Estaba lloviendo. Ha estado lloviendo por los últimos cincuenta minutos y ella todavía sigue manejando, para no llegar tarde. Manejando a toda velocidad en las calles de Seoul.
Alcanzo su récord de llegar temprano a la reunión, faltando 59 segundos...
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"No necesitamos gente que se parezcan de confianza Johnny, necesitamos gente que sea realmente confiable, mejor entrena a estos chicos correctamente y asegúrate de que sean los correctos." El tono frío y agudo de Taeyong interrumpió el tono dulce de Johnny. Johnny asintió con la cabeza a los consejos de Taeyong, prometiendo ocuparse del asunto.
"Ya que estos chicos no están familiarizados con ninguna de nuestras tecnologías, necesito que Ten me acompañe y me ayude con esto, ¿me ayudarás Ten? preguntó Kun mirando a Ten.
"¿Qué? ¿Quieres que hable chino ahora? Será mejor que me pagues un dinero extra por eso." Ten dijo estando de acuerdo.
"Sí, sí. ¿El Señor algo mas? Kun preguntó con sarcasmo mientras Ten sacudía la cabeza.
"Genial, entonces yo, Ten, WinWin, Dejun y Lucas nos iremos a China mañana." Kun dijo.
"Ahora que eso ha terminado, mañana quiero que Salomé, Isabela, Johnny, Yuta, Taeil y Bang chan estén listos a las 12 pm, porque tenemos una reunión con BTS." Taeyong dijo.
"¿Va a ir Daniella?" preguntó Yuta.
"Sí, ¿alguna pregunta?" Dijo Taeyong.
"Bueno, entonces la reunión se despide." Taeyong dijo levantándose como todos los demás hicieron lo mismo.
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"¿Ella falló en qué?" El hombre de la silla gruñó.
"Lo siento, ella falló en la misión, señor." El mensajero respondió con la cabeza baja.
"Sabes que no conseguimos bombas humanas fácilmente, ¿verdad?" El hombre arqueó una ceja mientras miraba al mensajero.
"Lo sé señor, no sé lo que pasó, activamos la bomba en el momento que ella dijo, pero de alguna manera no pudimos herir o matar a ninguno de ellos. El radar no mostró ningún humano cerca de ella cuando la bomba explotó." El mensajero respondió mirando su portátil en su mano.
"Esto no puede estar sucediendo, no puedo tener más pérdidas." El hombre dijo mientras sus manos atravesaban su cabello en frustración.
"¿Hay algo en lo que pueda ayudar?" El mensajero preguntó amablemente.
"¡Dame un minuto!" Dijo mientras golpeaba con sus puños la mesa de cristal.
El mensajero se estremeció cuando miró a su jefe con miedo y preocupación, mientras respiraba pesadamente.
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Un repentino y fuerte tono de llamada le hizo estremecerse de nuevo mientras su jefe seguía mirándolo con una mirada ardiente.
Respondió nerviosamente a la llamada, tratando de parecer normal.
"¿Hola?" Él saludó.
"Conseguimos el lugar, envía a tus trabajadores y comenzaremos el trabajo desde esta noche." Dijo la persona del otro lado de la línea.
