capítulo 19

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Los días transcurren rápido cuando sos feliz , cuando todo es perfecto,  cuando nada puede arruinar los segundos, los minutos,  las horas, los días.

Los días de Sonia pasaron muy rápidos, por suerte en la empresa no había nada importante que resolver, más allá que Francisco ya había pedido el traslado de Sonia a Brasil, ella hablo con Dante,  sin pensarlo le dio permiso .

Así que ya estaban partiendo, Sonia paso la mañana con Laura  y por la tarde antes de irse, paso a saludar a su mamá. .

—Te amo mamá,  prometo llamarte  en cuanto aterricemos.

—Bueno hija, cuídate mucho, disfruta— Francisco hijo, cuida de ella —dijo su madre.

—Si, se lo prometo.

Una hora más tarde estaban subiendo en el avión, Will se encontraba con ellos .

—¿Nerviosa nena?— pregunto Francisco

— Un poco,  me da miedo no caerle bien a tu niña.— dijo Sonia

—Lo entiendo, pero Ameli es una nena muy simpática,  vas a ver que se van a llevar bien, ella disfruta mucho estar con mi madre, avece no quiere volver a casa- contesto Francisco

—Con tu mamá, creo que nos vamos a llevar muy bien, espero poder disfrutar mejor estos días—dijo  Sonia.

— Mi mamá no va a dejar que te vayas y Catalina solo va a querer que funda tus tarjetas de crédito y las mías.

—También me tiene preocupada  la reacción de Tahia, la última ves no fue muy agradable—dijo ella

—De Tahia no tenes porque preocuparte, aléjate de esos asuntos, no quiero que estés mal, intentemos que nada arruine nuestro momento .

Las horas en el avión pasaron rápido, en el aeropuerto de Brasil, los estaban esperando un chófer.


—Bienvenida a casa mi amor—dijo
Francisco, mientras apoyaba su mano en la espalda de ella y la guiaba a la puerta de la casa.

—Se que la ultima vez me fui mal de este lugar, pero quiero borrar todo lo que pasó, y empezar de 0, ¿ que te parece? – Dijo Sonia, mientras lo tomaba de su rostro y le daba un beso .

—Me parece perfecto nena, vamos a dejar las valijas arriba.

Subieron al cuarto, Sonia vació su valijas, arregló su ropa en los espacios vacíos.

—¿Por qué tenes tanta ropa Francisco?—pregunto Sonia.

—Me gusta siempre traer algo de los lugares donde viajo y suelo elegir ropa—contesto Francisco —¿ que preferís hacer hoy?, todavía no le dije a mi mamá que estábamos acá, podemos ir mañana te parece.

—Si, me parece perfecto, hoy necesitamos descansar un poco .
Después de ducharse, fueron al sofá,  para ver una película.

—Me encanta tu casa, Francisco .

—Gracias nena, también es tuya .

Cuando la película llegó a su fin, Sonia lo miró y le preguntó

—¿ Qué somos Francisco?

—¿ Como que somos?, creo que esta claro, nosotros estamos juntos.

—Si, eso lo sé ¿pero somos novios?
—Si eso somos, quiero estar con vos toda mi vida, como siempre te dije, no se nada acerca del compromiso, pero se que juntos lo vamos a lograr.

Después de cenar, fueron al dormitorio.
Sonia lo besó y se marcho al baño, cuando salió, encontró a su guapo sentado en la punta de la cama con varias bolsas de regalos .

—Francisco, dios ¿ qué es todo eso?
—¡ Feliz cumpleaños mi diosa!—dijo Francisco.

Sonia se acercó, mirándolo asombrada, lo abraso y beso.

—Nada de esto hacia falta Francisco, tantos regalos.

—Te bajaría la luna y las estrellas si lo pidieras.

—Gracias por aparecer en mi vida, pero ahora deja de endulzar mis oídos y deja que mire mis regalos—dijo Sonia

Tenia vestidos, perfumes, maquillaje, remeras, se probó todo,  se miraba en el espejo, mientras Francisco admiraba su belleza.

–Tengo otro más —dijo Francisco agarrando de su cintura y subiendo su cuerpo encima de él.

La deposito en la cama, la beso y acaricio el cuerpo de Sonia, no podía sentirse mejor al lado de él, era todo lo que buscaba para su vida.
Mientras besaba su cuerpo se apartó de ella y la miró.

—Es medio difícil decir esto, quiero encontrar las palabras justas y perfectas, no quiero que te sientas presionada.

Francisco se apartó de ella, del bolsillo de su campera, que se encontraba colgada, saco una cajita negra pequeña de terciopelo

—Es para vos,  se que es muy pronto para esto,  pero lo que quiero en realidad es  hacer  una promesa, quiero que esto sea nuestra promesa, nuestro compromiso, que nos una, nos acompañe, quiero demostrarte que quiero que me acompañes siempre, quiero amarte  y serte fiel.
Sonia no le quitaba la mirada de sus ojos, mientras lloraba de alegría, no se podía comparar con nada, ni siquiera al día en que Nicol le pido casamiento, porque en cierta forma, fue algo que ambos querían, así que ni hubo propuesta.
Pero ahora, no se trataba de una boda, se trataba de un compromiso de pareja, de una promesa de  ambos y porque no, un posible casamiento, una pequeña familia,  un amor para toda la vida .

—Francisco, nunca dejas de sorprenderme, gracias todo lo que dijiste, fue increíble.¿ puedo abrirla?

—Obvio mi amor. Es todo tuya.
Sonia lentamente abrió la cajita y se encontró con un anillo de oro con una esmeralda. Le quedaba perfecto.

—Y como te dije mi amor, prometo serte fiel,  apoyarte y acompañarte, prometo hacerte muy feliz y día a día demostrarte mi amor, cuidarte siempre .

—Gracias Francisco, te amo.

Sonia fue a su lado y se besaron
Francisco la abraso y se besaron por mucho tiempo,  Sonia bajo su bóxer y agarro su miembro, lo acarició y juego con el, Francisco le saco la remera y desabrochó su sostén, bajo su tanga y mientras se besaban y acariciaban, la penetro, hicieron el amor muy apasionados, lo disfrutaron y mucho.

—Buenos días bella durmiente

—Buenos días guapo,— dijo Sonia

—Feliz cumpleaños de nuevo, ya le avise a mi mamá que nos encontrábamos en Brasil, me dijo que nos espera a la noche, saben que es tu cumpleaños, seguro van a preparar un buen banquete

—Francisco que vergüenza, mi primera cena con tu familia y que me festejan el cumpleaños.

—Ellos están felices mi amor, quiero que te pongas el vestido azul que te regale, ¿puede ser?

—Si, me encanta — dijo Sonia  mientras saltaba  de la cama .

Después de desayunar, Sonia se encargó de responder algunos mensajes que le brindaban felicidades.

Francisco se disculpó y se fue a la oficina que tenía en su casa, para atender alguno asuntos de la empresa.

Sonia aprovecho para salir al pateo y recorrer el jardín, le daba ternura ver la hamaca, el tobogán, una casita, por momentos se olvidaba que Francisco era padre y le  dolía sentir no ser la primera en darle un hijo.

No queria entrar en ese juego de los celos, pero sabía que Tahia no se quedaría con los brazos cruzados.

Mientras observaba las plantas y flores, le entraron unos escalofríos, y dolores de panza como si le hubiera bajado la presión, como pudo entro,  se dirigió al baño  y se arrodilló delante del retrete, pero por suerte sólo fue una sensación,  se mojó un poco la cara y salió.

Cuando llego al comedor estaba Francisco esperándola.

—¿Mi amor estas bien? Estas pálida y fría.

—Si estoy bien, creo que me bajo un poco la presión, pero estoy bien.

— Deberíamos ir al médico, puedo llamar para que envíen una ambulancia.

—No te preocupes, ya estoy bien.

Francisco se acercó a ella, la toco y le dio un beso.

—Hoy va a estar Ameli,  en casa de mis padres, recién hablé con ella y esta… muy entusiasmada por vernos

—¿Le dijiste que yo también estaba?

—Si obvio, se puso contenta.

Sonia se estaba arreglando en la habitación, con la compañía de Francisco, que ya estaba listo sentado en la cama.

—No me equivoqué en elegirlo cuando lo vi, supe que te quedaría perfecto,  te queda fabuloso.

—Me encanta Francisco,  me encanta- dijo ella

1 hora más tarde estaban entrando en la casa de los padres de Francisco.
Francisco la tomo por la espalda y la ayudo a ingresar adentro.

—Mi amor, antes que entremos tengo otra sorpresa

—¿Otra más?

—Si y espero que te guste mucho
Cuando Francisco abrió la puerta, Sonia gritó de felicidad,  no podía creer lo que veía

—¡sorpresa mi amor!

Hace tiempo te buscaba ( Parte 1)  [Editando] #LunaRoos2020   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora