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Matt: Tus padres vinieron a verme hoy. Me dijeron que cuando despertarte lo primero que dijiste fue mi nombre. ¡No sabes cómo me sentí!

La psiquiatra dice que estoy progresando, que sólo me restan siete semanas más en este lugar. Me han dejado conservar el celular, sé que tú perdiste el tuyo, pero también sé que estás pensando en mí, aunque no haya un mensaje de por medio. ¿Estás viendo el cielo en este momento? La luna es hermosa, pero las estrellas también lo son, tenías razón, la luna es muy solitaria. Cuando estabas en aquella ambulancia vi que llevabas puesto el collar que te regalé, a mí me quitaron el reloj porque cubría mis cicatrices. Sé que dijiste que me querías, pero ¿me querrás con mis cicatrices? ¿Querrás al chico inseguro y solitario? A veces me pregunto esas cosas Ash y siento que seré incapaz de seguir adelante, pero en la terapia me dicen que debo quererme tal como soy, que las cicatrices en mis muñecas forman parte de mí y que quién me quiera, las querrá también.

Mi padre no deja de hablar de ti, de lo que hiciste para encontrarme, nunca cruzó por mi mente que serías capaz de robarle a tus padres y mucho menos que le robarías el auto a una anciana. Mi madre me contó que hablaron con la atemorizada mujer para que retirara los cargos en tu contra. Cada vez que intento imaginar cómo se vería el cargo de asalto a mano armada en tus antecedentes, me contengo de reír ¿Quién diría que la mejor alumna de nuestra escuela sería una asaltante? ¿Dónde lo aprendiste, Ash? No recuerdo haber asistido a esa clase.

Cuento los días para salir de este lugar y poder verte de nuevo, aunque no sé si tú quieres lo mismo.

El último mensajeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora