3: Tentacle vs Fargan

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Dejó el cofre cerrado sobre la mesa, ante sus hermanos oscuros, que levantaron la mirada desde la caja bruscamente dejada, hasta la cara de Rubius, que los miraba bastante enfadado.

-Vegetta vino anoche a mi casa, casi me descubre.

-¿Casi te descubre haciendo qué ratón? -se rió Fargan.

Rubius se puso colorado y Willy y Fargan no pudieron evitar cruzar miradas para sonreirse, cómplices.

-Al menos el bicho está vivo ¿no?

Willy torció la sonrisa al burlarse del teñido, quien protestó con un montón de ruidos.

-¡No soy un inútil! Compruébalo tú mismo.

Willy se levantó rápido e intimidante mirándolo fijo a los ojos, casi le hace retroceder, pero el albino simplemente llevó la mano hasta la caja, levantando poco a poco la tapa. Rubius contuvo la respiración recordando la última vez que él hizo eso mismo, esperando que de un momento a otro el monstruo agarrase a Willy con toda aquella fuerza sobrenatural, y sus siguientes pensamientos hicieron que sus mejillas ardieran y se perdiera en ellos.

-¡Felicidades Rubius! Lo has conseguido, sigue vivo. Bravo.

Fargan y Willy intercambiaron karmas, quedando las monedas en las manos del primero.

-¡¿Pero qué estabais apostando cabrones?!

-¿No se ve más grande? -Fargan le ignoró por completo.

Sus dos hermanos miraron con atención a la masa morada que ocupaba toda la caja.

-Es porque ha comido -diciendo esto, Willy le tendió la palma al búho, que le regresó los Karmas de la apuesta anterior.

Rubius se puso colorado hasta las orejas, algo le decía la verdadera naturaleza de esa otra apuesta.

-¡¡¿Pero quereis parar ya hijos de puta?!!

-Si está tan bien alimentado no va a tener ganas de comerse a la rata nocturna.

-Tienes razón Fargan, por eso esta noche lo escondes tú.

-No hablas en serio Willy -el albino lo miraba frío y fijamente a los ojos- No, Willy, yo no meto esa cosa en mi casa.

-Fargan…

La discusión no duró un segundo más. Al final de la reunión oscura, Fargan fue el primero en abandonar la base cargando una caja de madera, con los hombros encogidos y una mirada de derrota, mientras Rubius y Willy lo observaban salir.

-Tres karmas de oro a que nos lo hace un hombre -rió muy en broma Rubius, pero al mirar al albino, Willy le devolvía la mirada de reojo, demasiado serio y de brazos cruzados, dejó de reír al instante, sentía que su jefe le fuera a reñir.

-Que sean veinte.

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-¿Y yo que hago ahora contigo?

Miraba la caja pensando dónde podía esconderla. Si algo le pasaba a ese bicho, estaba seguro de que Willy lo mataría, lo haría pedazos y se lo daría de comer a Rubius.

Bueno, eso quizá no. Pero sería un buen final.

Se suponía que el bicho era un pulpo ¿No? ¿Qué debía hacer? ¿Cocerlo? jajajaja no, ni de coña se iba a comer algo que había estado metido en vete a saber qué agujero del oso otaku. ¿Los pulpos viven en agua no? ¿Bastaría con la bañera? Abrió el grifo y cuando la tina estuvo lo suficientemente llena, levantó la tapa del cofre…

La masa morada respiraba tranquila, como un buen blandiblú. Fargan agitó la caja, la zarandeó, le gritó, incluso la puso boca abajo, y el bicho no pareció inmutarse.

Tentacle KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora