1997: Después de todo

24. Mejor que el baile de graduación

Danna.

Deje a Celine jugar con mi imagen, no se cuantos años habían pasado desde la ultima vez que me preocupe acerca de como lucia mi ropa o maquillaje. Me costaba recordar mi closet de adolescente, la manera en que etiquetaba la ropa por colores y telas. Con el tiempo mi vestimenta se había limitado a la caja de ropa usada que Zack o Eve habían desechado, y como bonus algunos vestidos formales para fiestas del hospital a las que acompañaba a Ben, y nada mas. Pero esa noche todo fue diferente, Celine me hizo sentir y lucir como una princesa.

Me encontré envuelta en vestido azul rey que no era mas ni nada menos que un diseño de Edith Head, un tanto parecido al vestido turquesa que Grace Kelly alguna vez utilizo, era precioso, mucho mas porque tenia mi tonalidad de azul favorito en el mundo... Tan similar al color de los zafiros.

Mi cabello también tenia ese estilo de los cincuentas un peinado que acomodaba mi cabello castaño a lo largo del cuello y mi maquillaje había sido solo una capa delgada para cubrir mis pecas y bolsas oscuras bajo mis ojos, un poco de rubor, mascara de pestañas, magia para alinear mis cejas y un intenso rubio cereza en mi boca.

Me costo reconocerme, Celine había estado encantada con lo que las chicas habían hecho y como si se tratara de mi madre me había fotografiado con su cámara. Me sentí en mi propia graduación, la que nunca tuve, la que había llegado muchos años después. Cuando ambas estuvimos listas salimos de la habitación en camino de encontrarnos con Ray y Connor.

No estaba preparada para lo que vi después.

...

Connor Brashier.

La jodida pajarita negra me estaba matando. El ordinario de mi, a una larga y notable diferencia de Ray, quien narecía estar disfrutando de tu traje de mas de dos mil dólares, sufría y padecía con el horrible traje que me había mandado rentar. No es que fuera feo, es que era complicado y pronto me sentí el idiota más grande del rodeo.

Ray golpeo mi espalda una segunda vez y ese había sido el limite, gire con toda la intención de devolverle el golpe pero todo quedo pausado cuando la vi... Danna lucia impresionante.

Sus hermosos ojos brillaban y contrastaban con el fuerte azul de su vestido, nada captaba más la atención de no ser por sus labios que lucían tan apetecibles en ese rojo. Estoy seguro de que debí lucir como un idiota porque Ray había golpeado mi espalda y soltado una risa roca antes de caminar hasta la chica quien le dio una sonrisa radiante.

"Luces hermosa." Dijo el y no podía estar mas de acuerdo. "Aunque aun falta algo para completar." De su esmoquin saco una caja turquesa cubierta con un moño negro. Los ojos de Danna se abrieron de mas y negó al verlo, "Acepta este regalo." Dijo el jalando el moño convirtiéndolo en un listón ordinario.

Un colgante con diamante amarillo y otro pequeño color blanco colgaban de una fina y delgada cadena que no dudaba fuera igual de valiosa que las otras dos pequeñas joyas. Me sentí la persona mas pobre en el mundo, tal vez tendría que trabajar mas de una vida para poder comprar algo así, o simplemente dejar de comer.

"No puedo aceptarlo." La chica aparto la mano de Ray. "Esto es demasiado." Solo Danna rechazaría un regalo así. "Es muy bella Ray, agradezco que el detalle pero yo no puedo conservarla."

"Por favor." Pidió el con voz suave. "O al menos dame el gusto de que la uses esta noche." Danna volvió a negar. "Solo está noche, mañana la devolveré a la tienda."

Ella me miro, no se si buscaba apoyo o que con un gesto le diera entender que era una locura. Realmente Ray parecía querer que ella lo usara, así que sonreí, y moví mi mano en apoyo y ella frunció el ceño extrañada de mi actitud pero acepto; acepto el ostentoso regalo y dejo que el hombre se la colocara. Ray no pudo haber acertado mas, era como si Danna hubiera nacido para lucir todos los días de esa manera, mas sin embargo estaba seguro de que por dentro moría por volver a sus jeans gastados.