El mismo dia de mi ruptura, mis mas bien locos amigos, decidieron ayudarme, sacarme a bailar a jugar a cantar a salar. Pero en ese momento yo, no podia ni sentia las piernas ni ningun musculo de mi maravilloso cuerpo. Ni tenia ganas de nada, ni siquiera de pisar la tierra. Lograron sacarme, se quedaron sordos de tanto griterio, se quedaron adoloridos con todos los golpes que les di para intentar quedarme debajo de mis montones de sabanas.
Pero al fin y al cabo, lo lograron.
Tenian un poderoso carrito de compra fuera esperandome, un par de CocaColas, y un par de Patatas Fritas. Esperaba que llegara mi hada madrina y que convirtiera ese carrito en una gran limusina, y que toda esa comida se convirtiese en un gran banquete pijo.
Pero no, no llego.
Esperaba su llegada impaciente ya que mi ropa era espantosa. Tampoco me imaginaba que iba a salir algun dia mientras vivia, por eso no me cambia ni el mas minimo detalle.
Esa ropa espantosa se tenia que convertir en un vestido brillante, una corona, y unas joyas bañadas en oro.
Pero en realidad solo se convirtio en...
Un vesito hecho de 19 rollos de papel, la corona del McDonalls, y las joyas, que se las robamos a una niña en el parque. Joyas, de juguete, que sinceramente era lo mejor que llevaba.
Me conformaba.
Crei que me iba a intoxicar de tanta CocaCola, y de tantas chuches. De repente me iba a subir el colesterol y los trigliceridos.
Ellos, ya habian venido para la ocasion de triunfar por las calles de Galicia.
Conocia a todos, menos a uno.
-Lucia, ¿quien ese ese? ¿y que hace en mi despedida de mal Karma?
-Ni idea Noa. En realidad fue invitado por David. No sabemos quien es ni de que planeta ha salido. Lo unico que sabemos es que se llama Alex.
-Pues vaya.
Eran las 8 y 30 de la tarde. Empece a sentir que me faltaba el aire por estar tanto fuera de mi casa, no estaba acostumbrada a respirar el mismo aire que podria estar respirando ÉL, o asesinos o terroristas, o otras personas con maldades en la mente.
Estaba apunto de irme cuando el tal chico acoplado por David me cogio de la mano y me detuvo sin tener la menor idea de quien era.
-Hola!
La verdad es que nose porque me ha saludado como si me conociera de toda la vida.
-Hola.
Si, soy bastante fria.
-¿Que tal?
No sabia que contestar pero me hice a la idea que todo acabaria mejor mintiendo.
-Genial! ¿Y tu?
-Parece que no estas genial.
¿De donde ha salido este?.
-Parece, pero para tu informacion lo estoy, y me intento deshacer de esta estupida conversacion, si hubiese sido por mi, te hubiese dejado en visto en Whatsapp.
-Ey ey, lo siento. No pensaba que mi presencia iba a causar esto.
-Pues lo ha causado.
Me solte, y me fui. Senti que me iba a caer, nose, no dejaba de mirarme, era incomodo.
...
Al dia siguiente, volvieron a venir.
Deberia de estar agradecida, hasta que vi a Alex.
¿¡Que hacia otra vez ahi?!
-Hola!!
Esta vez me lo dijo con una emocion increible.
Ni si quiera le respondi, me limite a saludar a los demas.
Me senti mal, porque era un chico bastante majo.
¿Por que me comportaba asi?
La verdad es que no tengo ni idea.
A la vez de pensar en eso, pense en complacerle por mi mal comportamiento. Asique me acerque y le pregunte el nombre, debia de empezar por algo.
-¿Como te llamas?
(Ya sabia su nombre, pero que mas da).
-Me llamo Alex, ¿y tu?
Me corto, y me dijo.
-¡Si! Te llamas Doña Sargento mandona sin humor alguno y malhumoradamente preciosa.
-Si, exacto -le dije-
-Gracias, entonces debo de llamarte asi?
-Si eres de buena memoria, si. No me importaria. Aunque ningun administrador de DNI ni Pasaportes han dejado que ese nombre estuviese a mi alcance. Me bautizaron con el nombre de Noa, y asi me quede. Asique si me permites, llamame Noa.
-Esta bien, Noa.
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Superhéroe.
Teen FictionEsa magnifica sensacion de ser ayudada. Esa mágica sensacion de mantenerte a salvo en tus peores e insignificantes dias. Esa sensacion de tener a tu lado...Un Superhéroe.