Laura cumplió su misión de guiar a los soldados y enseñarles lo que necesitan saber, Lucifer esta muy satisfecho por el largo trabajo de cuatro meses que Laura hizo como entrenadora.
Laura has hecho un buen trabajo en este tiempo–dijo Lucifer en su oficina.
Gracias amo–dijo inclinándose Laura–cuando quiera los soldados pueden ir a la guerra.
Sí lo sé...como dije...cuando encuentre a alguien, volverías a tus labores básicas–dijo Lucifer serio–¡Pasa!.
Un hombre musculoso de tatuajes con forma de serpiente en la cara, ojos color pardo casi crepúsculo y su piel oscura, sus cachos resaltaban, pero no lo suficiente como el de un líder–Me llamo Señor.
Ñeonerf...ella es la que enseñó a tu nuevo pelotón–dijo Lucifer serio, miro a Laura–Ya no te quiero como entrenadora...debes presentarle a los soldados el nuevo capitán...es una orden Laura
Sí señor...–dijo algo insegura en su voz, pero firme ocultando su disgusto, ya que se había acostumbrado a los soldados y ellos a ella–sigame–ordenó seria al salir de la oficina–espero que sea bueno...hice un gran avance–dijo seria.
Lau...no te preocupes–dijo confiado el demonio.
Laura lo miro con mirada desafiante–LARAX, ese es mi nombre el que debes decir–dijo fulminándolo al mirar con sus ojos de color lava–veremos si puedes seguir mis pasos de liderazgo o los soldados morirán a tu cargo.
No seas exagerada niña–dijo Ñeonerf sobrado.
Bien–dijo Laura paseando por el patio¡Soldados!–dijo seria Laura caminando a su lado esta el capitan–Ya llego el día de dejar mi cargo y pasársela a este capitán...espero que nunca olviden lo que les enseñe y que defiendan a su escuadrón, porque sin ellos no sería ustedes....si trabajan en equipo serán los mejores ya que trabajando solos son bueno.
Señora, permiso para hablar–alzo la voz un cadete.
Sí soldado–dijo seria Laura.
No queremos cambiar, ya nos acostumbramos a usted–dijo inclinándose y sus compañeros también–LARAX...usted nos ha enseñado mucho, no queremos que nos deje.
Laura dio un suspiro–Señores, ya sabían que mi cargo no duraría...para mi fue un honor trabajar con ustedes...yo soy la diosa de la muerte y debo seguir con mis tareas...–miro con firmeza–Siguen a Ñenorf su nuevo capitán...es una orden–dijo fuerte y claro con firmeza y frialdad.
¡ Sí señora!–dijeron al unisono.
Laura les paso a cada una la venda–un regalo de mi parte–dijo seria–me debo retirar.
Hasta luego señora, espero volver a trabajar con usted algún día.
Laura sonrió levemente al darle la espalda a sus ex-alumnos–quizás sí, seria un gran honor hacerlo–dijo y desapareció entre ellos.
Laura a prendió a usar mejor sus poderes, aunque como es obvio todavía no lo controla todos sus habilidades, pero aún así hizo un gran avance.
Laura apareció en la pieza con un suspiro, Selferts dio la media vuelta y vio a su amante frente a ella–Lau, no tienes entrenamiento con los soldados.
Se canceló–dijo Laura seria–el amo, ya tiene el capitán perfecto...así que deje de trabajar como entrenadora.
Eso es una buena noticia–dijo feliz Selferta, luego miro la cara de Laura que estaba algo triste–¿ Que sucede?.
Me encariñe con ese pelotón...ahora debo volver a matar humanos, esa parte es lo que no me gusta de ser la diosa de la muerte–dijo Laura algo incomoda con lo que debía hacer–pero en fin...es mi trabajo, me podré a dormir–se sentó en la cama y se durmió.
Selferts cuando estuvo segura de que se durmió y le acaricio la cabeza—Lau...pobre, me gustaría ayudarte en algo–susurro.
Al estar conmigo es mas que suficiente cariño...me apoyas y eres mi soporte–dijo dormida Laura–Te amo por eso Devora..
Selferts se puso roja–“Cómo es posible si ella esta dormida"–pensó confundida.
Supongo que tengo la habilidad de dormirme y seguir sintiendo lo que pasa a mi alrededor cariño–dijo Laura dulcemente.
Paso nueve horas desde que Laura se durmió, ya era de noche.
Hola Lau–dijo Selferts con una sonrisa amable y su rostro colorado mas de lo usual.
Hola Devora–dijo Laura sentándose en la cama–¿ Cuanto paso?.
Nueve horas, ya es de noche, mi padre te vino a ver y dijo que mañana empiezas a matar, ya que te veías muy cansada–aclaro Selferts
Bien–dijo dormida y luego miro a asustada –Pasaron 9 horas...¡Maldición!–dijo parándose, recordando que se debe juntar con la maid.
¿ Que sucede?–preguntó Selferts preocupada.
Debo juntarme con una demoníaca, debo aclara algo–se fue corriendo al baño, se peino y salio–Te veo después–despareció
Tanta prisa que tiene–dijo preocupada Selferts–debe ser importante.
Laura apareció ante la maid–Hola...¿ Por qué me citaste aquí?–preguntó seria en el patio en la parte trasera escondida entre arboles.
Sabes que te pedí que seas mi amante–dijo acercarse seducturamente la maid.
Selferts se preocupó y apareció escondida.
Ya te he rechazado mucho, por qué insistes...yo estoy con la princesa–dijo Laura seria–soy su objeto sexual, de ella y nadie mas...le pertenezco solo por el maldito contrato de mi amo,
Y si yo le pidiera al rey que seas mi amante, lo aceptaría–dijo acariciándola.
Podría ser...pero lo dudo–dijo Laura alejándose–soy un objeto sexual y nada mas...por eso fui creada...tengo prohibido amar a alguien, además no creo que quisieras ser torturada por mi–dijo con los ojos de lava tocando el rostro seductoramente–podría torturarle ahora mismo si quiero–dijo lamiendo el cuello con su lengua de serpiente.
La maid soltó un leve gemido–Te lo suplico.
Laura sonrió malvadamente–podría ser un honor...pero no puedo–dijo soltándola por compasión–tu deseo carnal, esta fuera de lugar–sintió a Selferts–Princesa–dijo seria alejándose de la maid–Debería estar descansando.
Me tenias preocupada LARAX, creo que interrupí algo–dijo con celos.
Deberías ya saberlo–dijo la maid seria–deseo a esta Dengusts, tanto como tú–dijo desafiante.
Selferts se acerco y comenzó a golpearla con odio—LARAX es mía—dijo furiosa.
La maid estaba esquivando y atacando los ataques de la princesa demonio.
ESTÁS LEYENDO
LARAX ( Diosa de la muerte )
HorrorUna mujer hábil en defensa y en uso de armas, ella sufre un terrible accidente, que la hace trabajar para el mismísimo Lucifer(el diablo), tras aceptar su trabajo reencarna en una diosa que tiene la habilidad de matar fácilmente, hasta que alguien e...