Naruto se encontraba en su oficina jugando con una pequeña pelota de goma, el se encontraba demaciado aburrid, el se encontraba asi desde que tomó el puesto de líder de la facción bíblica, el suspiro al ver que su vida se volvió monótona y aburrida, y no podía salir a divertirse con su séquito por los cargos que el mismo les dio, el jamás lo pensó pero extrañaba a los idiotas, el estubo así hasta pensando en ellos y divago un poco hasta recordar a el mayor de sus Hermanos. Una semana pasó desde que su reunión con Samael y desde entonces pensó el como evitar el resurgimiento de el veneno de dios, y la consecuente apocalipsis, el solo suspiró al recordar toda su vida como serafín, el como jugaba con la segunda y tercera esfera celestial, el como junto a Azazel, Rafael, y Azrael molestaban a los demás serafines.
El siguió divagando en sus recuerdos hasta que su pelota se le cayó, el vio como la pelota rodo hacia la puerta, el suspiro y decidió salir a caminar por la ciudad, el estubo caminando por kuoh durante unas hora totalmente aburrido hasta que se encontró a unos de los jóvenes demonios, el vio a el sekiryuutei y Akeno Himejima, ellos al verlo lo saludaron algo temeroso de su presencia, el le respondió el saludo pero cuando les pesaba aser platicando se despidieron algo apenados siguieron en su camino y después el vio como de un callejón cercano salieron Rias, Koneko, Acia, y la exorcistas, Xenovia, ellas lo pasaron de largo y siguieron a Issei y Akeno, el se quedó un poco confundido por eso pero decidió seguir caminando sin dirección alguna.
El paso por la zona de bares y se sorprendió al que que dos chicas vestidad de algun cosplay muy furiosas lanzaron muy a un viejo tuerto, y después una peliplata de aspecto enojado salió del establecimiento, ella trató de regañar al viejo pero se detuvo al ver a Naruto parados viéndolos., el viejo al ver eso volteo a ver al rubio e igual se sorprendió. Se levantó rápidamente y se limpió el polvo de las ropas, Naruto solo vio con curiosidad al los dos al reconocer al viejo.
Naruto: heee, Odín? Que haces aquí?
Odin: de hecho e venido a verte
Naruto: a mi, porqué?
Rossweisse: Vera Lucifer dono, nosotros teníamos unos tratos con Grigory, y con todo lo sucedido en su facción, queríamos saber que sucederá con ese tema.
Naruto: (suspiró) eee, enserio, vamos a mi casa a hablar de esto.
Los tres empezaron a caminar en dirección al dojo, Naruto noto como Odín lo examinó con la mirada y sostenía con fuerza se bastón mientras que la peliplata sostenía su bolso detrás de ella, igual cuidando cada movimiento que hacía.
Naruto: tienen donde quedarse?
Odín: hee?
Naruto: Azazel no se encuentra en la ciudad así que esto puede tardar unos días, en lo que termina su trabajo
Odín: entiendo... no, solo teníamos pensado retirarnos después de la reunión.
Rossweisse: iré a registrarnos a un hotel.
Naruto: no será necesario, pueden quedarse en mi casa.
Odín: si, gracias por su hospitalidad.
Los tres siguieron caminando hasta llegar a el dõjõ los tres se quedaron viendo la fachada del lugar, los nórdicos algo desepasionados por la simpleza del lugar, Naruto los guió por las instalaciones que se encontraban sin limpiar, el rubio al ver su casa llena de polvo suspiró y pasó su mano por su cabello, igual notando lo largo que lo tenía, pues el pelo le llegó hasta la media cintura, el rubio solo sacó un celular y mandó un mensaje.
Naruto: disculpen por el desorden, al parecer no tengo sirvientes.
Odin: no te preocupes Lucifer, Rosse puede encargarse de eso durante nuestra instancia.
