando y llorando para que parara, pero ese animal no tiene humanidad.

Y en un momento, en que los ojos de Betty me miraron pude notar que ya no era ella, dejó de llorar y solo tenía una expresión fría, sin vida, sin alma.

Lo que más odie fue que lo hiciera en mi cara, él sabe perfectamente mi cariño hacia ella y quería asegurarse de decírmelo "Ella ahora es mía"

La vistió, la esposó, y se fue.

Betty no se mueve, su mirada perdida en el techo.

Sus ojos rojos, pálida y con algunas marcas rojas de las manos del psicopata.

-¿Betty? ¿Me escuchas?- nada, es como si su cuerpo estuviera ahí pero su mente no.

No puedo quedarme así, no puedo permitir que viva en otra pesadilla.

Siempre estuve ahí para ella, cuando murió su madre ella vivió en una pesadilla, no volverá a pasar.

Miro desesperadamente hacia los costados en busca de algo que pueda usar para desatarme o cortar los nudos.

Y lo veo, hay un pequeño agujero en la pared de madera que deja ver el exterior, con toda la fuerza que tengo empiezo a arrastrarme, acercarme lo más que puedo.

Falta poco, muy poco, pero me detengo abruptamente al darme cuenta que la soga ya no es más larga.

Solo faltan pocos centímetros para llegar, muy poco.

Estiro mi pierna y empiezo a patear la pared con la única intensión de que un pedazo se rompa y usarlo como cuchillo para cortar la soga.

Una y otra, patada tras patada, golpe tras golpe.

Toda la cabaña tiembla y escucho a Betty hablar.

-Para...

No le hago caso, el enojo y la adrenalina invaden mi cuerpo, estoy enojado por todo lo qué pasa.

-Thomas... para...

Y en la última patada mi pie sale disparado hacia afuera, sangre empieza a manchar el pantalón.

Me he cortado la pierna con el contorno de la madera haciéndome una gran herida.

Pero lo he logrado, un pedazo de al menos 7 centímetros a caído al piso, con la pierna sana empiezo atraerla y tomarla con cuidado en mis manos.

Y empiezo a cortar la soga, sé que demoraré hasta poder soltarme, pero igual lo intentaré.

Miro a Betty, me esta viendo directo a los ojos con una expresión de temor.

-Thomas... tu pierna...

-No pasa nada, es solo un corte- y sí, es solo un corte, pero vaya, duele como mierda.

Espero que no se infecte.

-¿Y si viene?

-Lo mato.

-Thomas...

-¡NO BETTY! ¡NO DEJARÉ QUE TE VUELVA A TOCAR!

Sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas, está asustada y lo comprendo, cualquiera de nosotros dos puede resultar herido.

Acosando a mi Acosador - TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora