Blackpink - stripp póker (Lisa G!P)

capitulo 4

Jugamos una nueva mano, y esta vez las cartas decidieron que Lisa tenía que “pagar” y Rose era su verdugo. La pauta fue más o menos similar a la del desafío anterior. Lisa debía hacer un bailecito erótico pegada a Jisoo y ella debía decidir si había superado la prueba o no. Opiné que dos minutos parecía un tiempo muy reducido, y las demás estuvieron de acuerdo conmigo. Se estableció que el baile debía durar cinco minutos. Lisa puso música lenta, de una banda que yo no conocía, pero que era aceptable para la ocasión. 

Jisoo se acercó hasta donde estaba yo y tuve que correr mi silla hacia atrás, para darles lugar. Lisa se colocó detrás de ella y yo era la única que veía la escena desde atrás. Comenzaron a bailar lentamente, Lisa pegó su pecho a la espalda de esa atractiva mujer y comenzó a acariciarle las piernas por los lados. Los segundos parecían transcurrir a un ritmo muy lento. 

―¿Si te agarro las tetas, sumo puntos? ―Preguntó.

―Mmmm… puede ser ―respondió Jisoo.

Me sorprendió que Jisoo accediera, pero tampoco me pareció algo tan grave, al fin y al cabo ella estaba intentando mantener el buen ambiente del juego. Sin perder el tiempo, Lisa puso sus  manos sobre las tetas y las apretó suavemente. Los rítmicos movimientos de Lisa provocaron que la punta de su dura verga quedara apretada contra la vulva de Jisoo; el desafío del baile ya no me parecía tan inocente como al principio. Mi asombro creció cuando la vagina de Jisoo pareció abrirse para que el glande quedara suavemente posado en su centro viscoso. Si bien no entró nada, el pene estaba peligrosamente cerca de ella. Se me aceleró el pulso y me pregunté qué sentiría Jisoo al ser arrimada de esa forma por Lisa Mi mayor duda era si ella lo estaba tolerando sólo para no arruinar el juego, o directamente no le preocupaba.

Creí que Jisoo se apartaría, pero no lo hizo. Rose acompañaba el bailecito con las palmas, pero claramente no sabía sobre lo que estaba ocurriendo detrás, la única que podía verlo era yo. La verga se fue untando con ese abundante fluido femenino, y la muy desgraciada inició un lento vaivén con su pelvis haciendo que su aparato se deslizara de abajo hacia arriba entre los labios vaginales. No sé cuántos minutos llevaban transcurridos hasta entonces, pero sabía que aún quedaba bastante tiempo. Jisoo se inclinó un poco hacia adelante levantando más la cola, sus nalgas se abrieron y pude verle el ano. Noté que el glande ya no estaba a la vista, y un escalofrío cruzó mi cuerpo, pero no podía asegurar si éste se había perdido entre los labios de Jisoo o había entrado. De pronto lo vi apareciendo de nuevo, pero con un rápido deslizamiento llegó hasta el ano. Fue la misma Lisa quien obligó a Jisoo agacharse un poco más, sin dejar de sobarle las tetas, que ahora se balanceaban bajo el torso de Jisoo. Me pareció que Lisa ejercía presión con su verga. Era obvio que no estaba entrando, pero el culo de Jisoo parecía hundirse ante la presión. Ella empezó a menear las caderas de la misma forma en que lo hacía yo cuando salía a bailar, y quería provocar a alguien. Con el meneo, la verga bajó y volvió a posicionarse en la concha, ésta vez no tuve ninguna duda, el glande se perdió en el interior de ese agujero rosado. Jisoo giró la cabeza, y me sorprendió mirando directamente a esa leve penetración. Sonrió, y por su gesto me dio la impresión de que decía: “Sé lo que está pasando, pero no me importa”. Su cadera seguía moviéndose de un lado a otro, y el glande continuaba enganchado en ese agujero. Si Lisa lo hubiera querido, le hubiera bastado con empujar un poco hacia adelante, para lograr una penetración mucho más profunda. Cuando Lisa retrocedió un poco, su glande volvió a aparecer, pero sólo para avanzar una vez más contra el culo de la mayor. Ésta vez la presión fue mayor, lo sé porque Jisoo giró una vez más la cabeza hacia atrás, como si quisiera ver lo que estaba ocurriendo, y un leve gesto de dolor apareció en su rostro. Había desaparecido la mitad del glande, y podía ver el agujero del culo de Jisoo envolviendo la parte que había entrado.