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›››››››››››››››› 2 años antes ‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹‹

-Malditaa! No se vale, mira como me dejaste - dijo mi amigo lloriqueando porque le hice el tortazo, su cara es icónica en este momento, pero logré mi cometido.
-Oye, te lo mereces bastardo, es venganza por mi cumpleaños pasado, vamos, limpiate la cara antes de que venga tu noviesita y te comience a lamer la cara- dije burlandome, la verdad esa chica es rara- hablando de la reina de Roma.
-Pero Alex! Que le hiciste?!- dijo burlándose, okey, lo reconozco, me cae bien esta tipa- ven amor, te limpiaré- comenzó a lamerle la cara, vaya, la crema si que tenía buen sabor al parecer.
-Enserio? No creí que lo harías - mentira, si lo creía, ella es capaz de todo.
- Vamos querida, sabes que soy capaz de todo- dijo mirándome con una sonrisa, guiñandome el ojo y mordiendose el labio, ven?, les dije que era rara.
- Si, si, toda una sinvergüenza- dije restándole importancia a esta conversación ya que sentí una mirada clavada sobre mí, esperaba que fuera de una chica bonita, o alguna de las sexys primas de mi amigo, pero no, para mi desgracia era el padrino de Ian, mi amigo, juro que me da asco ese señor, con solo mirarlo te provoca desconfianza y esa sensación de que es un maldito traficante de órganos y con una asquerosa obsesión por las chicas menores, si, todo un pedófilo, además de ese bigote estilo mexicano que no le queda para nada bien, pero es que enserio, hay tipos a los que le quedan bien ese tipo de bigote, pero este no es el caso, volví a darme la vuelta y Lorena me presentó a su mejor amiga Roseanne, es linda, va en segundo, es dos años menor que yo, siempre la veo en el cole, pero nunca hemos hablado, se ve agradable.
-Hola Alex- dijo mirándome y mordiendo ligeramente su labio inferior, diablos, ¿que tienen las chicas con eso?.
-Hola Roseanne, Lorena me habla seguido sobre ti.
-¿Enserio?.
-Si, ¿no eres tú la de la colección de figuras de acción?.
-Ah, si, ¿enserio Lorena?- dijo mirándola por un segundo para volver su mirada a mi- lo siento, debes de pensar que es una cosa de ñoños.
-No, de hecho, siempre quise comenzar con una de esas, pero supongo que preferí ir por las peluches, ya sabes, osos y esas cosas de felpa, además de que no tengo dinero para figuras de acción, y los peluches son más accesibles ya que la mayoría son regalos- dije soltando una leve risita al decir eso, la verdad, tengo una obsesión con esos peluches, eso si, los tiernos, nada de cosas aterradoras o muñecas endemoniadas y eso, aunque admito que si me gustan, pero no como para tenerlas en mi habitación o en cualquier parte de la casa, las prefiero en las películas o casas del terror en algún parque en Halloween y esas cosas.
-Wao, eso, eso es lindo, como tú- dijo un poco tímida, yo solo atiné a mirarla con una sonrisa.
-Okey Romeo, no seas taaaan obvia, bien amor, dejemos a estas dos estúpidas para que se conozcan, adiós queridas- y se fue con Ian, molestando, como siempre.
-Oye, gracias por eso-
-De nada, es la verdad- demonios, sigo sintiendo esa asquerosa mirada- Escucha, mis papás ya están aquí, tengo que irme, ten y adiós- me dió un papel y un beso en la mejilla en señal de que se estaba despidiendo, una vez que se fue, abrí el papel y era su número telefónico, vaya, siempre pasa.
Ya me estaba aburriendo, y necesitaba ir al baño, ya no soportaba estár en el patio, por el simple hecho de tener esa mirada fija sobre mi, claramente no me daba buena espina.
Al llegar al baño me lavé la cara, tenía que relajarme, no quería preocupar a Ian por mi paranoia, todo estará bien, ¿no?.
Abrí la puerta del baño, ya más calmada, pero esa calma se vió interrumpida por un viejo asqueroso con bigote mexicano empujandome dentro del baño y cerrando la puerta con seguro, okey, ahora si estaba asustada y segura de que estaba en peligro, necesitaba ayuda justo en este momento.
- Q... Que hace, déjeme salir- dije un poco desorientada, pues cuando me empujó, me golpeé la cabeza contra el mueble que está arriba del lavamanos y estaba viendo borroso, vaya, ese golpe fue fuerte.
-Sshhh preciosa, solo quiero divertirme- y en cuanto dijo eso me tapó la boca con su enorme mano izquierda, mientras que me apricionaba entre sus piernas, con la otra mano levantaba mi falda para luego agarrame las manos por detrás de la espalda y con su asquerosa boca besar mis pechos, dejándome inmovilizada por completo, sin poder siquiera gritar, me sentí tan asquerosa en cuanto comenzó a arrebatar mi virginidad, por que si chicas y chicos, a mis 15 años aún mantenía mi virginidad intacta, bueno, más allá de unos besos y sexo oral a chicas no pasaba, nunca llegué a acostarme con un hombre aún teniendo una relación sentimental, el punto es que ni siquiera pude intentar defenderme, solo medía 1,52 en ese momento y el tipo casi unos dos metros, además de que era extremadamente robusto, agh, cuánto lo odio, y es así amigos y amigas, como después de esa asquerosa noche, comencé con los cortes en las muñecas, muslos, pérdida de apetito, asco y odio a mi misma, llantos en las noches, y ese deseo de acabar conmigo, en fin, como comenzó lo que sería el inicio del término de mi vida, claro, hay más razones, este es solo el comienzo.

Fake Smile - 偽りの微笑みDonde viven las historias. Descúbrelo ahora